22/7/08

Hay que pasar el invierno…

Primera fecha del reducido por la Permanencia. Contra La Tradición y de visitante, Horneros se juega mucho más que tres puntos. Es un rival directo en una cancha conocida y los rojinegros llegan confiados en poder lograr una victoria y arrancar con el pie derecho el sueño de quedarse en la “A”. Hasta el Profe Loncha parece más metido que nunca y se luce con las palabras en la que –creo- es la mejor charla previa del año.

¿Cómo se explica entonces que a los 3 minutos del primer tiempo Horneros ya esté 1-0 abajo en el marcador? Un descuido, mala suerte, una siesta tempranera, uno ya no sabe qué pensar…; lo cierto es que el trámite del partido se vio modificado desde su inicio y los de Ingeniero Maschwitz jugaron el resto del encuentro con cierta presión y apuro sobre sus espaldas.

Los rojinegros intentaron por todos lados, pero no encontrarían los caminos hacia la red. Pudo haber llegado el empate muy rápido, cuando el Melli hizo estallar la pelota contra el travesaño luego del único error del buen arquero local en todo el partido. Después, se lo perdieron el Melli Negro (increíble mano del Doc) y el propio cirujano en la boca del arco, Bubu tuvo alguna entrando por la derecha y el “1” tapó como pudo un tremendo tiro libre de Juancho (pareció penal, pero el línea cumplió con la regla de los asistentes y prefirió no comprometerse).

En el segundo tiempo, más de lo mismo. Por momentos, pareció un verdadero ping-pong contra el arco de La Tradición. Uno, dos, tres rebotes, pero siempre llegaba una pierna rival o el arquero o la propia impericia de los rojinegros a la hora de rematar impedían lo que hubiese sido una obvia igualdad. El arquero le tapó una buena al ingresado Tomi Sirvarjer, pero casi siempre faltó decisión a la hora de meterse en el área y quedar mano a mano.

Todo esto enmarcado en el clásico juego sucio que siempre proponen los tradicionalistas (y al que Horneros no le cuesta nada entrar). Nervios, exceso de pulsaciones y reclamos constantes: elementos que dificultaron el juego hornereano, que igual fue muy superior y mereció llevarse algo más que un jugador con un corte en la ceja y una expulsión de los contrarios. Pero a esa altura el partido ya estaba 2-0 para el local, gracias a una contra que agarró mal parados a los rojinegros (buena definición del “7”).

Otra vez, Horneros se fue con las manos vacías. Más que nunca, la sensación fue de pura impotencia. Un sentimiento que se hace aún peor porque se viene el receso invernal y los de Loncha estarán un mes sin poder jugar, acumulando ganas de desquitarse, de demostrase a sí mismos que pueden. Hay que pasar el invierno… (y volver con todo).

Resumen del partido:

Resultado: La Tradición 2 – Los Horneros 0

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Juan Peluffo, Adrián Kaminker, Fernando Lombraña, Marcos Peluffo; Bubu Melamed, Zequi Rambla, Diego Peluffo, Federico Pérez Acquisto; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Nicolás Loncharich.

Cambios: Tomás Sirvarjer por Zequi Rambla; Fernando Lía por Federico Pérez Acquisto; Mariano Tewel por Marcos Peluffo.

La figura: Cuesta destacar a un jugador en particular, aunque no especialmente por una cuestión de bajo nivel. Dentro del aceptable rendimiento general, Bubu volvió a hacer algunos movimientos interesantes y con Juancho (que esta vez pareció más suelto de lateral) por momentos lograron lastimar por derecha.

18/7/08

Amigos de la Permanencia

El domingo arranca una de las epopeyas más importantes en la historia de Los Horneros: el “Operativo Permanencia”. Contra La Tradición y de visitante, Horneros tiene la gran oportunidad de sumar sus primeros tres puntos de cara a su gran objetivo de 2008, el que estoy seguro vamos a conseguir.

Cualquiera que lo mire desde afuera tal vez diría que estoy loco, que sólo conseguimos ocho puntos en 13 partidos. Pobrecito, caería preso de la dictadura de la tabla, ignorante de todo lo que pasa en la intimidad rojinegra. Debo reconocer que todo esto es algo extraño, pero a pesar de los resultados tengo la entera convicción de que nos vamos a quedar en la “A”.

El domingo es también el “Día del Amigo”. Una gilada comercial (los que me conocen saben lo que pienso al respecto), pero que me hizo volver a pensar en lo más importante que tiene este equipo: su unión. Créanme, no exagero: este es quizás el Horneros más unido de toda la historia y eso no es poco. Es más, es tener el 80% del camino recorrido. El 20% restante lo tenemos que poner adentro de la cancha, con compañerismo y entrega, pero también con fútbol (que de eso se trata este juego, al fin y al cabo).

Escuché mucho la frase “es imposible que seamos todos amigos”. Es cierto, somos distintos, con edades e intereses diferentes, pero yo creo que dentro de la cancha estamos forjando una relación indestructible. Ojalá todos los domingos (y en los entrenamientos de la semana) podamos seguir honrando el principio más importante de toda amistad: estar dispuesto a dar todo por el otro, a sacrificarse y pensar siempre en el compañero que se está matando a nuestro lado.

Contra La Tradición, empieza una gran oportunidad. No la dejemos escapar. Disfrutemos cada minuto de esos 90 y más que tenemos en cada partido. Aprovechemos este espacio único, esta posibilidad de practicar el deporte que amamos con amigos, hermanos, compañeros que conocemos hace años.

Y no nos quedemos en las palabras. Las palabras son lindas, pero rara vez pueden lograr algo por sí solas. Seamos amigos de la acción. Transformemos todo lo que sentimos por la rojinegra en energía real: un pique más en el segundo tiempo, una corajeada, una pierna fuerte para ganar otra pelota dividida. Por nuestros compañeros, pero también por cada uno de nosotros, hagámonos amigos de la Permanencia.

14/7/08

Cuestión de peso… ofensivo (un clásico)

Última fecha de la primera fase en el Reducto. Horneros venía de una buena victoria ante Aranjuez, pero quería extender su optimismo de cara al comienzo de la segunda parte del campeonato, la más importante, aquella del tiempo de definiciones. Contra Maschwitz, el resultado no era lo más importante (sí el rendimiento y no terminar con expulsados ni lesionados), pero igual era un clásico y los guerreros de Loncha buscaban saldar la deuda interna: cero puntos jugando de local.

Cuestión de peso. En la previa, el DT peló balanza y agarrate Catalina Dlugi… Uno a uno fueron pasando los cracks rojinegros, algunos de los cuales habrían hecho un ayuno de dos días para mejorar su performance. Para sorpresa de todos, con 84 kilos, el "Gordo" Agesta compartió la punta de la tabla (de quesos) con Fefi Lía (que no es Salgado), mientras que Tomi Sirvarjer apenas le hizo cosquillas al artefacto: sus 62 sólo quedaron por debajo del Bufo, el veterano purohuesos. El batacazo lo dio el Melli Diego Lombraña, que marcó 75 y levantó sospechas sobre la escasa calibración de la balanza...

A la hora del partido, Horneros demostró desde el comienzo sus renovados bríos, aunque la tenencia de pelota se inclinaba para el lado del visitante. Maschwitz ganaba más en la mitad de la cancha en el marco de un encuentro rápido y vertiginoso, lo que iba desgastando el físico de los locales. Sin embargo, las situaciones de gol no abundaban y parecía difícil quebrar el cero.

Pero Horneros durmió su clásica siesta de 15 minutos y lo pagó caro. Un buen pelotazo sobre la cabeza de los centrales encontró habilitado a un delantero más académico que tricolor, quien –aunque el pibe Agesta atoró bien- definió arriba con poco ángulo y puso el 1-0 para los visitantes. Historia conocida…

Por supuesto, los rojinegros recibieron la cachetada, despertaron rápidamente de su letargo y empezaron a presionar más arriba. Una gran apilada de Bubu Melamed y alguna buena asociación con Tomi Sirvarjer fueron lo mejor de un primer tiempo con pocas luces. También resultaron muy aplaudidos (por los rivales) los cuatro o cinco tacos que tiró Totono Toti Galera y Bastón Pérez Acquisto. Además, al lírico “10” hornereano no le dieron un claro penal que podría haber sido el empate…

El segundo tiempo trajo un cambio posicional: el Guerrero Escandinavo pasó a integrar un doble cinco con Rueda y Nano Tewel ingresó en el fondo. Horneros empezó a quitar más en la mitad y a acorralar a un Maschwitz que parecía desconcertado. El máximo dilema era el de siempre: cómo hacer para inquietar al arquero contrario (una mezcla del "Flaco" Vivaldo e Iggy Pop que tenía como 58 años…)

Pero la desgracia volvió a golpear a los rojinegros. Un rechazo defectuoso del Bufo fue capitalizado con una tremenda volea que se clavó en el ángulo de Agesta y estableció un 2-0 que era demasiado castigo para los muchachos de Loncha.

Pudo haber descontado Horneros luego de otra gran jugada de Bubu, que habilitó a un Melli Diego que no pudo concretar. En su regreso a las canchas, también tuvo su chance el Doc, pero la pelota terminó mansita en las manos de Iggy Vivaldo. Y las esperanzas de que Juancho Peluffo por fin pueda mojar de tiro libre quedaron truncadas por partida doble…

No hubo caras tristes después del silbatazo final. Horneros se fue tranquilo por lo hecho dentro de la cancha, donde todo pareció reducirse a lo de siempre: una “cuestión de peso” ofensivo... Lo que viene, lo que viene es el primer capítulo de los doce que tendrá una historia apasionante: “La permanencia”. No se lo pierdan…

Resumen del partido:

Resultado: Los Horneros 0 – Maschwitz Tricolor 2

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Juan Peluffo, Adrián Kaminker, Fernando Lombraña, Marcos Peluffo; Zequi Rambla, Diego Peluffo, Bubu Melamed; Federico Pérez Acquisto; Diego Lombraña y Tomás Sirvarjer. DT: Nicolás Loncharich.

Cambios: Mariano Tewel por Zequi Rambla; Fernando Lía por Federico Pérez Acquisto; Emiliano Loncharich por Adrián Kaminker.

La figura: Bubu Melamed. El jugador más joven del plantel demostró también que es por lejos el más habilidoso. Un par de apiladas en velocidad y una asistencia al Melli Diego lo distinguieron del resto. Además, corrió mucho a lo largo de todo el partido. El “distinto” llega 10 puntos a la mejor parte del torneo.

8/7/08

La tormenta perfecta

Domingo gris y lluvioso (¡Lindo día para comer un asado!). Una leve tormenta en la previa presagia una cancha rápida en Aranjuez. Pero Horneros está preparado: el Profe Loncha mete un piloto amarillo espectacular y –salvo el accidentado “Che” Tewel- el plantel se hace presente para enfrentar un nuevo desafío. Ni siquiera el violento Tomi Melamed se lo quiere perder, aunque le hayan aplicado el “derecho de admisión” y se vea obligado a mirarlo desde el otro lado del alambrado.

Pero otra sorpresa sacude el ambiente a minutos del partido: un escarabajo amarillo aparece en el horizonte y quien viaja en su interior no es otro que el gran “Tiki”, ex técnico de la rojinegra. El clima se pone denso y las suspicacias rondan las cabezas de los jugadores. ¿Acaso Loncha está en la cuerda floja por los malos resultados? ¿Habrá perdido el apoyo de la dirigencia –con Augeri a la cabeza- y de Rueda y sus “Gordos”? La ausencia del Pelado Miguel no hace más que aumentar las sospechas. ¿Le habrá soltado la mano el mufoso coordinador al joven DT que lograra el ascenso?

Cuando la pelota comienza a rodar, algo queda claro: el plantel banca al técnico. Horneros sale a atacar con todo a un Aranjuez que arranca diezmado y mete varias situaciones en los primeros minutos. Los rojinegros le cascotean el rancho al arquero local, pero otra vez queda evidenciada la mala puntería del equipo de Ingeniero Maschwitz. A veces es el “1” quien despeja el peligro, pero casi siempre son los muchachos de Loncha los que fallan a la hora de la definición.

El Rueda se cansa de pegarle desde afuera (casi siempre al cuerpo de un defensor), el Escandinavo también prueba de media distancia, el Negro Lombraña arremete en un par de corners pero tampoco puede, Bubu y Tomi Sirvarjer tienen alguna chance pero la bola parece no querer entrar.

Hasta que el Melli Diego prueba y el arquero local da un rebote largo. Tomi aprovecha y toca suave contra un palo. Que entra, que no entra. Por las dudas, Bubu la empuja y pone el merecido 1-0 para Horneros, más que un gol toda una metáfora de lo que le cuesta convertir a los rojinegros.

Aranjuez hace poco y nada, salvo alguna contra que encuentra buena respuesta en el pibe Agesta. La primera, un error de cálculo del Bufo, la segunda un bochazo cruzado también a espaldas del veterano defensor; en ambas, el joven arquero se las ingenia para desactivar el peligro y el primer tiempo termina con el marcador a favor de los visitantes.

En la segunda parte, Horneros cede un poco el protagonismo y el local presiona más cerca del arco de Agesta. El rojinegro pierde rápidamente la posesión de la pelota y sufre un par de sofocones. La más clara, una triple situación que no termina adentro de milagro: remate y rebote largo de Agesta, cabezazo al travesaño y posterior derechazo al palo. Era injusto, pero no hubiese sido la primera vez…

Sin embargo, Horneros lo pudo liquidar. Tomi encontró mal parada a la defensa local en una contra, dejó un tipo por el camino y cuando le salía el segundo tocó para el Melli. Definición exquisita en el mano a mano y 2-0 para Horneros. Ahora sí, a soltar un poco la angustia acumulada y disfrutar los últimos minutos del partido. Y casi llega el tercero, pero esta vez el travesaño le negó al Gordo la posibilidad de un glorioso doblete.

Llegó el final. Horneros volvió a la victoria. Con el empuje y las ganas de siempre. Con la motivación intacta a pesar de la mala racha. Con el fruto de una semana de buena presencia en los entrenamientos. Con la valla invicta, por primera vez en el torneo. Con un auténtico Negro Lombraña, que minimizó el triunfo y se quejó hasta de las cocas post-partido (tenés razón, no hay nada peor…) Con una tormenta perfecta y un piloto amarillo que parece medio trucho, pero vale mucho más que un traje.

Resumen del partido:

Resultado: Aranjuez 0 – Los Horneros 2

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Fernando Lombraña, Juan Peluffo, Marcos Peluffo; Francisco Augeri, Diego Peluffo, Adrián Kaminker, Bubu Melamed; Federico Pérez Acquisto; Diego Lombraña y Tomás Sirvarjer. DT: Nicolás Loncharich.

Goles: Bubu Melamed (primer tiempo) y Diego Lombraña (segundo tiempo).

Cambios: Fernando Lía por Federico Pérez Acquisto; Zequi Rambla por Bubu Melamed.

La figura: Otra vez, el Bufo volvió a demostrar… (perdón, es la costumbre…). Quizás no hubo una gran figura, pero sí varias cosas para destacar: las respuestas clave de Agesta en el primer tiempo, la vuelta al gol del Melli, la buena tarea de Tomi en el ataque. Lo más importante fue tal vez que el equipo pudo mantener el cero en su arco, gracias al esfuerzo de todos y a una defensa que parece ir afirmándose.

3/7/08

Hasta la victoria siempre

Por Mariano Tewel

Como dice nuestro capitán, soy el más veterano del "equipo de los 11". Empecé a jugar en Selección más o menos a los 17, 18 años, cuando todavía tenía pelo y lo usaba largo.

Ya todos han escrito las sensaciones y sentimientos que tienen y les genera vestir cada domingo la rojinegra, así que no hay mucho más para escribir de eso, porque a mi me pasa lo mismo. Si hago un repaso por los puestos donde jugué, llego a la conclusión que mi fútbol ha ido involucionando, ya que empecé jugando de 7 y ahora soy un defensor, pasando algunas veces por el medio campo.

La verdad que no me puedo quejar, Horneros me dio las mayores alegrías, ese gol en cancha de Las Praderas va a quedar grabado para siempre en mi memoria. Pocos de los que están hoy estuvieron ese día, así que el resto no sabe ni de lo que estoy hablando, quizás Rueda más adelante pueda aportar algo más. Pero ese campeonato fue increíble y nos dio el ascenso a la "A". Un dato histórico: en ese campeonato yo pateaba los penales.

Para mi, ir a jugar los domingos significa mucho más que jugar el tiempo que me toque estar dentro de la cancha: es poder compartir momentos con gente que conozco hace mucho y que si no fuera por esto no la vería. He estado en muchos grupos y de todos tengo buenos recuerdos, pero lo que valoro mucho del actual es la unión que hay entre todos y la buena onda que se percibe. Obviamente, no se puede ser amigo de todos y menos en un grupo donde hay una brecha tan grande entre el más chico y el más grande.

Creo que todos soñamos con jugar al fútbol profesionalmente, y esto creo que es lo más parecido que hay. Si algún sueño me faltó cumplir con Horneros es salir campeon de la "A". No es fácil, porque es un country chico y no nos sobran jugadores, pero estoy convencido que en algún momento va a llegar. Por eso, este año nos tenemos que seguir matando en la cancha para no descender y no dudo que vamos a cumplir el objetivo. Tengo un deseo personal para este año, además de seguir en la "A", que es volver a poder sentir la inigualable sensación de hacer un gol con la rojinegra, ojalá se me dé!!!!!

Me despido con una frase que hizo popular Ernesto "Che" Guevara que dice: "Hasta la victoria siempre".