29/8/07

Leandro Korn = Peter Crouch

Los cracks hornereanos tienen todos su "otro yo" en el fútbol profesional. Por características físicas, futbolísticas o ambas a la vez, jugadores consagrados que nos hacen acordar a nuestros humildes ídolos domingueros. Este blog inaugura hoy la sección "Dos gotas de agua" y lo hará con una de las comparaciones que cumple con todos los requisitos, la de Leandro Gandhi Korn con el espigado robot inglés Peter Crouch.

El número nueve de Horneros tiene muchos puntos de contacto con el referente de área del Liverpool y la selección inglesa. Una altura kilométrica, una piragua en cada pie, un rostro duro y huesudo. Está claro que ambos son una invitación constante para tirar centros, aunque cuando uno lo ve cabecear a Gandhi, a veces prefiere tocar por abajo.

Pero la torre hornereana también tiene otros "espejos". La referencia al arquero holandés Edwin Van der Sar es ineludible y nuestro joven inmobiliario ha llegado a demostrar grandes cualidades bajo los tres palos.

Los hinchas más memoriosos todavía recuerdan aquel partido con Mapuche, cuando el lungo se calzó los guantes y fue fundamental para el 0-0 final. A pesar de esto, sigue siendo el tercer arquero detrás del consagrado Agesta y el experimentado Gringo Scoponi, mentor de la famosa volada "bolsa de papas".

La cosa no termina ahí, porque algunos mal intencionados ven en Gandhi a uno de los tantos tristes defensores centrales que tuvo Independiente en los últimos tiempos, el largo y poco virtuoso David Abraham, actualmente en el Gimnástic de la segunda división española.

Claro, todos recuerdan que nuestro "9" supo ser un sólido zaguero, impasable de arriba y abajo, y dueño de un cañón muy útil a la hora de tirarla a cualquier lado cuando las papas queman. Por eso, no llama la atención que muchos integrantes del plantel pidan por lo bajo su regreso a la línea de fondo.

26/8/07

Un empate con sabor a poco

Tarde fría y lluviosa en Banco Provincia. Los Horneros llegaba con la necesidad de ganar tres puntos ante un rival directo en la lucha por el ascenso y que estaba arriba en la tabla. Con algunas bajas, los del Pelado Miguel y el Profe Nicolás Loncharich eran once justos, casi una constante en los últimos compromisos del equipo de Ingeniero Maschwitz.

Aunque al principio hay algunas dudas sobre la realización del partido, el árbitro da señales de querer jugar. En el vestuario, la charla se centra en el estado de la cancha y el calvo DT deja una clara muestra de su filosofía futbolística: "Cualquier cosa, la tiramos por arriba del alambrado". El componente joven de la dupla técnica pone enfásis en la entrega y, al mejor estilo Néstor Retamar, conmueve con sus palabras a los once hornereanos.

En los primeros minutos, Horneros parece haber entendido bien el mensaje. Los pelotazos para los delanteros complican a la defensa de Banco, que no puede salir del asedio y prácticamente no cruza la mitad de la cancha. Leandro Crouch Korn las gana todas de arriba y el Doc Loncharich demuestra su sabiduría para acomodar el cuerpo y proteger la pelota.

El equipo de Maschwitz gana seguido en los centros y falta poco para acertar algún cabezazo goleador. Encima, Adrián Escandinavo Kaminker entra al área por la derecha, lo tocan abajo y -aunque no se tira- el árbitro cobra penal. Horneros tiene su chance. Luego de una breve charla entre el Mellizo y Rueda, es éste último el que ubica la pelota al lado de un charco. El remate del capitán no es del todo esquinado y el arquero logra sacarla al córner. El barbado no lo puede creer y se lamenta por una acción que podría haber sido decisiva. Burro.

Algunos minutos después, el Doc hace una buena jugada y lo deja solo al Escandinavo. El remate cruzado del colorado más famoso de la Liga parece tener destino de red ("Golazo!", grita el Carnicero González), pero la pelota se va besando el poste derecho. A partir de ahí, Banco toma las riendas de las acciones y crea un par de jugadas de riesgo, una que da en el palo y otra que neutraliza rápido de piernas el juvenil Agesta.

En el segundo tiempo, Horneros demuestra que está muy concentrado y tiene el arco entre ceja y ceja. Crouch Korn quiere sorprender al arquero en el saque desde el círculo central. El tiro sale corto y algo desviado, pero lo peor es que... el árbitro no había dado la orden. Un blooper del largo número nueve, que en su segunda oportunidad prefiere tocar corto con el Doc.

El juego no tiene un dominador claro. Pelotazo va, pelotazo viene. El estado de la cancha no ayuda y casi no hay situaciones de peligro. Sobre el final, ya en tiempo de descuento, el equipo de Maschwitz pudo haberlo ganado con un córner desde la derecha. La pelota queda boyando en el área y pega en la mano de un rival, pero el hombre de negro prefiere mirar para otro lado y el partido se va en cero.

En el vestuario hornereano, predominan las caras largas. El Pelado Miguel felicita por la actitud, pero Loncha no parece tan conforme. Argumenta que faltó decisión para ir a ganar el partido y también arremete por el confuso episodio del penal en el primer tiempo. No hay pizza antes de la vuelta, tampoco quorum para una picada en la taberna de Miguel. Los jugadores se van cabizbajos por un empate con sabor a poco.

Resumen del partido:

Formación: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Juan Manuel González, Juan Peluffo, Mariano Tewel; Adrián Kaminker, Diego Peluffo, Francisco Augeri; Diego Lombraña; Leandro Korn, Emiliano Loncharich. DT: Héctor Miguel - Nicolás Loncharich.

Incidencias: En el PT, a Rueda Peluffo le contuvieron un penal.

Las figuras: Emiliano Loncharich y Mariano Tewel.

El delantero buscó siempre y las aguantó todas, demostrando toda su experiencia para jugar en la lluvia. Sólo le falto el gol. Con un poco más de Nestum en su dieta, sería el Batistuta de la categoría.


Por su parte, Franz Tewel demostró solidez y casi no tuvo fisuras ante rivales complicados y de buen manejo, como el número 10 de Banco. También debe destacarse lo del otro lateral, Tommy Melamed.

Premio Carlitos Rodríguez: Vacante. La cancha no ayudó y no hubo lugar para jugadas de fantasía. Todo fue tirar pelotazos para los de arriba.

Premio Patadita Borinsky: Escandinavo Kaminker.

El nórdico volante hizo gala de su habitual juego brusco. Lo corrió al 10 desde atrás y no dudó en tirarle con todo cuando enfilaba para el área. Amarilla para el veterano K, que encima protestó.

20/8/07

Como le gusta al PAMI: en el escritorio

Mucha motivación a pesar de la tarde fría. Sin embargo, cuando llegamos a la cancha, la noticia nos congela la sangre: Cardales no se presenta. Horneros se llevaba una victoria 2-0 sin transpirar, tan sólo con siete firmas estampadas sobre una planilla. Como le gusta al PAMI, clinck-caja, tres puntos en los escritorios, sin riesgo de lesiones. El Bufo, que había suspendido el turno con el especialista en caderas, sonríe y se anima a dar un par de vueltas al trotecito...

Después, algo así como una hora de ejercicios donde los muchachos demuestran una precisión..., lamentable..., un triángulo mágico y un sólo gol. El tanto, como siempre, aporte del máximo anotador hornereano en actividad: el Doc Loncharich.

Para terminar, un picado-desafío por la Coca. De un lado, los juveniles más Franky (padre de una criatura, veterano por donde se lo mire); del otro, el PAMI, con su altísimo porcentaje de jugadores que no están al 100 por ciento de sus posibilidades, más el Profe en el arco, toda una garantía.

Para demostrar su solidaridad con los de su misma estirpe (los físicamente condicionados), los jubilados dejan jugar en libertad al Negro "Ligamentos" Lombraña, que marca el 1-0 con la clara complicidad del Profe, que le deja todo el primer palo libre. "Bienvenido Negrito", parecen decirle los veteranos con su admirable gesto de grandeza.

Claro, luego surge la actitud ganadora de siempre y el empate no tarda en llegar. Un error de Juancho "Raldes" Peluffo, le permite al Riquelme hornereano empujarla a la red y poner el 1-1. De ahí en más, los más viejos se dedican a administrar energías y cuidar los huesos para el siguiente domingo.

En los penales, un travesaño maldito, un ojo de aguila que nunca llegó y el adelantamiento del arquero sub 20 terminan de inclinar la balanza para los más jóvenes + Franky. El clásico "ya tenemos la chapita" suena en un "Reducto" sin público por los hechos de violencia y en el que, paradójicamente, no estaban dadas las garantías para continuar. Así lo indicaba con claros gestos el jefe del operativo detrás del arco que da al arroyo. Pero las presiones de la TV pudieron más y una nueva injusticia tuvo lugar en un fútbol argentino que ya se está cansando de tantas irregularidades.

19/8/07

Para nosotros, es un Mundial

Calculo que le debe pasar a la mayoría. Cuando cancelás programas por un entrenamiento o por el partido de los domingos, la gente no te entiende. Piensan que sos un enfermito, un pobre tipo sin nada mejor que hacer o una especie de ser básico y primitivo, algo así como un hombre de Neanderthal.

Nadie parece comprender que, para nosotros, esto es un Mundial. Lisa y llanamente. ¿Cómo explicar lo que se siente cuando entrás a jugar al "Reducto"? El césped está más verde que nunca y sentís el calor del sol que le pega a la sagrada camiseta negra. Agarrás una pelota y te vas solo a meterla contra el arco del río para hacer un gol que no vale nada, pero que lo explica todo a la vez. La historia de cientos de partidos late en cada metro de esa cancha de no más de 100 x 60. Es una tarde perfecta para jugar al fútbol.

Y aunque puedas jugar en cualquier otro lado, meterte en algún otro torneo de esos que ahora crecen como los yuyos, o simplemente dedicarte a los picados informales o los fútbol 5 con amigos en la semana, Horneros es otra cosa. Horneros tira. No sabés bien qué es: la camiseta, la cancha, los pibes, la historia, un torneo competitivo o qué carajo. Pero llega el domingo y hay un único lugar dónde querés estar. Hasta lo aclarás cada vez que conocés una chica: está todo bien, pero los domingos no contés conmigo.

Para nosotros, es un Mundial. ¿Cómo se puede explicar sino que una derrota te pueda cagar toda una semana? ¿O que hacer el gol de la victoria te convierta en un tipo que se ríe solo mientras camina por la calle, nada menos que un lunes? Claro, un gol que se repite en sueños, entrando una y otra vez, goleando a una noche que no querés que termine nunca...

Por eso, Horneros se merecía este blog. Para que todos los que formamos parte de este equipo podamos disfrutar -y sufrir- con las historias que construimos todos los domingos. Para que sigamos conectados durante la semana, prendidos a esto que tanto nos genera, cada vez más unidos como grupo cualquiera sea el resultado.