18/11/09

Primeros “B”

Sí. Después de un año difícil, Horneros logró la Permanencia en la “B”. Es cierto, no salimos campeones, no pudimos pelear por el ascenso y recién en el último tramo del año el equipo logró la estructura, la concentración y la continuidad necesarias. Pero el rojinegro, fiel a su historia, supo sobreponerse a dificultades varias y la tabla final del reducido para mantener la categoría lo encontró en lo más alto.

No es poco. Y a la vez, sí, lo es. Sensación rara eso de ser los primeros entre los últimos. No se ganó nada. No se perdió nada. ¿No se perdió nada? Diego Lombraña, hizo historia y se convirtió en el jugador más joven en retirarse del fútbol hornereano. Todavía recuerdo su aparición y aquel golazo a Cardales sobre el final en un 1-1 para el infarto. Todavía recuerdo sus gambetas de pie a pie contra la raya, su frialdad para definir. También aquel año que, sin confianza, no podía hacer un gol abajo del arco. Sus goles. Sus errores. Las puteadas de un extremo al otro de la cancha con su hermano. Aquel pesimismo que lo llevaba a resaltar más las virtudes del rival que las propias (“Uy, juega el 9 ese que es buenísimo, cagamos…”). Pero, más allá de todo, lo que algunos seguro nunca vamos a olvidar es su compromiso. Eso, sobre todas las cosas. Más allá del fútbol, de las buenas y las malas tardes. Su compromiso con la camiseta. ¿Hay algo más importante?

Bastante buena despedida le dimos a un año tan difícil. Primeros en la tabla de abajo, sin expulsados, con la valla menos vencida y con un asado del carajo obra de Tomi Melamed, todo un tapado en las artes parrilleras (al menos para quien escribe). Cerveza, vino, ping-pong, un par de chicanas, dos gritos para un solo gol de Arsenal y regreso por la ruta al ritmo de Vilma Palma. Bastante buena despedida. A pesar de algunas ausencias, claro. Y, sobre todo, a pesar de una despedida.

11/11/09

Horneros no se va (salvo que lo echen)

Luego de la gran victoria ante Highland, Horneros llegó con el ánimo bien arriba a su duelo contra Pilar del Lago. Pero no tanto. Dos sensibles bajas sembraban algunas dudas sobre la formación hornereana: el Negro Lombraña había caído presa de una angina y el Burrito Loncharich (y señora) habían traído al mundo a Luka, alias Cristianito Ronaldo, futuro crack rojinegro.

Con el Escandinavo como único habitante del banco de suplentes, Horneros salió a jugar el decisivo encuentro ante Pilar, el primero en el historial en condición de visitante (los dos anteriores se habían jugado en el Reducto, con una victoria para los “laguneros” y un empate). Pero el rojinegro venía en levantada y eso se iba a notar desde el minuto uno del partido.

Presión sobre los jugadores clave del rival, inteligencia para meter la pelota en el área contraria y mucha concentración fueron las premisas que pondrían a los de Salorio rápidamente en dominio de la situación. El arquero de Pilar haría lo suyo, claro está. Tal es así que en un balón bombeado, el “1” falló, el Cirujano del Gol la empujó a la red y lo gritó lo más fuerte que pudo para que el pequeño Luka lo escuchara desde la clínica.

El local, que parecía dormido, esbozo una leve reacción y comenzó a acercarse al arco de Agesta, pero el rojinegro cerraba bien los caminos y el guardavalla estaba muy seguro. Horneros no tenía mucho la pelota, pero cuando la tenía era inteligente: sabía que con sólo meterla en el área (incluso desde el lateral), podía generar situaciones de riesgo.

El Doc pudo haber marcado el segundo, cuando quedó solo frente al arquero pero se apuró en la definición. También pudo haber aumentado el Melli Diego luego de un gran pase del Colo Korn, pero –a la inversa de su compañero de ataque- el Gordo se demoró más de la cuenta en el mano a mano y no pudo convertir. La más clara de Pilar llegó a los 45 minutos: casi en la única oportunidad en que pudo soltarse, el “10” quedó solo ante Agesta pero la tiró por arriba.

En el segundo tiempo, entró el Escandinavo Kaminker por Jesús Di Tullio. Reconocido hacedor de laterales, el vikingo la metió en el área y el Melli anticipó al arquero rival para poner un 2-0 psicológico apenas iniciado el complemento. A partir de allí, el partido quedó claramente planteado: el local empujando con todas sus armas y Horneros con la contra como única arma.

Llovieron centros y más centros sobre el área de Agesta, siempre muy seguro para atenazar el balón entre sus manos. El descuento no parecía cosa fácil para el puntero. Hasta que en la enésima pelota cruzada, el “9” finalmente ganó de arriba, apareció un jugador libre por detrás (pareció offside), la metió al punto del penal y el “11” la mandó a guardar.

Horneros tuvo un par de contras para aumentar, pero no las aprovechó. El Bufo se mandó una subida robertocarliana que por poco fue golazo y delirio y Bubu –luego de un gran pase del Melli- tampoco pudo concretar y sentenciar el asunto.

Los minutos finales fueron de sufrimiento para el equipo de Salorio, que a pesar de todo aguantó con uñas y dientes y se aferró al 2-1 que lo dejó al borde de la salvación. Igualado en la punta con Pilar del Lago y a tres unidades del cuarto (Highland), sólo dos (o tres) expulsiones en el último partido ante el descendido Loma Verde podrían privar a Horneros de la permanencia por la que tanto luchó.


Resumen del partido:

Resultado: Pilar del Lago 1 – Horneros 2

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Juan Peluffo, Esteban Bendersky, Marcos Peluffo; Matías Di Tullio, Diego Peluffo, Bubu Melamed; Nicolás Korn; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Cambios, en el segundo tiempo: Adrián Kaminker por Matías Di Tullio.

La figura: El equipo

No sólo no hubo una figura realmente descollante, sino que fue el conjunto de jugadores el que entendió cómo se debía jugar el partido para llevarse los tres puntos. Horneros fue inteligente, algo que no suele darse todos los domingos. Agesta estuvo muy seguro, la defensa respondió bien, el medio mordió hasta que le dieron las piernas y los delanteros cumplieron con su cuota goleadora. No sobró nada, es cierto, pero cada uno cumplió su función. Y eso no es poca cosa.

26/10/09

Qué bien se te “B”

Partido clave. Horneros se juega ante Highland una verdadera final por la permanencia en la “B”. Los del Profe Salorio lo saben bien: puede haber un antes y un después del choque contra un rival bien conocido, casi casi un clásico. El técnico también lo sabe y convoca a un Concejo de Ancianos y líderes en entrenamientos para resolver si Agesta ocupará el arco. La decisión es unánime: Rodri estará debajo de los tres palos.

En el inicio, el encuentro es parejo. Los rojinegros, conscientes de lo que se juega, salen con la firme intención de controlar a los jugadores importantes de Highland. Rueda va sobre el “10”, el Burrito Loncharich toma al “3” y a Bebi le toca bailar con la más fea: el mañero “18”. Como en casi todo el primer tiempo, a Horneros le cuesta mantener la posesión del balón y asociarse a través del toque. El visitante lleva algo de peligro al arco de Agesta, fundamentalmente a través de pelotazos.

Pero el equipo de Salorio consigue aquello que sabe tan importante: la ventaja inicial. Después de un centro cruzado, falla un defensor verde y, más oportuno que nunca, aparece el Cirujano del Gol por el segundo palo para clavar un zurdazo alto y establecer el vital 1-0. En desventaja, Highland va en busca del empate, pero algunas salvadas providenciales del Negro Lombraña y la conocida pericia de Agesta mantienen el resultado tal como está.

En el segundo tiempo, la balanza se inclina definitivamente para los locales. Juancho anticipa una y otra vez al “18” y el mediocampo corta la generación de juego de los visitantes. Para colmo, Horneros capitaliza todo lo que le dan. Luego de un choque en la mitad de la cancha, el Burrito Loncha mete un perfecto cambio de frente y el Melli Diego queda solo frente al arquero: 2-0 para los rojinegros.

Highland se desespera: sabe que se le escapa un partido clave y no encuentra los caminos siquiera para descontar. Los de Salorio siguen metiendo y manejan el resultado. Cerca del final, llega el tercero. Mati Di Tullio ensaya una diagonal desde la derecha hacia el centro y mete una pelota perfecta para la entrada en solitario de Bubu Melamed. El improvisado arquero visitante parece rezar pegado a la línea: 3-0 y tranquilidad final.

Llega el último silbatazo y todo Horneros festeja. Antes del partido, Salorio lo había dejado en claro: más allá del resultado, lo importante era la forma, los caminos elegidos para alcanzar la victoria, el poder imponerse sobre el rival. El rojinegro lo había hecho, quizás como hace mucho tiempo no lo lograba. Por eso la alegría. Porque, más allá de los tres puntos y el paso enorme hacia la Permanencia, el equipo había dado una buena muestra de actitud, inteligencia (no hubo amarillas en contra), contundencia y hasta ciertas cuotas de fútbol. No es poco. Suficiente para decir: Horneros, qué bien se te “B”.


Resumen del partido:

Resultado: Horneros 3 – Highland 0

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Fernando Lombraña, Esteban Bendersky, Marcos Peluffo; Juan Peluffo, Diego Peluffo, Bubu Melamed; Nicolás Loncharich; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Cambios, en el segundo tiempo: Adrián Kaminker por Esteban Bendersky; Matías Di Tullio por Emiliano Loncharich y Nicolás Korn por Diego Lombraña.

La figura: Fernando Lombraña

Por primera vez, cuesta destacar sólo a un jugador debido al alto rendimiento de la mayoría del equipo. Pero el Negro se lleva el premio porque fue el más regular y por algunas salvadas clave cuando el encuentro todavía estaba muy cerrado, sobre todo en el primer tiempo. También fue muy bueno lo de Tomi Melamed, Juancho (controlando al 18 en el segundo tiempo) y el Bufo. La mitad de la cancha tuvo una actuación sólida y los delanteros la metieron cuando tuvieron su oportunidad. En fin, palmas para todos.

11/10/09

Al Colorado vivo

Después de la dura derrota ante Cardales, a Horneros no le quedaba otra que sacar los tres puntos en el Reducto ante Banco Provincia, el último de la tabla. El rojinegro salía a jugar con todo el partido decisivo y con dos históricos que quedaban relegados al banco de suplentes: entre el Bufo y el Escandinavo Kaminker, varios millones de dólares (y unos 68 años) quedaban aguardando al otro lado de la línea de cal.

El equipo de Salorio comenzó bien el encuentro. Manejando la pelota, con toques al ras del piso y un Bubu Melamed que volvía a ofrecer cuotas de buen fútbol por la izquierda, el rojinegro era más que el visitante, que no se acercaba con peligro al arco de Agesta. Sin embargo, el arquero de Banco se mostraba muy seguro en cada intervención y el cero no parecía fácil de quebrar.

Y llegaría una oportunidad inmejorable. El Doc se hamacó dentro del área, un defensor lo tocó abajo y el árbitro sancionó penal. Fiel a su costumbre, Rueda quiso ejecutar fuerte y al medio, pero le entró muy abajo y mandó la pelota a la quinta de al lado. Con lo que le cuesta al rojinegro generar una situación de riesgo… Un remate de Bubu desde afuera y un cabezazo de Rueda llevaron cierto peligro al arco de Banco, pero el primer tiempo terminaría con un 0-0 inmutable.

En el segundo tiempo, el rojinegro aumentaría aún más su presión sobre el rival. El dominio de la pelota era casi total, tendencia que se acrecentaría definitivamente a partir de la expulsión del “10” de Banco, el mejor jugador del equipo de Francisco Álvarez. A partir de allí, la visita sólo atinó a refugiarse en el fondo, tratando de aguantar los incesantes embates del conjunto de Salorio, que ya contaba con el Bufo y el Escandinavo en cancha.

Y empezaron a llegar las situaciones. El Melli Negro tuvo una clarísima solo frente al arquero, pero su remate se fue por arriba. Nico Loncha también remató más allá del travesaño desde una inmejorable posición. El Cirujano del Gol quedó mano a mano, pero el “1” salió rápido a taparlo y conjuró el peligro. Y otra vez lo tuvo el Melli Negro, con un cabezazo y también con otro remate que no pudo hallar la red.

Hasta que llegó el Colorado. Horneros hilvanó una jugada por la derecha, el Escandinavo metió el centro casi de memoria y Nico “El Colo” Korn, el integrante más joven del plantel, la calzó de volea y la puso arriba, pegada al larguero, haciendo estéril la estirada del buen guardavalla de Banco. Golazo. Primer tanto del juvenil en partidos oficiales en Selección. Tremendo estreno…

El 1-0 ya no se modificaría. El rojinegro siguió desperdiciando chances y sufrió un poco en los instantes finales, pero la suerte ya estaba echada. El árbitro marcó el final y Horneros consiguió tres puntos clave para seguir prendido en la lucha por la Permanencia. Quedan tres finales y está todo muy apretado. Sin dudas, será un final al rojo vivo. Pero el equipo de Salorio tiene al Colorado. Al Colorado vivo.


Resumen del partido:

Resultado: Horneros 1 – Banco Provincia 0

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Juan Peluffo, Fernando Lombraña, Esteban Bendersky; Matías Di Tullio, Diego Peluffo, Bubu Melamed; Nicolás Loncharich; Nicolás Korn y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Cambios, en el segundo tiempo: Adrián Kaminker por Matías Di Tullio; Marcos Peluffo por Esteban Bendersky.

La figura: Nicolás Korn

Es cierto, el Colorado no tuvo un rendimiento brillante. Tampoco fue el mejor jugador rojinegro en la cancha durante los 90 minutos. Pero el juvenil hizo un gol de otro partido y abrió la puerta de una victoria fundamental que pintaba muy complicada. Además, debutó en la red en la categoría Selección. Por eso, merece esta mención.

7/10/09

Telegrama de derrota

Un gol de mierda a los 2 minutos. Casi cero situaciones de peligro en todo el partido. Triste derrota 1-0 ante Cardales.


Resumen del partido:

Resultado: Cardales 1 - Horneros 0

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Juan Peluffo, Fernando Lombraña, Esteban Bendersky, Marcos Peluffo; Adrián Kaminker, Diego Peluffo, Tomás Melamed; Nicolás Loncharich; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Cambios, en el segundo tiempo: Matías Di Tullio por Tomás Melamed; Nicolás Korn por Emiliano Loncharich; Bubu Melamed por Diego Lombraña.

La figura: Rodrigo Agesta.

El arquero rojinegro fue quizás el único que se salvó en un partido con rendimientos muy bajos. Estuvo seguro en los centros y tapó un par de pelotas que evitaron que la diferencia fuera mayor. Fue a buscar el empate en la última, pero no se le dio.

28/9/09

Cero, pero no tanto

Partido clave. Clima de final. Clima jodido también: frío y lluvioso. Y las camisetas que no están. Y Horneros que entra y sale del vestuario. Y el árbitro (aquel que dejó en cancha al que “expulsó” al Bufo de una patada) que se pone un poco nervioso. Duelo crucial ante Loma Verde y esta vez, créase o no, el rojinegro tiene más de uno en el banco de suplentes…

Horneros entra a jugar con poco precalentamiento y medio dormido y Loma lo aprovecha. La pelota es del local y las situaciones también, mientras a los rojinegros les cuesta mucho generar juego asociado. Sin embargo, los de Salorio tienen dos jugadas muy claras para ponerse 1-0: una subida furiosa de Juancho por derecha, centro, cabezazo del Doc al travesaño y en el rebote se la sacan de milagro a Cristiano Ronaldo; y un remate bombeado al segundo palo del Melli Diego que casi es golazo y no fue.

No mucho más para destacar y así sería también en el segundo tiempo. Partido chato, aburrido, de trámite mediocre y con muchas imprecisiones. Típico de lucha por la permanencia. En el inicio del complemento, Cristiano aparece enchufado y preciso, pero al equipo le cuesta hacer más de tres pases seguidos. La más clara será un cabezazo-hombro del Colo Korn, solo frente al arquero, mientras que Loma tendría un par más delante de Agesta: un córner venenoso que se cierra con el viento y que requiere un cachetazo del arquero y una salvada providencial de Tomi Melamed, y una sobre el final que termina en un remate desviado de un visitante en inmejorable posición para marcar.

Quizás lo más entretenido del partido fue la escena cuasi pugilística que protagonizó el árbitro con la tribuna y el cuerpo técnico local. Le dijeron de todo al hombre de negro, que denunció amenazas y estuvo a punto de dejar el campo de juego al grito de “vengan de a uno”. Todo el coraje que no demuestra al dirigir parece tenerlo reservado para la confrontación cuerpo a cuerpo el polémico referí.

El partido quedó sellado con un 0-0 indeleble. Un partido cero fútbol, pero con un punto que le sirve más a Horneros que a Loma, ya que el rojinegro se mantiene en zona de salvación y bastante bien posicionado para encarar la segunda fase. La otra buena: volvieron varios jugadores clave y el plantel está reforzado para lo que viene.


Resumen del partido:

Resultado: Loma Verde 0 - Horneros 0

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Juan Peluffo, Fernando Lombraña, Jarabe Muñoz, Marcos Peluffo; Adrián Kaminker, Diego Peluffo, Nicolás Korn; Nicolás Loncharich; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Cambios, en el segundo tiempo: Tomás Melamed por Jarabe Muñoz; Matías Di Tullio por Diego Lombraña; Bubu Melamed por Nicolás Korn.

La figura: Fernando Lombraña.

En un partido que no ofreció mucho, el Negro volvió a demostrar un buen nivel, casi siempre cerrando con seguridad en el fondo y sacando algunas pelotas clave sobre el final del encuentro.

14/9/09

Y punto

Luego de la derrota ante Highland, Horneros sabía que necesitaba al menos un punto frente a Pilar del Lago para seguir bien posicionado en el reducido por la Permanencia. Sobre todo, teniendo en cuenta las bajas que volvían a afectar al rojinegro (a las ausencias habituales se sumaban la del Chino Santarcangelo y el Escandinavo Kaminker, aún recluido en tierras vikingas) y obligaban a Salorio a improvisar jugadores en algunas posiciones.

Sin embargo, Horneros arrancó bien el encuentro. Con la solidez de la defensa, Cristiano Ronaldo cumpliendo bien su función de enganche, el Colo Korn aprovechando su tranco por la izquierda y el trabajo sucio de los delanteros, el equipo de Salorio no pasaba demasiados sobresaltos y el trámite era parejo, con pocas situaciones de gol frente a los arcos.

Hasta que llegó un barullo en el área de Pilar del Lago, lo trabaron a Nico Loncha, le quedó a su hermano el Doc y un defensor visitante le cometió penal. Horneros tenía la chance de ponerse en ventaja. Rueda ejecutó fuerte al medio y el rojinegro se ponía 1-0. Empezaba ganando, algo tan vital como el agua para el equipo de Ingeniero Maschwitz.

Claro, después llegaron las dificultades. Juancho sintió un tirón y hubo que sacarlo de la defensa. Por unos minutos, Rueda pasó de segundo central y Nico Loncha de “5”, hasta que se produjo el ingreso de Jarabe. Pilar del Lago presionaba más y más, y la figura de Rodrigo Agesta empezaba a hacerse importante. Pero el primer tiempo terminaría con el marcador a favor de los locales.

Horneros salió a jugar el segundo tiempo con otro cambio. Al Bufo se la agarrotó el gemelo, quedó rengo y se produjo el ingreso de Zequi como lateral izquierdo. Los 45 minutos que faltaban pintaban complicados para el rojinegro y ahora sí, al contrario que en la etapa inicial, abundarían las situaciones de peligro.

Los circuitos de juego del rojinegro ya no funcionaban de la misma manera, el mediocampo era una zona de tránsito, el Colo estaba en una pierna y el local tuvo que resignarse a aguantar la embestida de Pilar del Lago. El aguante duró aproximadamente media hora, cuando un centro cruzado lo pasó a Jarabe, un delantero rival bajó la pelota y definió solo ante el achique desesperado de Agesta. Era el 1-1 y faltaban eternos 15 minutos.

En ese cuarto de hora, pasaría de todo. Rodri tapó un par de pelotas muy difíciles, especialmente un remate con destino de ángulo que sacó al córner y un tiro bajo del pequeño colorado visitante que retuvo bien sin dar rebote. Horneros pudo haberlo ganado gracias a un desborde del Melli Diego que Cristiano no pudo enviar a la red al borde del área chica y, en la última jugada del partido, por medio de una corrida de Nico Korn que de haber terminado en gol hubiese entrado en la historia.

Pero el Colo es chico todavía y la historia puede esperar por él. Por eso, y por la gran actuación de Agesta, el partido terminó 1-1. Horneros se fue tranquilo, sabiendo que había sacado un punto importante. Por el trámite del partido, por las bajas inesperadas y porque la estadística le sigue sonriendo en la tabla de posiciones. Ahora, a recuperar lesionados y ausentes, y a prepararse con todo porque viene lo mejor.


Resumen del partido:

Resultado: Horneros 1 - Pilar del Lago 1

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Esteban Bendersky, Juan Peluffo, Fernando Lombraña, Marcos Peluffo; Matías Di Tullio, Diego Peluffo, Nicolás Korn; Nicolás Loncharich; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Goles. En el primer tiempo: Rueda (penal).

Cambios, en el primer tiempo: Jarabe Muñoz por Juan Peluffo; Zequi Rambla por Marcos Peluffo.

La figura: Rodrigo Agesta.

Rodri volvió a demostrar por qué es uno de los mejores (sino el mejor) arquero de la Liga. Respondió con grandes atajadas en los momentos clave, sobre todo en el segundo tiempo y fue fundamental para sostener el empate.

8/9/09

Una batalla perdida en las tierras altas

Tercera fecha del reducido por la Permanencia. Horneros llegaba con puntaje ideal al duelo contra Highland, aunque con una baja sensible: Adrián Escandinavo Kaminker, el máximo guerrero rojinegro, se encontraba recluido en tierras vikingas protegiendo a la nueva integrante de su familia y orando ante Thor, el dios del trueno, por un triunfo de sus compañeros en el campo de batalla.

Las ausencias del Escandinavo, Bebilacua y los hermanos Melamed, entre otros, contrastaba con la presencia (nuevamente) de Franky Flaco Schiavi Augeri, el recuperado Colo Korn y el regreso (luego de una larga temporada de bautismos) de Matías Di Tullio, el gran Jesucristo.

Horneros salió a jugar con línea de cuatro volantes y la premisa de esperar al rival bien cerca de la propia última línea. El local tomó rápidamente las riendas del partido. Tic, tic, tic. Los toques se sucedían en la mitad de la cancha, mientras el mediocampo rojinegro extrañaba a su guerrero y no encontraba las marcas. El arco de Agesta empezaba a tambalear, los mellizos empezaban su enésimo programa de radio (invitado especial el árbitro) y el marcador aún no se movía.

Hasta que el archiconocido Johnny (aunque con unos kilitos de más) frotó la lámpara, puso una pelota profunda de contra a las espaldas del Bufo y un delantero local definió fuerte, cruzado y al medio, para poner el 1-0. Se veía venir, pero un gol no era nada y el rojinegro estaba en partido, aunque creaba muy poco en el arco rival.

Pero llegaría otro golpe. Poco antes del final del primer tiempo, el hábil 16 de Highland hilvanó una gran jugada, tiró un sombrerito y cuando se preparaba para definir fue embestido por detrás por el Melli Diego, devenido en volante por izquierda. Claro penal que el árbitro no dudó en marcar y que hizo que la etapa inicial culminara, luego de una precisa ejecución, con un 2-0 para los locales.

La mano venía muy complicada para Horneros. Pero en el inicio del segundo tiempo se vería la mejor cara del equipo de Salorio. El mediocampo se adelantó unos metros, la pelota empezó a circular con precisión y el rojinegro comenzó a acorralar a su rival en busca del descuento. Los volantes por afuera (Loncha por izquierda y Franky por derecha) aceitaban los circuitos de juego y el Cabezón Ruggeri Santarcangelo empujaba desde el fondo con sus precisos pelotazos.

Y el descuento llegaría, nomás. Un preciso bochazo dejó al Melli Diego mano a mano con el arquero que, ante el sutil toque del delantero, embistió en forma temeraria con tremendo planchazo. Un penal más grande que una casa. Le costó recuperarse al Melli, pero una vez que pudo levantarse, Rueda ejecutó fuerte y al medio, y el visitante puso un esperanzador 1-2 en el marcador.

Parecía que Horneros podía empatarlo, que el aluvión continuaría sobre el arco rival hasta alcanzar el 2-2, pero luego de una sucesión de errores en defensa, Highland puso el 3-1 y aniquiló las intenciones rojinegras. Intenciones que podrían haber reflotado si el impresentable árbitro hubiera dado otro claro penal para la visita. Pero prefirió comerse el silbato y en la jugada siguiente llegó el definitivo 4-1. Los de Salorio ya no tenían resto y hasta el Melli Negro dejaba la cancha por una dolencia.

En las tierras altas, Horneros se fue con una derrota quizás demasiado abultada. Los rezos del Escandinavo ante el dios Thor no habían dado resultado. El rojinegro está levantando el nivel, pero las deidades vikingas saben que aún no es suficiente. Por eso, los guerreros de Salorio aún no podrán acceder al Valhalla, aquel paraíso rebosante de banquetes sólo destinado a aquellos valientes que dieron todo y murieron en batalla.


Resumen del partido:

Resultado: Highland 4 - Horneros 1

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Juan Peluffo, Fernando Lombraña, Jarabe Muñoz, Marcos Peluffo; Nicolás Loncharich, Diego Peluffo, Juan Santarcangelo, Nicolás Korn; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Goles. En el segundo tiempo: Rueda (penal).

Cambios, en el segundo tiempo: Francisco Augeri por Jarabe Muñoz; Matías Di Tullio por Fernando Lombraña.

La figura: No hubo.

Cuesta resaltar un rendimiento individual, aunque no haya habido actuaciones desastrosas. Hubo buenos momentos de varios jugadores, aunque no lo pudieron mantener a lo largo de todo el partido.

31/8/09

Un par de depósitos del Doc en el Banco

La noticia lo paralizó y, por un momento, pareció quebrar su confianza goleadora: el partido no se jugaría en la cancha del fondo, la que está rodeada de alambrados. El duelo entre Banco Provincia y Horneros se disputaría en el escenario central, aquel de amplias dimensiones y hasta tribunas de cemento. El Cirujano del Gol andaba cabizbajo: había dedicado sus ensoñaciones semanales y toda su imaginación de artillero letal a la canchita del alambrado. Había soñado con goles en esos arcos. Y ahora le decían que el campo de batalla sería otro. Tenía que imaginar todo de nuevo…

Claro, pero el Doc no fue el único que sintió el impacto de la novedad: el mediocampo rojinegro empezó a sufrir por adelantado. El termómetro marcaba más de 30 grados. Todo un desafió para los 135 años (todo un récord en la Liga) que integraban la veterana línea media del equipo de Javier Salorio. El Escandinavo, Rueda, el Chino y Nico Loncha, que volvía después de la suspensión, se miraban con cara de “qué mal la vamos a pasar…”.

Pero no fue así. Desde el principio, Horneros encontró facilidades ante un Banco Provincia predecible y que dejaba espacios para jugar la pelota con tranquilidad. El partido tenía un ritmo cansino y el rojinegro dominaba el trámite. Sin embargo, la ventaja llegó de manera casi fortuita. Un centro desde la izquierda que encontró poca reacción en los locales, una pelota que prácticamente le rebotó al Melli Negro y el visitante se ponía 1-0.

Luego del gol y el parate para refrescarse por el calor, los muchachos de Salorio entraron a la cancha un tanto relajados. Y Banco empezó a acercarse al arco de Agesta. Pero al local le costaba entrar y se limitaba a rematar desde afuera, generalmente con poco puntería. Encima, antes del final del primer tiempo, llegaría una contra letal del rojinegro. El Melli la cruzó para el Doc, quien se hamacó, enganchó hacia adentro y desde el borde del área sacó un zurdazo que se clavó allá arriba, en el ángulo derecho del arquero de Banco. Un gol que el Cirujano no se hubiera imaginado ni en sus más dulces sueños.

Horneros salió a jugar el segundo tiempo con un 2-0 que todavía indicaba que el partido no estaba cerrado. Pero rápidamente llegaría el tanto de la tranquilidad. Nico Loncha recibió dentro del área por la derecha, hizo un chicle con el balón, y tiró un centro preciso para que nuevamente el artillero del bisturí clavara otra de sus finas incisiones (esta vez de cabeza) en la valla de los locales. Cinco goles en los últimos cinco partidos para el veterano romperedes. Y 3-0 para el rojinegro.

A partir de allí, todo fue hacer pasar el reloj. Banco intentaba descontar, pero chocaba con la defensa y la solidez de Agesta. Horneros fallaba en su misión de hacer control de pelota. Salorio sacó al Bufo (que jugó con su tobillo mocho) y puso a Calenta; y luego entró Jarabe por el Chino.

Sobre el final, llegaría el 1-3, gracias a un error rojnegro y una gran definición de un delantero local. Pero el encuentro estaba terminado. Horneros sumaba su segunda victoria consecutiva en el reducido por la Permanencia y con puntaje ideal quedaba en lo más alto de la tabla. Con un Doc endiablado. Con más de 130 años en la mitad de la cancha. Con el regreso del mejor arquero de la categoría. Con una defensa sólida. Con ganas. Y –todavía- con algunas ausencias.


Resumen del partido:

Resultado: Banco Provincia 1 - Horneros 3

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Marcos Peluffo, Juan Peluffo, Fernando Lombraña, Esteban Bendersky; Nicolás Loncharich, Diego Peluffo, Juan Santarcangelo, Adrián Kaminker; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Goles. En el primer tiempo: Fernando Lombraña y Emiliano Loncharich. En el segundo tiempo: Emiliano Loncharich.

Cambios, en el segundo tiempo: Diego Conti por Marcos Peluffo; Jarabe Muñoz por Juan Santarcangelo.

La figura: Emiliano Loncharich.

Aunque no está en su plenitud física, el Doc volvió a hacer de las suyas. Esta vez se despachó con dos goles (uno de gran factura) y ya suma cinco en los últimos cinco partidos. Además, aguanta bien la pelota, está lúcido a la hora de las decisiones y sigue colaborando en defensa. Ojalá continúe con su febril imaginación goleadora.

24/8/09

Menos mal

La hora de la verdad. Arrancaba el reducido por la permanencia de local contra Cardales y Horneros era nuevamente el Club de los Once. Claro, del otro lado las cosas estaban aún peores. Los visitantes eran sólo siete y planteaban todo un desafío para los rojinegros: aprovechar de la mejor manera la ventaja numérica para pasar una tarde sin sobresaltos.

Y arrancó el extraño partido. Once contra siete. Y a los dos minutos del primer tiempo Horneros ya ganaba 1-0. El Cirujano del Gol la aguantó, tocó hacia atrás y el Chino Santar sacó un zurdazo bajo que el improvisado arquero de Cardales no pudo contener. La primera parte de la misión estaba cumplida. Pero todavía faltaba mucho, claro.

El rojinegro perdió un par de chances claras para aumentar. Y empezaron a caer los visitantes. Primero fue el arquero (que liberó al buen 11 cardalista) y luego entrarían dos más para elevar a diez el número total de jugadores del equipo visitante. Corrían poco más de 10 minutos de la etapa inicial. Y once contra diez empezaba otro partido.

Cardales empezó a dominar la pelota y a tirar a Horneros contra su propio arco. El local no encontraba respuestas en la mitad de la cancha, defendía muy abajo y, aunque en la zona defensiva tenía mucha gente, eso no aseguraba que el arco de Agesta estuviese seguro. Afortunadamente, el juvenil y tantas veces extrañado arquero hornereano estaba en una buena tarde. Su pericia y la propia falta de puntería de los rivales evitaron que en al menos tres jugadas muy claras llegara el empate.

En el segundo tiempo, el trámite se equilibró. El rojinegro comenzó a controlar mejor los avances del visitante, que se veía limitado a los arranques endiablados del 11, la pelota parada y los remates desde afuera del área. Siempre, Agesta respondió bien. La pelota se quedaba pegada a su mano como si tuviese alguna suerte de adhesivo. A Horneros le quedaba la contra y así desperdiciaría algunas chances para aumentar.

Pero, luego de una sucesión de toques de la vieja guardia en la mitad de la cancha, el Escandinavo metió un preciso pelotazo para el Cirujano del Gol, que se enredó con el arquero, lo dejó en el camino, hizo lo propio con el defensor y tocó suave al fondo de la red. Todo ello en “slow motion”. Una heterodoxa definición de un Doc que parece haber retomado su romance con la red (tres goles en los últimos cuatro partidos).

Con el 2-0, el partido quedaba casi sentenciado. Cardales buscó el descuento pero siempre se topó con la seguridad de Agesta. El Colo Korn tuvo una muy clara para poner el tercero, pero su remate dio en el palo. El marcador ya no se modificaría. Sin haber jugado un gran partido, Horneros se llevaba una victoria fundamental en el arranque del reducido por la permanencia. Sin brillar, había hecho la tarea y sumaba tres puntos de oro. Menos mal.


Resumen del partido:

Resultado: Horneros 2 – Cardales 0

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Juan Peluffo, Fernando Lombraña, Jarabe Muñoz, Esteban Bendersky; Tomás Melamed, Diego Peluffo, Adrián Kaminker; Juan Santarcangelo; Nicolás Korn y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Goles. En el primer tiempo: Juan Santarcangelo. En el segundo tiempo: Emiliano Loncharich.

Cambio, en el segundo tiempo: Zequi Rambla por Jarabe Muñoz.

La figura: Rodrigo Agesta.

Rodri estuvo muy seguro y, más allá de su rendimiento individual, eso tiene un valor agregado: contagia seguridad al resto del equipo. Respondió bien cuando algunos desacoples permitieron chances muy claras para Cardales en el primer tiempo y en el segundo no dio rebotes peligrosos ante varios remates comprometidos desde afuera del área. Una garantía. También merece una mención el Doc. El Cirujano del Gol sigue de racha y además sumó una cuota de sacrificio muy necesaria para el rojinegro.

19/8/09

El Bufo estuvo bien expulsado

Cuarenta y ocho horas después de su gran triunfo en Loma Verde, Horneros enfrentaba a Aranzazu por la última fecha de la fase inicial del campeonato. El equipo de Salorio volvía a ser el archiconocido Club de los Once, ya que varias ausencias convertían al banco de suplentes en un páramo, un desierto disponible para cualquier curioso que estuviese merodeando el Reducto. Más tarde, llegaría Zequi Rambla para ocuparlo en toda su longitud.

Así fue que, mientras Mati Di Tullio comía sanguchitos en el cumpleaños de la sobrina de la prima de la tía de la abuela de la novia, el rojinegro entraba a la cancha casi con la misma formación del sábado. El único cambio: Franky Augeri iba desde el arranque en la mitad de la cancha en reemplazo del Melli Diego.

En el primer tiempo, Horneros salió a jugar un partido de igual a igual, pero un par de distracciones le costarían demasiado caro al conjunto de Salorio. Como en otros partidos, la desventaja llegó rápido para el local, luego de una jugada por la izquierda que terminó con un jugador solo tocando la pelota abajo del arco para poner el 1-0. Y a remar otra vez…

El rojinegro no jugaba del todo mal, pero le costaba una enormidad crear situaciones de peligro. Centros y más centros llovían sobre el área visitante, pero el arquero no veía mucha acción. Por el contrario, ante cada avance de Aranzazu la defensa hornereana tambaleaba. Los rápidos y hábiles delanteros encontraban espacios y amenazaban el arco de la Araña Lombraña.

Pero el segundo tanto del visitante llegó luego de una distracción de Horneros. Un corner que se juega corto, un dos contra uno, un remate franco desde afuera del área y un atacante de Aranzazu que aprovecha el rebote para mandarla a guardar ante la pasividad de los locales. El 2-0 justo antes del fin del primer tiempo era un duro golpe para los de Ingeniero Maschwitz.

En el segundo tiempo, salvo algunos errores groseros al principio, casi todo sería del rojinegro. Lucha, pelota, campo, dominio. Situaciones, no tanto, como siempre. Los dos goles de ventaja se mantenían y llegó una jugada clave: un joven jugador visitante le metió tremendo planchazo al Bufo, el veterano Roberto Carlos que tiene Horneros. Increíblemente, el árbitro sólo sacó tarjeta amarilla y desató la furia de los locales. La pierna del Bufo parecía un rallador. El hombre de negro culpó a una presunta falta de canillera, hasta que se dio cuenta que la misma había quedado escondida del patadón. Vergonzozo. El técnico visitante tuvo que reemplazar al recién ingresado juvenil para evitar un linchamiento. Ah, el rojinegro se quedó con diez: el Bufo no pudo seguir del dolor, bien expulsado por la artera patada del pibito.

Heridos aún más en su amor propio, los rojinegros siguieron yendo a la carga y encontraron el descuento por medio de un zurdazo escandinavo que pegó en el palo y entró. Quedaba muy poco para el final. Horneros presionó, tiró un par de centros más, pero en una contra la Araña rechazó mal y Aranzazu puso el 3-1 y liquidó el partido.

Ahora, arranca el reducido por la Permanencia. A pesar de la última caída, Horneros ha mostrado signos vitales. Quedan diez partidos cruciales para dejar a un equipo con mucha historia en la “B”. Diez finales para disfrutar, para vivir con todo, para ser parte de esa historia rojinegra que ha dejado tantas piernas rojas como la del Bufo. No creo que haya mejor programa para un domingo. ¿O sí?


Resumen del partido:

Resultado: Horneros 1 – Aranzazu 3

Formación inicial: Fernando Lombraña; Rodrigo Agesta, Juan Peluffo, Esteban Bendersky, Jarabe Muñoz, Marcos Peluffo; Adrián Kaminker, Diego Peluffo, Francisco Augeri; Nicolás Korn y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Gol, en el segundo tiempo: Adrián Kaminker.

Cambio, en el segundo tiempo: Zequi Rambla por Jarabe Muñoz.

La figura: Matías Di Tullio.

Bigote la rompió. Sus diagonales hacia la mesa de los saladitos hicieron estragos. Movimientos rápidos para hacerse de algunos sánguches de miga y una tremenda vocación ofensiva para entrarle a la torta de cumpleaños fueron sus máximas virtudes. Un delantero con mucho hambre.

15/8/09

Fiebre de sábado por la tarde

Sábado. Un día distinto. Y Horneros llegaba al primer turno de la doble fecha del fin de semana con ganas de regalarse una alegría. Con la Araña de nuevo en el arco, Jarabe debutando en la defensa, conformando una temible dupla de zagueros junto al gran Bebilacua, Rueda sorprendiendo con unos botines demasiado capitalistas, el “violento” Loncha mirando desde afuera y el regreso de un hombre del riñón rojinegro: Francisco Flaco Schiavi Augeri.

Así llegó el equipo de Salorio para jugar su duelo ante Loma Verde y, a diferencia de los últimos partidos, Horneros pegó primero. El Melli Diego ejecutó un córner desde la izquierda, Rueda apareció por el fondo y la mandó a la red con un certero cabezazo: 1-0 para el visitante.

Pero los muchachos de Salorio no se relajaron. Siguieron dominando el trámite y tratando de jugar en campo rival y –extrañamente para un conjunto que no suele hacer más de un tanto por partido- los goles no se harían esperar. El segundo llegó luego de un tiro libre que Juancho ejecutó con virulencia y -rebote en la barrera mediante- se metió abajo junto a un palo. Y el tercero fue anticipado proféticamente por Rueda. “Ahora te toca a vos”, le dijo el barbudo de botines blancos antes de un tiro de esquina al Cirujano del Gol. Y cuando la pelota iba en el aire y parecía que el arquero se quedaría con ella, no dudó: “Andá Emi, andá Emi!!”. Y Emi Fue. Y Emi capturó el balón suelto. Y Emi puso el tercero para Horneros.

Con una diferencia de 3-0 a favor, el rojinegro salió a jugar el segundo tiempo con la premisa de no relajarse, sellar el encuentro y así no sufrir demasiados sobresaltos. El visitante cedió terreno, se metió muy atrás y, aunque no abundaron las situaciones de peligro en su contra, bajó mucho en cuanto a nivel de juego. La Araña apareció cuando lo exigieron, rozando una pelota que luego pegó en el travesaño y en una contra el Melli Diego peleó, ganó y lo dejó solo a Calenta para poner el 4-0 definitivo.

El árbitro terminó el partido y Horneros tuvo muchos motivos para festejar: hacer cuatro goles en un encuentro, romper la mala racha y sumar de a tres de nuevo, terminar con la valla invicta y, sobretodo, fortalecer la moral de cara al lunes y al reducido por la Permanencia que se viene en pocos días más.


Resumen del partido:

Resultado: Loma Verde 0 - Horneros 4

Formación inicial: Fernando Lombraña; Rodrigo Agesta, Juan Peluffo, Esteban Bendersky, Jarabe Muñoz, Marcos Peluffo; Adrián Kaminker, Diego Peluffo, Calenta Conti; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Goles, en el primer tiempo: Diego Peluffo, Juan Peluffo, Emiliano Loncharich. En el segundo tiempo: Calenta Conti.

Cambios, en el primer tiempo: Francisco Augeri por Jarabe Muñoz. En el segundo tiempo: Nicolás Korn por Emiliano Loncharich.

La figura: Jarabe Muñoz.

Es cierto, Salorio lo quiere llevar de a poco y por eso no le dio demasiados minutos. También habrá alguno que diga que tiene algún kilito de más. Pero mientras estuvo en la cancha, Jarabe Román Muñoz mostró toda su jerarquía. Otro que merece una mención es Franky, que volvió a ponerse la casaca rojinegra y a deleitar con su fútbol pleno de estética. Y Rueda, claro, por el gol, por (al fin) un rendimiento aceptable, pero sobretodo porque hizo un alto en su arraigado socialismo y se compró botines nuevos.

10/8/09

Coma cuatro

Horneros llegaba a un nuevo domingo con un desafío: salir enchufado desde el principio para no volver a sufrir lo mismo que ante La Tradición. En el Reducto y contra San Diego, el equipo de Profe Salorio tenía la oportunidad de demostrar que estaba vivo.

Es cierto, las bajas eran varias (los hermanos Melamed, el Chino Santar, Matías Di Tullio) y obligaron a Salorio a cambiar nuevamente la formación inicial, echando mano a algunos regresos: el Melli Diego iba de volante por la izquierda, Calenta ocupaba uno de los dos lugares de ataque y el Negro Lombraña se ponía el buzo de arquero.

Así salió a jugar el rojinegro. Como decíamos, con la firme convicción de salir con todo y no padecer goles tempraneros que luego condicionaran el trámite. ¿Y qué pasó? Al minuto de juego, Horneros ya perdía 1-0. Sí, realmente desolador. Un centro desde la izquierda, un cabezazo de un hombre sin marca, una estirada que no alcanzó y a otra cosa. Pero eso no sería todo. Pocos minutos después, casi un calco de jugada, otro cabezazo y San Diego estaba 2-0 arriba. El rojinegro repetía sus pecados y otra vez tenía un partido cuesta arriba.

Muy golpeado en lo anímico, el local empezó a acercarse al arco rival. Como siempre, con más ganas que fútbol, con pocas ideas, pero sobre todo con mucha impotencia. Casi todas las jugadas terminaban en centros que no eran aprovechados. Hasta que el Doc recibió un lateral de espaldas al arco, aguantó, logró darse vuelta, dejó a uno en el camino, peleó con otro, se la llevó y ya pisando el área sacó un fuerte remate que se clavó a media altura. Golazo, descuento y el rojinegro otra vez entraba en partido.

En el segundo tiempo, Horneros salió a buscar el empate. Y estuvo a punto de lograrlo, con ese cabezazo de Rueda que los rivales salvaron en la línea. El equipo hacía daño por la derecha, fundamentalmente con las asociaciones de los hermanos Loncha. Zequi entraba por Calenta y empezaba a aportar su equilibrada cuota de quite y buen fútbol.

San Diego casi no inquietaba al arco de la Araña Lombraña, pero nuevamente la balanza se inclinaría del lado del visitante. Primero, Nico Loncha se fue expulsado junto a un rival luego de una reacción ante una fuerte falta. Y más tarde, llegaría la estocada final: un tiro libre desde la izquierda fue ejecutado directo al arco y la pelota se clavó en el segundo ángulo, estableciendo un 3-1 casi letal.

Los minutos restantes serían del ya clásico descontrol: un equipo jugado en ataque, algunas patadas a pura impotencia y el Negro ávido de trompear a todo el banco rival. El Colo tuvo una clara para descontar otra vez, pero su remate se fue desviado. Y en una contra, San Diego puso el 4-1 definitivo.

La derrota, esta vez sí, producía caras largas. Desánimo, frustración, impotencia: todo eso envolvía el post-partido. Horneros había llegado con la intención de demostrar que estaba vivo. Que el amor por la camiseta podía llevarlo a salir a la cancha con una actitud y una concentración tales que no le permitieran cometer los mismos errores. Pero había fallado otra vez. Se había comido cuatro. Estaba (y está) en coma cuatro. Se solicitan dadores de sangre.


Resumen del partido:

Resultado: Horneros 1 – San Diego 4

Formación inicial: Fernando Lombraña; Rodrigo Agesta, Adrián Kaminker, Juan Peluffo, Marcos Peluffo; Nicolás Loncharich, Diego Peluffo, Diego Lombraña; Nicolás Korn; Emiliano Loncharich y Calenta Conti. DT: Javier Salorio.

Gol, en el primer tiempo: Emiliano Loncharich.

Incidencias: en el segundo tiempo, expulsado Nicolás Loncharich.

Cambios, en el segundo tiempo: Zequi Rambla por Calenta Conti.

La figura: Emiliano Loncharich.

El Doc hizo todo lo que estuvo a su alcance. Aguantó muy bien la pelota, guapeó, hizo un golazo para el descuento en el primer tiempo y generó un tiro libre al borde del área en el segundo a pura garra. Bien por el Cirujano.

4/8/09

Gripe “H”: pronóstico reservado

Pasó el parate por la gripe A. Pasó el receso. Y volvió el fútbol nuestro de cada domingo. Pero cuando la redonda giró otra vez, una extraña enfermedad atacó de nuevo al equipo de La Pista y Caseros. Los expertos hablan de un brote de gripe “H” o “siesta hornereana de los primeros minutos”.

El Profe Salorio tuvo que improvisar un poco con la formación inicial que salió a la cancha para jugar con La Tradición. El Melli Negro estaba ausente por lesión, su hermano Diego cumplía fecha de suspensión y Bubu Melamed había caído presa de un malestar estomacal. El arco esta vez quedaba en las manos de Nico Loncha, que con buzo naranja muy fachero, se robó todos los flashes en la previa.

En el arranque del partido, el virus de la influenza “más que porcina, de achanchamiento súbito” se apoderó de los rojinegros. Antes de los 10 minutos del primer tiempo, Horneros ya perdía 2-0. El primero con un remate bajo de un volante sin marca que se clavó contra un palo. El segundo con una media volea de espaldas que se clavó arriba. En ambos tantos, nada que hacer para Loncha.

Y claro, pasó lo de siempre. Sin estrategias preventivas, Horneros reaccionó ante el dolor. Como un paciente enfermo, empezó a generar anticuerpos a fuerza de voluntad, a luchar en todos los sectores de la cancha. A luchar por su vida, aunque suene exagerado. Por mantenerse con vida en un encuentro que se le había presentado otra vez adverso.

Fue así que, sin un gran caudal futbolístico, los rojinegros empezaron a acercarse con peligro al arco de los locales. Mati Di Tullio puso tremendo remate en el travesaño y el Chino Santar también probó varias veces desde afuera. Pero parecía difícil llegar al descuento. Hasta que llegó un centro desde la derecha, al Colo Korn lo agarraron en el área y el árbitro sancionó el penal.

Rueda se hizo cargo de la pena máxima con un tiro fuerte y bajo. El arquero adivinó la intención, tocó la pelota, ésta dio en el palo y le quedó nuevamente al barbudo capitán, quien resolvió de forma magistral: simuló una pifia como para desparramar al guardavallas y luego definió con un toque sutil de zurda que se metió entre las piernas del engañado “1” tradicionalista. Uno de los goles más lindos de su carrera, como luego declararía ante la prensa.

Antes del fin del primer tiempo, Loncha tapó una buena y los equipos se fueron al descanso con ventaja de 2-1 para los locales. En el complemento, sería casi todo de los muchachos de Salorio, que con determinación saldrían a morder al rival y dominarían buena parte del trámite de esos últimos 45 minutos. Además, había un cambio: el Cirujano del Gol entraba por Mati Di Tullio.

Lamentablemente, todo lo que haría Horneros en voluntad y dominio no se vería cristalizado con la necesaria precisión en los últimos metros. Aunque el equipo rondó el área con peligro en numerosas oportunidades, no pudo generar situaciones claras de gol y no llegaría a modificar el marcador. Eso sí, casi todos probaron suerte, generalmente desde afuera: el Chino, Rueda, el Colo, el Cirujano, Tomi Melamed. La falta de puntería y el sólido arquero local impidieron el empate.

Del otro lado, la defensa aguantó bien las contras y Loncha respondió antes un par de tiros libres que lo vieron volar cual pájaro, aunque siempre con la elegancia acorde a su fina vestimenta. Y así se fue el encuentro, con Horneros yendo a buscar la igualdad, con los clásicos roces de un partido caliente, pero sobre todo con poco para reprocharse del lado de los rojinegros. Solamente una cosa. Algo que habrá que corregir la próxima vez. Que el remedio llegue antes que la enfermedad. Que las ganas de estar bien vivos en la cancha anticipen a la “soga al cuello”. Pronóstico reservado.


Resumen del partido:

Resultado: La Tradición 2 - Horneros 1

Formación inicial: Nicolás Loncharich; Rodrigo Agesta, Esteban Bendersky, Juan Peluffo, Marcos Peluffo; Diego Peluffo, Adrián Kaminker, Tomás Melamed; Juan Santarcangelo; Nicolás Korn y Matías Di Tullio. DT: Javier Salorio.

Gol, en el primer tiempo: Diego Peluffo.

Incidencias: en el primer tiempo, a Diego Peluffo le contuvieron un penal.

Cambios, en el segundo tiempo: Emiliano Loncharich por Matías Di Tullio.

La figura: La defensa.

Hubo rendimientos aceptables en la mayoría del equipo, pero lo mejor se vio en la defensa. La solidez de Marcos y Juan Peluffo, sobre todo. Y los avances de Rodri Agesta por la banda derecha, aunque a veces quiso gambetear desde el fondo y perdió un par de pelotas de riesgo.

8/6/09

5 mentarios

Resumen del partido:

Resultado: Horneros 1 - Pilar del Lago 5

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Juan Peluffo, Adrián Kaminker, Fernando Lombraña, Esteban Bendersky; Nicolás Loncharich, Diego Peluffo, Tomás Melamed, Bubu Melamed; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Gol, en el primer tiempo: Diego Lombraña.

Incidencias, en el segundo tiempo: expulsados Diego Lombraña y Tomás Melamed.

Cambios: Matías De Tullio por Emiliano Loncharich; Nicolás Korn por Esteban Bendersky.

La figura: No hubo.

1/6/09

Horneros perdió por puntos, pero ganó un punto

Ya con una victoria en su haber, Horneros llegaba un poco más tranquilo a su partido frente a Mapuche. Pero el rojinegro es una caja de sorpresas y lo que faltaba esta vez eran precisamente los colores: el Colo Korn se había olvidado la bolsa con las camisetas y hubo que esperar el arribo de la indumentaria por medio de un allegado al plantel. En cuanto a la formación, el arco quedaba en manos de Juancho Peluffo. El resto del equipo era casi el mismo que en el triunfo ante Banco Provincia, salvo por la ausencia del lesionado José Pérez Acquisto.

Desde el inicio del partido, quedó claro que no iba a ser una tarde sencilla para Horneros. Aunque en los primeros minutos el dominio de la pelota fue compartido, Mapuche encontraba espacios con facilidad y generaba situaciones de neto peligro. Entre las respuestas de Juancho –cual jugador de voley-, el travesaño y alguna punta del pie salvadora, el conjunto de Salorio mantenía el cero como podía. En ataque, poco y nada.

Pero luego de una buena jugada, Tomi Melamed metió un preciso cambio de frente y encontró solo a Nico Loncha entrando por derecha. El ex DT se hamacó, enganchó para adentro y metió un zurdazo bombeado que dejó sin respuesta al rechoncho arquero local, pegó en el travesaño y se metió. Un verdadero golazo del Leo Rodríguez que tiene el rojinegro, que en forma algo injusta se ponía 1-0 arriba.

Mapuche siguió yendo, decidido a buscar el empate, pero fallaba en la puntada final. Cuando el árbitro hizo sonar el silbato para terminar el primer tiempo, pareció como el ruido de la campana al costado de un ring de boxeo. El rojinegro había salido airoso gracias a un tremendo “uppercut” de Loncha, pero en la suma general había recibido demasiados golpes y tenía moretones por todos lados.

Si en el primer “round” la cosa había estado complicada, en el segundo sería todavía peor. Horneros no encontraba la pelota y se limitaba a defender en su propio campo, demasiado metido atrás. Las incursiones del local se repetían una y otra vez en el área rojinegra, pero el empate llegaría de la peor manera. Luego de un cabezado al medio, Tomi Melamed puso la punta del pie para rechazar, pero el balón se metió cerca del ángulo del arco de Juancho. La fortuna, que tantas veces había estado con el visitante, inclinaba su balanza hacia el otro lado.

Poco podría hacer en ataque el rojinegro. Los ingresos de Rodri, el Colo y Mati De Tullio le daban un poco más de aire al equipo, pero todo sería sufrimiento hasta el final para los de Salorio. Juancho tapó una tremenda con el pie y siempre hubo un rojinegro dispuesto a cruzar en el último segundo con tal de evitar la caída de su valla. Como un boxeador golpeado, Horneros parecía groggy, pero sacaba energías de cualquier lado con tal de mantener la vertical. Y así lo hizo. Aferrado a las cuerdas y a su historia combativa, el Club de los Once resistió y se llevó un punto. Falta el fútbol, es cierto. Y eso no es poco.


Resumen del partido:

Resultado: Mapuche 1 - Horneros 1

Formación inicial: Juan Peluffo; Adrián Kaminker, Fernando Lombraña, Esteban Bendersky, Marcos Peluffo; Nicolás Loncharich, Diego Peluffo, Tomás Melamed; Bubu Melamed; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Gol, en el primer tiempo: Nicolás Loncharich.

Cambios: Matías De Tullio por Emiliano Loncharich; Nicolás Korn por Esteban Bendersky; Rodrigo Agesta por Diego Lombraña.

La figura: La punta del pie de todos.

No hubo rendimientos sobresalientes para destacar. Lo mejor de Horneros fue su esfuerzo y su voluntad inquebrantable para defender con uñas y dientes, primero la ventaja que había conseguido y después el empate que le permitió llevarse un punto de Mapuche. Nada más.

25/5/09

Gran victoria: Horneros le ganó a Horneros

Aún carente de victorias en el torneo, Horneros sentía que ya era momento de cortar la racha. En el Reducto y contra un rival que también marchaba en los últimos puestos, la oportunidad era inmejorable. Pero la cosa no iba a ser tan fácil. Además de los muchachos de Banco Provincia, los rojinegros tenían que superar a un adversario mucho más peligroso: ellos mismos.

Como suele suceder durante esta temporada, Salorio tuvo problemas para armar la alineación. El arco, esta vez, quedaba en las manos del Colo Korn (y Rueda en el segundo tiempo, aunque la lesión de José Pérez cambiaría los planes), la defensa repetía sus nombres habituales (Juancho aún lesionado), y en el medio Nico Loncha jugaba desde el arranque por la derecha, mientras que Bubu volvía a ser el enganche y arriba salía a la cancha la dupla histórica Diego Lombraña – Doc Loncharich.

Desde un principio, el partido fue favorable para Horneros. El rival no mostraba grandes virtudes y, más allá de un gol legítimo para Banco no cobrado por el árbitro (la pelota pasó la línea), poco a poco el rojinegro se fue acercando al arco del visitante y generando las situaciones más claras de peligro. Al Negro Lombraña le anularon un gol de cabeza en posición dudosa y luego llegó la oportunidad desde los doce pasos: Rueda ejecutó fuerte y al medio, pero el arquero adivinó la intención y tapó el remate.

Los rojinegros no se desanimaron y siguieron yendo. Rueda tuvo la revancha luego de una buena combinación con el Melli Diego, pero el buen “1” visitante volvió a ganarle el duelo. Sería un inspirado Gordo Lombraña quien rompería el cero. Luego de una buena jugada colectiva, el Pepe Sand hornereano enganchó para la zurda en el borde del área y colocó la pelota junto a un palo con un medido remate. Golazo y 1-0 para el Club de los Once.

En el segundo tiempo, Horneros no pudo mantener el mismo dominio de la etapa inicial. Banco Provincia empezó a empujar hacia el arco de Korn, pero una sólida defensa y su propia ineficacia hacían casi imposible la igualdad. Por momentos, el rojinegro volvía a apoderarse de la pelota, pero tampoco parecía tener las armas suficientes para sellar el encuentro con uno o dos goles más a su favor.

Matías De Tullio ganaba casi siempre por la derecha, pero sus centros encontraban casi siempre las manos del seguro arquero visitante. El Melli Diego, inspirado y con confianza, también complicaba por su costado y triunfaba en el mano a mano con los defensores de Banco. Como siempre, faltaba la estocada final, el último pase, el remate certero a la red.

No pasaría mucho más en el encuentro, sólo la expulsión del "10" rival y una sucesión de cambios: el Chino Santarcangelo entró como enganche y Bubu se convirtió inesperadamente en segundo central; Rodri Agesta reemplazó al Chino Santarcangelo (que se resintió de una lesión); y un reaparecido Leandro Korn ingresó por Bubu en el fondo para llevarse la mejor ecuación “aplausos/minutos de juego” de la tarde.

Pasó Banco Provincia y Horneros retiró por ventanilla una victoria pequeña, pero con grandes intereses. Porque fue la primera del torneo. Porque fue en un Reducto que promete de ahora en más hacerse inexpugnable. Porque se sumaron tres puntos en una tarde que venía complicada. Porque Horneros superó al rival más difícil de todos. Porque Horneros le ganó a Horneros.


Resumen del partido:

Resultado: Horneros 1 – Banco Provincia 0

Formación inicial: Nicolás Korn; Adrián Kaminker, Fernando Lombraña, Esteban Bendersky, Marcos Peluffo; Nicolás Loncharich, José Pérez Acquisto, Diego Peluffo; Bubu Melamed; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Gol, en el primer tiempo: Diego Lombraña.

Incidencias, en el primer tiempo: el arquero le contuvo un penal a Rueda.

En el segundo tiempo: expulsado el “10” visitante.

Cambios: Tomás Melamed por José Pérez Acquisto; Matías De Tullio por Emiliano Loncharich; Juan Santarcangelo por Esteban Bendersky; Rodrigo Agesta por Juan Santarcangelo; Leandro Korn por Bubu Melamed.

La figura: Diego Lombraña.

El Melli fue el mejor jugador de la semana, metiendo motivación con su columna, pero después también “hablando” dentro de la cancha. Aportó un golazo para abrir la llave del triunfo y varias buenas intervenciones, especialmente en el segundo tiempo, aguantando, generando faltas y ganando casi siempre por su punta.

19/5/09

A veces buscamos mucho una respuesta que está frente a nosotros

Por Diego Lombraña

El domingo, cuando volvía para mi casa después de haber perdido ese partido de la peor manera, me pasaron un millón de cosas por la cabeza. Desde querer matar al árbitro hasta pensar en dejar de jugar los domingos, porque -aunque parezca una boludez- sentía que no estaba aportando nada constructivo.

Luego, comprendí que simplemente estaba pensando en aquellas cosas que nos faltan como equipo de fútbol, pero no estaba viendo la abundancia que tenemos como grupo y amigos, lo que nos llevó a cumplir metas mas allá de lo que nosotros mismos podíamos pensar en aquellos tiempos, como por ejemplo lograr un ascenso haciendo una segunda mitad de año increíble en el 2007 o pelearle de igual a igual a equipos como Hindú en el 2009 y terminando nuestra experiencia en Primera con la cabeza bien alta.

Esas cosas son las que tenemos que rescatar y perpetuar en nuestras acciones y pensamientos a la hora de hablar de este grupo, que por lo menos a mi tanto me ha dado y al cual le estoy eternamente agradecido, ya que pude conocer gente increíble, con quienes disfruto todos los domingos haciendo algo tan hermoso como jugar al fútbol. Y si bien sé que soy muy bocón (cosa que me ha llevado a comerme más de una puteada) quiero que sepan que estoy y estaré siempre con ustedes para lo que me necesiten.

Pero sí me veo en la obligación de exigir algo, más exactamente, de exigirnos algo como equipo: honremos esta camiseta, volvamos a luchar todos juntos, corriendo hasta el último aliento, peleando hasta que las piernas nos digan basta y aún así nunca abandonar a nuestro compañero.

Eso es lo que siempre supimos hacer y lo que debemos recordar. Estoy seguro que de este modo vamos a seguir por el buen camino, que está más allá del resultado. Este éxito se encuentra en la posibilidad de mirarnos a los ojos y saber que dimos todo por nuestro club, por nuestra camiseta, POR HORNEROS.

PD: EL DOMINGO SALIMOS CON “EL CUCHILLO ENTRE LOS DIENTES”.

Les mando un abrazo,

El gordo.

18/5/09

Oferta Horneros: 0-1 de descuento

Aún carente de victorias en el torneo, Horneros llegaba a Highland con una buena noticia: el regreso debajo de los tres palos de su arquero. Sí, Rodrigo Agesta se volvía a poner el buzo, ese que tanto lo extrañó durante las primeras fechas y que vio pasar a guardavallas improvisados como el Gringo Scoponi Kaminker, Van der Saar Korn y Rueda Campitos Peluffo.

Salorio paraba en la cancha un 4-3-1-2, con Bubu como enganche y Rueda de volante por izquierda, mientras que el lateral derecho continuaba en manos del experimentado Escandinavo. Ausencias en los rojinegros: Juancho Peluffo y el Chino Santarcangelo, con problemas musculares. Regresos: Nico Loncha, recuperado de su desgarro, esperaba en el banco por unos minutos de acción.

La tónica del partido quedó clara desde los primeros minutos: dos equipos con ciertas limitaciones, prestándose la pelota y con poca capacidad para generar situaciones de peligro. Así y todo, el local tenía un poco más el balón y también tendría las situaciones más claras del primer tiempo, especialmente un tiro libre que obligó a una doble contención de Agesta.

Horneros llegaba hasta el borde del área de contra y gracias a algunos errores defensivos, pero no alcanzaba a probar las manos del arquero rival. Faltaba tranquilidad y lucidez en los últimos metros, pero sobre todo escaseaba algo fundamental a la hora de la resolución ofensiva: audacia. Confianza y audacia para decidir el destino de las jugadas claves.

En el segundo tiempo, las cosas no cambiaron mucho en cuanto al juego. Pero, a pesar de las infinitas imprecisiones (Rueda no dio un pase al pie de un compañero), los rojinegros tuvieron las más claras: una entrada a boca de jarro que Mati De Tullio tiró por arriba, otra neta para Jesucristo que quedó frente a frente con el arquero y no pudo convertir, un remate a las manos del Negro Lombraña desde una posición muy favorable y un claro penal a Bubu que el árbitro prefirió no sancionar (no hay manera que no lo haya visto por el ruido mismo de la patada).

Pero Horneros parece buscar la tragedia. Es decir, a veces la suerte no lo acompaña. Es cierto. Sin embargo, es como si en algún punto sus jugadores también llamaran en cierto sentido a la desgracia. Y la desgracia volvió a tocar la puerta. Y en el descuento el “18” local aprovechó la oferta rojinegra de último minuto y facturó con una bola lenta que se metió mansita al lado del palo y desató la locura de Highland (y la amargura hornereana).

No hubo tiempo para más. Caras largas. Resignación. Incredulidad. Bronca con el hombre de negro. Un poco de todo. Bien lo dijo Salorio: “Si esto dura, nos vemos todos el jueves”.


Resumen del partido:

Resultado: Highland 1 - Horneros 0

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Adrián Kaminker, Fernando Lombraña, Esteban Bendersky, Marcos Peluffo; Diego Peluffo, José Pérez Acquisto, Tomás Melamed; Bubu Melamed; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Cambios: Nicolás Loncharich por Tomás Melamed; Matías De Tullio por Diego Lombraña; Nicolás Korn por Emiliano Loncharich.

La figura: Fernando Lombraña.

El Negro Lombraña sigue mostrando un buen nivel. Fue de lo mejor de Horneros, a pesar de sus excesos verbales y un par de reacciones desmedidas. Además, pisó el área rival y estuvo a punto de marcar un gol que hubiese sido clave.

11/5/09

Dio resultado, pero el resultado no se dio

Regreso al Reducto. Césped perfecto cual alfombra. Mundialista. Dan ganas de jugar bien al fútbol. Y hasta hace olvidar los seis goles en contra del domingo pasado. Los rojinegros llegan con un par de bajas, pero también con determinación de dar vuelta la mala actuación del último partido. Rueda va otra vez al arco, Juancho lo tiene que mirar desde afuera y el Escandinavo ocupa el lateral derecho. El Chino, de enganche y Bubu vuelve desde el arranque. Arriba, la clásica dupla Melli Diego – Doc Loncharich.

A poco de comenzado el encuentro, Horneros sufría otra baja: un tirón en el gemelo dejaba al Chino Santar fuera de acción y provocaba el ingreso de Jesús De Tullio. Sin embargo, el cambio de esquema parecía dar cierto resultado. El arco de Rueda no sufría demasiados sobresaltos y, aunque no brillaban, los rojinegros se las ingeniaban para hacer algunas buenas combinaciones. José Raulo Pérez se hacía eje en la mitad, quitando y administrando el balón de la forma que más le gusta: toque corto y por el piso. Además, el Doc estaba encendido y se movía casi siempre en forma acertada.

Al Club de los Once le faltaba lo de siempre, ese karma que arrastra desde la partida de jugadores de la talla de Sebastián Sotelo y Carlitos Rodríguez: gol. Nada más y nada menos. El Señor Gol, la esencia misma de este juego llamado fútbol. Actitud sobraba y el trámite del partido ante San Carlos (primero con puntaje perfecto) era parejo. Pero las situaciones en ambos extremos de la cancha se contaban con los dedos de una mano, como si se jugara de área grande a área grande.

En el segundo tiempo, las cosas no eran muy diferentes, pero el visitante (ahora sí) comenzaba a acercar más peligro para el arco de Rueda. Horneros iba perdiendo un poco de piernas en la mitad, aunque seguía con la intención de generar juego y también con su falta de claridad en los últimos metros, al punto que casi no inquietó al “1” de San Carlos.

Y la paridad se quebró. Un volante visitante tomó un rebote en tres cuartos de cancha, se tuvo fe y sacó un bombazo que pegó en el travesaño y se metió. Era un 1 a 0 doloroso. Horneros no estaba haciendo mal las cosas, pero se quedaba sin nada en un partido que pintaba para empate.

El rojinegro fue a buscar la igualdad. Siguió yendo con las mismas buenas armas que había mostrado en la tarde de Maschwitz, pero también con las mismas falencias: la ausencia casi total de remates contra el arco contrario. Así llegó el final del partido. La derrota dejaba un sabor amargo, pero también había conformismo por lo hecho dentro del campo de juego. El filósofo Salorio habló con tranquilidad. Con esa tranquilidad de aquel que sabe que a veces el resultado no lo es todo.


Resumen del partido:

Resultado: Horneros 0 – San Carlos 1

Formación inicial: Diego Peluffo; Adrián Kaminker, Fernando Lombraña, Esteban Bendersky, Marcos Peluffo; José Pérez Acquisto, Tomás Melamed, Bubu Melamed; Juan Santarcangelo; Diego Lombraña, Emiliano Loncharich. DT: Javier Salorio.

Cambios: Matías De Tullio por Juan Santarcangelo; Ezequiel Rambla por Esteban Bendersky y Diego Conti por Matías De Tullio.

Las figuras: Adrián Kaminker y José Pérez Acquisto.

El Escandinavo cumplió con creces su rol de lateral. Le salieron chichones de tanto ganar de cabeza contra rivales que lo superaban en altura y contuvo bien a los delanteros que iban por su punta. El Raulo siguió demostrando que a su habitual calidad le viene sumando dosis creciente de quite. Hasta que se quedó sin piernas en el segundo tiempo. También merece una mención Tomi Melamed, con buenas cuotas de fútbol por la derecha.

4/5/09

Seis pasos atrás

Ausencias. Jugadores con molestias. Llegadas tarde. Otra vez un arquero improvisado. Horneros llegaba a Cardales con problemas varios y, aunque la cancha del local estaba perfecta como siempre y el sol brillaba allá en lo alto, la tarde terminaría de la peor manera para el equipo de Javier Salorio.

La dura tarea de ponerse debajo de los tres palos esta vez le tocó a Rueda “Campitos” Peluffo. Con buzo mexicano y gran pinta de golero (sólo eso), el barbudo veterano era el encargado de custodiar la valla rojinegra. La defensa repetía su formación y en el medio arrancaba desde cero José Raulo Cascini Pérez Acquisto, junto al Chino, el Escandinavo y un resucitado Calenta Conti. Un poco más arriba, Tomi Melamed y Jesucristo De Tullio.

Repitiendo la constante de los últimos partidos, Horneros no arrancó mal. El conjunto de Salorio monopolizó la pelota en los primeros minutos y logró inquietar el arco de Cardales. Pudo haber llegado el 1-0, pero el árbitro anuló la que habría sido la segunda conquista consecutiva de Tomi Melamed por una supuesta posición adelantada.

Sin embargo, el buen arranque duró poco. El Club de los Once perdía con mucha rapidez la pelota en la mitad de la cancha y pronto el partido se emparejó. El local empezó a acercarse con peligro a la valla de Campitos. La defensa respondía casi siempre con eficacia, hasta que llegó una pelota parada desde la derecha, el centro al punto del penal y un cabezazo certero que estableció el 1-0 para Cardales. Bubu Melamed ingresó para darle un poco más de profundidad al ataque de Horneros, que fue a buscar el empate, pero el resultado no se modificaría y así se irían al entretiempo.

En el segundo tiempo, el rojinegro salió con la premisa de tomar el control del partido y llegar a la igualdad, pero las cosas no saldrían nada bien para los de Salorio. Cardales empezó a encontrar espacios en el fondo rojinegro. El primer mano a mano no fue gol de milagro, pero en el segundo llegó precisamente la segunda conquista de los locales, que con el 2-0 golpeaban duro las ilusiones hornereanas.

El técnico dispuso la salida de Campitos del arco para ocupar la franja derecha (Bebilacua se puso el buzo del “1”) y el Doc Loncharich ingresó por Jesucristo. Pero la debacle continuaría su curso. Al tercer gol de los locales se sumó un tirón que dejó a Rueda fuera de combate para el resto del partido y sendas dolencias que también afectarían al Escandinavo y a Juancho Peluffo. La mesa estaba servida…

Cardales fue llegando cada vez con más facilidad y así iría dándole forma al resultado final hasta llegar a un contundente 6-0. Horneros no pudo siquiera tener un consuelo desde los doce pasos. Luego de una mano en el área, el Chino se hizo cargo de la pena máxima y estrelló el balón en el travesaño. El árbitro lo hizo ejecutar de nuevo por invasión y el histórico hornereano desvió su remate. Lo único que quedaba era aguardar el silbatazo final…


Resumen del partido:

Resultado: Cardales 6 - Horneros 0

Formación inicial: Diego Peluffo; Juan Peluffo, Fernando Lombraña, Esteban Bendersky, Marcos Peluffo; José Pérez Acquisto, Adrián Kaminker, Juan Santarcangelo, Diego Conti; Tomás Melamed; Matías De Tullio. DT: Javier Salorio.

Incidencias, en el segundo tiempo: Juan Santarcangelo desvió un penal.

Cambios: Bubu Melamed por Diego Conti; Emiliano Loncharich por Matías De Tullio.

La figura: José Pérez Acquisto.

Por momentos, el Raulo demostró que está intacto. A su habitual y archiconocido toque corto y preciso, le sumó varios quites en la batalla de la mitad de la cancha. Falló en la jugada previa al segundo gol, pero eso no alcanza para empeñar su actuación, quizás la única que pueda destacarse de la triste tarde rojinegra.

27/4/09

La Pasión de Horneros

Segunda fecha. Por esas cosas que tiene Horneros, contra Miraflores los rojinegros eran locales en…, Miraflores. Pero la derrota del primer partido no pesaba tanto y el Club de los Once presentaba un plantel con la enorme cantidad de 14 jugadores. Para tirar manteca al techo, casi. Además, un hito trascendental sacudía la tarde: Juan Chino Santarcangelo volvía a jugar un partido oficial con la camiseta de sus amores luego de una larga ausencia.

Para el choque con Miraflores, Salorio movía las piezas. El Colo Korn debutaba oficialmente en Selección bajo los tres palos (emulando al recordado Van der Sar), Juancho iba de 4 y Bebi de 6, el Escandinavo y el Chino formaban el “doble 5” en el medio con Loncha y Rueda por los costados, Tomi Melamed se disfrazaba de enganche y arriba se confiaba en la “potencia” y la fe religiosa de Matías Jesucristo De Tullio.

Así salió Horneros a la cancha y en los primeros minutos las cosas le salieron bastante bien. Con presión sobre los jugadores rivales y salida rápida por la derecha, el equipo de Salorio se las ingeniaba para inquietar a Miraflores. Las jugadas más claras llegaron por medio de la pelota parada o con remates desde afuera. El Chino Santarcangelo había tomado su dosis diaria de pastillas “Tiro libre” e hizo estremecer el travesaño en un par de ocasiones.

Sin embargo, eso sería casi todo lo que harían los rojinegros en la etapa inicial. Miraflores empezó a dominar las acciones y comenzó el suplicio… Como si hubieran cometido algún pecado capital, los hornereanos fueron sometidos a ruinosos minutos en los que todo fue batallar por la supervivencia. Y vaya si batallaron los rojinegros… La defensa respondía casi cada vez que se requerían sus servicios y también emergió la figura del Colo, un arquero con una táctica muy especial, una suerte de equilibrista de la línea de valla dotado de enormes reflejos. Así, con un par de tapadas milagrosas del juvenil golero, el primer tiempo finalizó en cero.

Pero antes, Horneros sufriría una dolorosa baja: el carrilero Loncha sintió un fuerte tirón y cayó desplomado. Intuyendo lo peor, se lo pudo ver dándole palmadas furiosas al césped, casi al borde de las lágrimas. José Pérez, el eterno Raulo Cascini, ingresó en su reemplazo.

En el segundo tiempo, “La Pasión de Horneros” adquiriría capítulos aún más dramáticos. Cada ataque rival era un latigazo sobre el lomo descarnado de los rojinegros, que aguantaban los embates como si la sangre que brotaba fuera su savia, el alimento que los mantenía con vida. El Cirujano del Gol, para nada impresionable a estos derramamientos, tuvo una buena chance y estuvo por abrir el marcador. Pero la “injusticia no tan injusta” llegó cuando Tomi bajó una pelota cruzada y remató ídem al fondo de la red. Golazo.

Claro, si antes Miraflores atacaba con el cuchillo entre los dientes, luego comenzó a hacerlo directamente con instinto asesino. Los muchachos de Salorio aguantaron todo lo que pudieron, pero llegó el empate y los minutos finales volvieron a tener un tinte dramático. Pero el resultado no se modificaría. Los rojinegros, guerreros-poetas (a decir verdad, más guerreros que poetas), se llevaban un punto importante para empezar a crecer.


Resumen del partido:

Resultado: Horneros 1 – Miraflores 1

Formación inicial: Colo Korn; Juan Peluffo, Fernando Lombraña, Esteban Bendersky, Marcos Peluffo; Nicolás Loncharich, Adrián Kaminker, Juan Santarcangelo, Diego Peluffo; Tomás Melamed; Matías De Tullio. DT: Javier Salorio.

Gol, en el segundo tiempo: Tomás Melamed.

Cambios: José Pérez Acquisto por Nicolás Loncharich; Emiliano Loncharich por Matías De Tullio; Bubu Melamed por Tomás Melamed.

La figura: Fernando Lombraña.

Amo y señor de la defensa, el Negro Lombraña salvó las papas una y otra vez. Con Juancho corrido al lateral derecho, se hizo dueño del fondo y cumplió una muy buena actuación. Todavía habla de más, algo que puede mejorar.

20/4/09

Una pequeña derrota en Las Praderas

Primer round. Horneros estrenaba su nueva temporada en la “B”, quizás la categoría que más ha transitado a lo largo de los años de Selección en los torneos de la Asociación Intercountry de Fútbol Zona Norte. Y lo hacía con su sello, con total fidelidad a su historia: once jugadores (y ni uno más) listos para entrar a la cancha y dar lo mejor de sí. También se producía el regreso oficial del técnico-filósofo más grande que tuvo el rojinegro: Javier Salorio. Embargado quizás por la emoción, el entrenador perdió el camino hacia Las Praderas y arribó cuando el encuentro ya había comenzado.

La formación inicial hornereana presentaba algunas novedades, pero la más resonante estaba debajo de los tres palos. Adrián Escandinavo Kaminker se había puesto los guantes y no era por el frío. Sí, el mismísimo Gringo Scoponi. El de la patentada volada “bolsa de papas”. Y el “1” se había preparado para la ocasión: estrenaba un buzo verde regalo de su señora esposa, amplia conocedora de las artes futboleras y consciente de que ese color camufla al arquero con el césped y confunde a los delanteros.

A pesar de los contratiempos y una pretemporada poco promisoria, Horneros no arrancó mal su duelo ante Praderas. El equipo salió a presionar bien arriba, sin dejar jugar tranquilo al local y tratando de alejar las acciones del arco del Gringo Kaminker. Encima, un tiro libre de Juancho Peluffo encontró una floja respuesta del arquero, la pelota dio en el travesaño y el Melli Diego iniciaba el año de la mejor manera: empujándola al fondo de la red para poner el 1-0 para los rojinegros.

En la jugada previa al gol, el 20 local le había dejado sus cuatro tapones bien marcados a Loncha en una plancha que mereció la roja directa. Aunque de ojos saltones, el árbitro no afinó bien su mirada y sólo castigó con amarilla. El partido empezaba a ponerse calentito. Pero el principal escollo pasaba por controlar al Del Potro que tenía Praderas. Una verdadera torre que bajaba todos los pelotazos que le tiraban sus compañeros y que no carecía de cierto dominio con el balón.

Salvo una tapada intuitiva del Gringo (sacando por encima del travesaño un fuerte remate), Horneros no pasaba demasiados sobresaltos. Pero llegó un desborde por la derecha y, justo antes del final del primer tiempo la torre de Praderas conectó de cabeza un centro al segundo palo para establecer el 1-1. La casa de naipes que el Club de los Once había construido con tanto trabajo empezaba a desmoronarse…

En el segundo tiempo, Horneros no empezó bien. Los locales comenzaron a monopolizar el balón y las llegadas al arco de Kaminker aumentaron en número y peligrosidad. El “1” tapó muy bien un par de remates, pero nada pudo hacer cuando a la salida de un corner la torre de Praderas encontró una pelota suelta al borde del área chica y la mandó a guardar con un tiro fuerte, bajo y esquinado.

Con pocas armas, el rojinegro fue en busca del empate, pero las jugadas más riesgosas seguían sucediéndose en la valla de Scoponi, que puso aún más verde su vestimenta de tanto revolcarse. Pudo haber llegado la igualdad cuando Loncha quedó cara a cara con el arquero pero se le fue un poco larga. O en alguno de los corners de los minutos finales, cuando ya se había producido la vuelta del Cirujano del Gol, que merodeaba el área. Pero lo único que obtuvo Horneros fue la expulsión del Melli Diego y el 3-1 que llegó en un contraataque letal.

El Club de los Once se fue con una derrota a cuestas. Una pequeña derrota, si se considera la levantada en un rendimiento que venía siendo flojo y la actitud demostrada a lo largo de casi todo el encuentro, aunque aún queden muchísimas cosas para mejorar. El domingo que viene habrá revancha.


Resumen del partido:

Resultado: Las Praderas 3 - Los Horneros 1

Formación inicial: Adrián Kaminker; Esteban Bendersky, Fernando Lombraña, Juan Peluffo, Marcos Peluffo; Tomás Melamed, Diego Peluffo, Nicolás Loncharich, Bubu Melamed; Diego Lombraña y Matías De Tullio. DT: Javier Salorio.

Gol, en el primer tiempo: Diego Lombraña.

Cambios, en el segundo tiempo: Emiliano Loncharich por Tomás Melamed.

La figura:

No hubo una figura sobresaliente, aunque pueden destacarse algunos rendimientos aceptables. Buenos momentos de Nico Loncha y Tomi Melamed en el medio y de la mayor parte de la defensa hornereana. A pesar de los tres goles, el Gringo también cumplió una buena tarea.

16/3/09

Luche y vuelve

Los Horneros ya tiene una nueva fecha patria. El 15 de marzo de 2009 será recordado como el día que uno de los máximos próceres hornereanos volvió de su largo exilio y pisó nuevamente su tierra, su pedazo de césped en el mundo. Sí, Juan Chino Santarcangelo volvió a ponerse la camiseta rojinegra (nada menos que la “10”) y, aunque no se trató de un encuentro oficial, por unos minutos su fútbol se paseó otra vez por ese Reducto que tantas hazañas suyas supo contemplar.

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que el Chino pisó suelo sagrado, quizás demasiado. La tierra despareja se había convertido en verde alfombra y muchas caras habían cambiado. Ya no habían Pucheros, Cucharitas, Bochas o Sotelos. Allí, ahora se veían rostros jóvenes como los de Bubu, Juancho, Rodri Agesta, Tomi y hasta el recién llegado Nico Korn. Otras caras, en cambio, eran las de siempre (bueno, no totalmente): Rueda, Bufo, Escandinavo, Emi y Nico Loncha. La de siempre también era la pelota, esa que el caudillo hornereano siempre trató de la mejor manera. Y en el banco, un viejo conocido: nada menos que Javier Salorio. No todo había cambiado.

El partido no ofreció mucho más. Fue un 3-0 sin complicaciones que sólo quedará en los libros por lo dicho más arriba: el regreso del Chino en la cancha y Salorio del otro lado de la línea de cal, un pedazo de historia viva de Los Horneros. Bueno, también se podrá recordar por un caño a lo Riquelme del ex Profe Loncha (cuánto lirismo teníamos en el banco…), una gran tapada de Rueda Cristante Peluffo (invicto en sus 20 minutos en la valla) y el debut más que promisorio del Colo Nico Korn (ilusiona su mezcla de quite y creación). ¿Los goles rojinegros? El Melli Diego, con definición pausada pero efectiva, Nico Korn y nuevamente el Pepe Sand rojinegro, esta vez clavándola en el ángulo con un sutil toque de derecha.

Luego, llegó quizás el momento más esperado por todos: la charla saloriana. Allí, el DT minimizó el valor de la victoria, marcó algunos errores, dejó sus primeros conceptos y también una buena frase, fiel a su costumbre. “Estaban tan aburridos que se iban a poner en el medio de una autopista para que los pise un auto”, tiró (o algo así) el flamante filósofo-entrenador. Ya está, la tarde estaba completa.

15/1/09

Va a ser un "tour guiado por el infierno"

Sí, vuelve Javier Salorio. El hombre de las mil frases. El filósofo del fútbol. El que nos enseñó que, a veces, "la injusticia no es tan injusta". El que nos hizo sufrir tantas veces entrenando después de un mal partido. El que lleno de ira en un entretiempo revoleó una pelotita de golf al río y casi le saca la cabeza a un crack rojinegro. El que gritaba "¡¿Quieren ganar?!", "¡Son feos!" y tantos otros.

En realidad, Salorio nunca se fue. A lo largo de los años, se hacía presente en cada charla, en la memoria de cada uno de los jugadores de Los Horneros que alguna vez tuvo la suerte de tenerlo como técnico. Porque trascendió generaciones y casi no hay un rojinegro que no haya recibido alguna de sus sabias enseñanzas.

Vuelve Salorio. A su casa, el Club de Campo Los Horneros. Ese lugar al que arribó casi veinte años atrás y que lo vio crecer como técnico y como persona. Cómo pasa el tiempo... Vuelve Salorio. Y no tengan dudas, va a ser un "tour guiado por el infierno".