30/6/08

La deuda interna

Regreso al Reducto. Luego de dos semanas de jugar afuera, Horneros volvía a su hogar, a ese verde rectángulo sagrado, testigo de tantas batallas de la rojinegra y que durante esta temporada todavía no había visto ganar a sus fieles gladiadores. El invitado era Mapuche, un histórico rival que llegaba con sus mañas de siempre con el objetivo de llevarse los tres puntos de Ingeniero Maschwitz.

A pesar de las últimas derrotas, el ánimo del plantel se mantenía a flote y las ganas de meter un triunfo estaban intactas. Totono Pérez iba desde el arranque en el medio, Tomi Melamed cumplía su sueño de abandonar el lateral derecho, el Negro Lombraña volvía a su cueva en la defensa y su hermano mellizo lucía unos zapatos naranjas tan faroleros que parecía el 9 de la selección holandesa.
Claro, casi como de costumbre, todo se complicó de entrada. A los 5 minutos, Horneros ya perdía 1-0 luego de una doble distracción y los fantasmas volvieron a sobrevolar el césped del Reducto. Todavía faltaba mucho. El equipo se hizo dueño del balón y, aunque con algunas imprecisiones, se fue acercando hasta el área rival.

Esa fue la tónica del primer tiempo. El rojinegro manejando la pelota pero sin lastimar (casi no hubo situaciones de peligro, a pesar de unas subidas locas del Bufo), mientras la visita se limitaba a tirar pelotazos y salir rápido de contra (el Negro salvó en forma milagrosa en la línea lo que podría haber sido el segundo de Mapuche).

En el complemento, la cosa empezó parecida, pero luego se iría complicando aún más para el equipo del Profe Loncha. Lo más peligroso para el local fue un tiro libre furibundo de Juancho Peluffo que sacó bien el arquero. Del otro lado, el histórico 10 y el lungo 20, se las ingeniaban para inquietar al arco de Agesta. Y fue el rubio quien puso el 2-0 a través de un corner casi “olímpico”, ya que el balón se metió luego de un puñetazo fallido del arquero rojinegro.

Horneros siguió yendo, pero sin generar peligro. En otro avance, Mapuche consiguió el tercero por medio de una jugada desafortunada: Juancho quiso rechazar y le metió un sombrero imposible a su amigo Agesta. Ni la suerte estaba del lado de los rojinegros. El 3-0 fue definitivo.

La impotencia hizo que Tomi se fuera expulsado por agresión y después el árbitro (impresentable al no echar al 20) compensó mostrándole la roja a un defensor visitante que tan solo merecía una amonestación. Los muchachos de Loncha sumaron una nueva derrota. Dolorosa sí, pero quizás no tanto por la tabla de posiciones (que a esta altura poco importa). Cada hornereano sabe que tiene una deuda interna: con su juego, con su historia, con ese Reducto que los vio nacer como jugadores de fútbol y que extraña goles, festejos y gritos como los de antaño…

Resumen del partido:

Resultado: Los Horneros 0 – Mapuche 3

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Mariano Tewel, Juan Peluffo, Fernando Lombraña, Marcos Peluffo; Tomás Melamed, Francisco Augeri, Federico Pérez Acquisto, Bubu Melamed; Diego Lombraña y Diego Conti. DT: Nicolás Loncharich.

Cambios: Adrián Kaminker por Fernando Lombraña y Fernando Lía por Federico Pérez Acquisto.

Incidencias: En el segundo tiempo, se fue expulsado Tomi Melamed por agredir a un rival.

La figura: Dentro de este rubro siempre difícil, volvió a destacarse el Bufo, ya afirmado como uno de los puntos más altos de esta temporada en el equipo. A pesar del gol en contra, también fue bueno lo de Juancho.

26/6/08

Un "4" con proyección

Por Tomás Melamed

Para no caer en el aburrimiento y las ya tan emotivas columnas que anteceden a ésta, voy a contar un poco mis sentimientos desde el sector derecho del campo de juego.

Todo empezó una fría tarde en Cuba Fátima, cuando todavía mi motivación por integrar el equipo de Selección no era mucha, pero la ya tan conocida historia de la falta de gente y la presencia en ese entonces de amigos como Juancho y Rodri me hicieron decidir e ir a enfrentar la categoría. En aquel momento, Tiki dirigía el equipo y como en los viejos tiempos en cancha de 7 entré como “volante tapón”. Desde la primera pelota que toqué hasta la última en ese encuentro recuerdo que me sentí muy cómodo en la cancha con gente que jugaba por primera vez, ya que me alentaban cuando cabeceaba una pelota o cuando se la pasaba a un contrario.

Desde aquel momento, dejé de ir a la cancha a ver a mi querido equipo (los que me conocen sabrán todo lo que ello implica) y me decidí a representar a este tan querido country en la máxima categoría. Así fueron pasando los partidos, hasta que un día el mundo se vino abajo y me dieron la número "4". Así lo sentí en ese momento que Tiki me puso en esa posición, ya que mi afición por la marca -como muchos sabrán- no es mucha. Y así como me dieron esa camiseta fue pasando el tiempo y me fui afianzando.

Hoy en día, como bien dice el Melli en su tono burlón pero con mucho de cierto “un 4 con proyección”. Sí, un lateral-volante que va y no vuelve, que por la impotencia de que los rivales sean habilidosos y lo pasen una y otra vez tira patadas por doquier y se pelea con todo el mundo, tal vez imitando a su compañero en la zaga defensiva, está demás que aclare quién es (Adri, ejem...).

Por ahí, el otro día se interpretó mal lo que dije y no pienso que no me quieran como dice Fefi, sino que en cada partido me imagino lo que deben sufrir los muchachos del fondo cuando agarro la lanza y después me tienen que comprar una moto para pegar el retorno.

Concluyendo, quiero decir que mas allá de que el puesto no sea lo que más me guste, soy feliz jugando en este equipo, que ahora con las incorporaciones de Calenta y Zequi conforma un gran puñado de amigos y un hermano, además de todos ustedes, que como dije antes, desde el primer momento que debuté con esta camiseta me hicieron sentir muy bien y vivir alegrías como un ascenso que son cosas que no pasan todos los días.

Por último entonces, les digo que confío a muerte en este equipo y no tengo dudas de que nos quedaremos en la categoría. Mientras tanto yo, desde la derecha del verde césped, dejaré todo para que eso suceda.

23/6/08

Horneros es único: suma hasta cuando pierde

Otra vez con una goleada en contra a cuestas, Los Horneros llegaba golpeado a su cita de todos los domingos. El partido ante Indio Cúa no se presentaba fácil, entre la racha de derrotas y varias bajas por lesión, pero el equipo del Profe Loncha iba a demostrar de vuelta que sabe sumar hasta cuando no se lleva ningún punto de la cancha. Cosas que la tabla de posiciones ignora, pero que al final del año se notan y mucho.

Así quedó demostrado en esa enriquecedora charla en la previa, con los rojinegros expresando sus puntos de vista y dejando algo bien en claro: a pesar de todo, el grupo está más unido que nunca. También hubo pedidos para tener mayor presencia en los entrenamientos y algunos reclamos posicionales, como el de Tomi Melamed, al que le encanta jugar de “4” y no quiere saber nada con pasar a la mitad de la cancha… Mientras tanto, en algún recóndito lugar del conurbano bonaerense, Franky Augeri se lamentaba por no tener a mano una guía “Lumi”.

Los rojinegros ya estaban motivados otra vez: el Escandinavo regó su dañada planta y salió a la cancha igual, Calenta se frotaba la manos porque era titular de nuevo, Totono Pérez prometía algún toque de distinción y afuera los lesionados “VIP” eran garantía de aliento.

Así salió a jugar Horneros y no lo hizo nada mal. A pesar de algunos sobresaltos, el equipo de Ingeniero Maschwitz estaba metido en el partido y por momentos lograba manejar el balón. Como siempre, costaba generar situaciones de peligro, que llegaban sobretodo por medio de pelotas paradas y con un Cabezón Rueda Ruggeri que parecía acordarse de viejas épocas. También Calenta metió un testazo que se fue cerca del primer palo.

Indio Cúa elegía la izquierda hornereana para atacar y por ahí lastimaba cada tanto. Sin embargo, el desnivel llegó por el medio, luego de un rechazo defectuoso de la defensa rojinegra que capitalizó un delantero local, que terminó amagando al pibe Agesta y tocando suavemente al gol. Historia repetida: Horneros estaba abajo en el marcador. Y hasta pudo haber llegado el segundo, pero el joven arquero tapó un tremendo mano a mano luego de otro error defensivo.

Para el segundo tiempo, la premisa era clara: mantenerse ordenados y no salir como locos a buscar el empate. La entrada de Franky por Totono le dio algo más de profundidad a los rojinegros y el hijo del influyente dirigente inquietó un par de veces con buenos remates al arco rival.

Sin embargo, Indio Cúa era más peligroso cuando llegaba y el mañoso “7” local empezaba a hacer de las suyas. Y llegaron las polémicas. Un dudoso tiro libre en el borde del área fue bien ejecutado por arriba de la barrera y Horneros quedó 2-0 abajo en el marcador. Un duro golpe. Encima, un rato más tarde, el esquivo delantero simulaba una falta en el área, pero la amarilla se la llevaba Rueda por protestarle al árbitro.

A pesar de todo, Horneros siguió buscando. Las pelotas aéreas complicaban mucho a la defensa local y por esa vía, con una contribución notoria del mediocre arquero de Indio Cúa, llegó el descuento por intermedio de Bubu Melamed. Todavía quedaba una luz de esperanza…

Pero no duró mucho, claro. Otra buena jugada del “7” terminó en el fondo del arco de Agesta y en alguna cargada que por fin terminó en amonestación para el delantero. El 3-1 sería definitivo, aunque los rojinegros siguieron buscando el descuento con dignidad hasta el final. De todas maneras, Horneros ya había ganado: con palabras, con entendimiento, con una unión que presagia un futuro victorioso y de permanencia en la máxima categoría.

Resumen del partido:

Resultado: Indio Cúa 3 – Los Horneros 1

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Adrián Kaminker, Juan Peluffo, Mariano Tewel; Fernando Lía, Diego Peluffo, Bubu Melamed; Federico Pérez Acquisto; Diego Lombraña y Diego Conti. DT: Nicolás Loncharich.

Gol: Bubu Melamed (segundo tiempo)

Cambios: Francisco Augeri por Federico Pérez Acquisto; Marcos Peluffo por Diego Lombraña.

La figura: El equipo. Los que estuvieron adentro, los que apoyaron desde afuera, los que vinieron igual pese al frío. El técnico, que abrió el diálogo antes que el Gobierno con el campo. Y hasta Héctor Miguel, muy castigado por la prensa, pero que igual quiso estar presente junto al plantel.

18/6/08

Sin palabras

Resumen del partido:

Resultado: Golf Club Argentino 6 - Los Horneros 0

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Juan Peluffo, Adrián Kaminker, Mariano Tewel; Francisco Augeri, Zequi Rambla, Diego Peluffo, Bubu Melamed; Fernando Lía; Diego Lombraña. DT: Nicolás Loncharich.

Cambios: Jonathan Leder por Zequi Rambla; Federico Pérez Acquisto por Fernando Lía; Diego Conti por Mariano Tewel.

Las figuras: Felipe y Nachito Loncharich. Los hijos del Doc demostraron que son hinchas incondicionales de Horneros. En las buenas y en las malas, con frío o calor, siguen al equipo a todas partes. Un ejemplo.

13/6/08

Pelado mufa

Ahuyentador de fortuna, enemigo acérrimo de la suerte, pianta-éxitos de la primera hora, embajador del fracaso, talismán de la tragedia hornereana. Es un secreto a voces en Ingeniero Maschwitz: el Pelado Héctor Miguel es mufa.

Aunque los efectos de su extraña energía negativa se mantuvieron a raya durante 2007, este año toda la fuerza demoníaca del calvo coordinador de Los Horneros parece haber explotado. Cada vez que su humanidad se acerca al campo de juego, una sucesión de hechos desafortunados desencadena la hecatombe, la debacle total.

Tal es así que la única victoria rojinegra en el presente torneo se produjo cuando la pelada de Miguel brilló más que nunca, pero por su ausencia, aquella tarde del 2-1 contra Mapuche. Después, fueron todas malas. Hasta hubo partidos que venían con ventaja para los de Loncha y terminaron en igualdad, como contra La Tradición.

Aquella tarde del 1-1, el Pelado confesó haber llegado justo en el momento del penal a favor para Horneros. ¿Qué hizo el veterano jugador de Banco Provincia (otro club al que sumió en la desgracia)? Se escondió y vio la resolución de la pena máxima desde las sombras. Claro, fue gol para los rojinegros, pero después el arco local se cerró y el duelo terminó en empate.

Sin embargo, algo peor sucedió el domingo pasado. Luego de la paridad que consiguió el Escandinavo Kaminker, Miguel hizo un comentario desafortunado, como anticipando que así finalizaría el encuentro ante Hindú. Rueda se dio vuelta y le dijo: “Pará, Pelado, que todavía falta”. A los cinco minutos, vino el injusto 2-1 para los visitantes.

Pero su accionar no sólo se ve reflejado en los resultados. Todo lo que toca Héctor Miguel entra en súbita decadencia. Le pasó a Federico Totono Pérez Acquisto, una víctima más de la mano enyetada del coordinador, que luego de una sesión de masajes cayó en el abismo de las lesiones. El diagnóstico del Doctor Emiliano Loncharich: desgarro crónico.

Este lunes, Horneros se enfrenta a un nuevo desafío. Si el equipo juega como la última fecha, no habrá Pelado que alcance para evitar el triunfo. De todas maneras, algunos ya empezaron a rezar para que este desgraciado personaje no aparezca por Golf Club Argentino. Otros, más ilusos, sueñan con que el domingo sus hijos le den un gran regalo del Día del Padre: un pasaje a la Luna.

11/6/08

El futuro ya llegó

Otro domingo en el Reducto. Choque clave ante el puntero del torneo y Horneros que quiere demostrar que puede jugarle de igual a igual a cualquiera. El injusto empate de la fecha pasada trajo ánimos renovados y los rojinegros sienten que están para hacer cosas importantes.

Así parece entenderlo Franky Augeri, que mientras se pone los botines le da sin parar a un Danette de chocolate aditivado, que promete garantizarle un par de piques más. El DT da indicaciones por doquier y parece confiado: sabe que tiene materia prima para plantearle pelea a Hindú Club. Tal vez por eso pone a Fefi Lía, el "Carlitos negro", como enganche.

Desde el comienzo del partido, los once leones hornereanos salen a comerse al rival y meten una presión que da calambre. El puntero se ve sorprendido por la intensidad de los locales, que por momentos hasta logran sacarle la pelota e insinúan peligro sobre el arco de la ex casa de Clanfer.

Sin embargo, como no podía ser de otra manera, todo empieza cuesta arriba para Horneros. Un corner desde la izquierda encuentra una débil respuesta de la defensa rojinegra y un lungo rival la toca al gol dentro del área chica. Imperdonable. Otra vez 0-1 y los fantasmas de una nueva debacle.

Pero el equipo está más fuerte y continúa con su actitud. Los brazos permanecen bien arriba, las piernas, bien fuertes en cada pelota. El Melli aguanta todo solo arriba, Zequi quita y toca corto como si fuese Redondo, el Escandinavo parece un clon del Gringo Heinze y corta todo en el fondo. El resultado se mantiene así hasta el final del primer tiempo.

En el complemento, Horneros vuelve a plantear su fútbol furioso. Al rato, Rueda siente el esfuerzo y sale con una contractura en el aductor. En la cancha, ya está Totono Acquisto y entra el joven Tomi Sirvarjer para generar más en ataque. Hindú ahora genera peligro, pero la defensa y Agesta se las ingenian siempre para conjurarlo.

Y llega el empate. Franky mete un gran centro desde la derecha, el Escandinavo la lustra con su bocha y la pelota se mete mansita contra el segundo palo. Locura báltica en una carrera loca de gol que deja al segundo central del equipo extenuado y al borde de pedir el cambio. El 1-1 le cae mejor al trámite del partido.

De ahí en más, fue un ida y vuelta electrizante. El puntero tocado en su orgullo, Horneros convencido de poder ganarlo de contra. Pero cuando el Pelado Héctor ya se esmeraba en comentar que no era mufa, la injusticia volvió a tocar la puerta de los rojinegros: el árbitro no sancionó una falta sobre Kaminker, un centro cruzado hirió de muerte al local, sobre el final del partido, llegó el doloroso 1-2.

No hubo tiempo para intentar mucho más. El encuentro terminó con otra derrota, pero los muchachos de Loncha se fueron con la cabeza bien arriba. El horizonte no es sencillo (nunca lo fue), pero ellos saben que tienen la llave en sus manos, en sus piernas, en esa actitud que lo hace igual (o mejor) que cualquier otro equipo. Para Horneros, el futuro ya llegó.

Resumen del partido:

Resultado final: Los Horneros 1 – Hindú 2.

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Marcos Peluffo, Juan Peluffo, Adrián Kaminker, Mariano Tewel; Francisco Augeri, Zequi Rambla, Diego Peluffo, Bubu Melamed; Fernando Lía; Diego Lombraña: DT: Nicolás Loncharich.

Gol: Adrián Kaminker.

Cambios: Federico Pérez Acquisto por Fernando Lía; Tomás Sirvarjer por Diego Peluffo; Emiliano Loncharich por Diego Lombraña.

La figura: Otra vez hubo varios puntos altos de rendimiento, entre ellos Zequi Rambla, Juancho Peluffo, el Escandinavo Kaminker y el Melli Diego Lombraña. Todo el equipo aprobó ampliamente el desafío.

5/6/08

Tan unidos

Por Juan Peluffo

¿Cuántas veces escuché que este equipo no tiene grandes individualidades? Ni cientos ni miles, pero varias veces, quizás demasiadas. ¿Cuántas veces escuché que con el amor propio que tiene este equipo no hacen falta cracks? Pocas, casi ninguna.

Este equipo ascendió sin individuales y quizás por eso somos lo que somos: un grupo que día a día se hace más fuerte, más compacto y al que sin lugar a duda, da orgullo pertenecer.

Cuando entramos a la cancha todos sabemos que ya no está ese Choli, al que le dabas la pelota y te resolvía un partido en una jugada. Hoy somos quince jugadores, amigos, hermanos, corriendo, jugando (o al menos intentándolo) y dejando todo con un mismo fin, con una misma ilusión, la de permanecer en la categoría que este country se merece, la máxima.

No hay mucho por decir. Soy feliz jugando al fútbol en Los Horneros. Amo ponerme cada domingo la camiseta rojinegra, y mas allá de que los resultados no sean los esperados este equipo no se debilita, al menos los que realmente sentimos los colores sabemos que es así.

Podemos ganar, perder, empatar. Pero no miento cuando digo que cada partido las energías se renuevan, y el sueño sigue realmente intacto. Todos sabemos que podemos, todos queremos y todos tenemos la misma ambición, la de ganar, la de mostrar que no somos menos que nadie. Porque como dijimos varias veces, lo que no tenemos en fútbol, lo tenemos en amor propio, en orgullo, en garra.

Sigamos jugando por el country, por el equipo, por el de al lado. Vamos Horneros, no aflojemos, necesitamos estar mas unidos que nunca, o mejor dicho, tan unidos como siempre.

Juancho.

2/6/08

Uno a uno (nos fueron bajando)

Cuando te dan siete golpes, es difícil levantarse. Los Horneros trató de hacer la digestión de la última derrota lo más pronto posible y fue a enfrentar a La Tradición “A” con ánimos renovados. En la semana, Leandro Korn había anunciado que se bajaba del barco, pero el plantel parecía más unido que nunca y había buen clima en la previa. Era un partido crucial y el objetivo era llevarse los tres puntos.

El Profe Loncha, que ya había incinerado el traje en un baldío de Costanera Sur, dio un sentido discurso que caló profundo en las cabezas hornereanas. Y el equipo salió a jugar con gran convicción, adueñándose de la pelota y creando las mejores situaciones de gol en la que debe ser la peor cancha de la categoría.

Claro, no fue difícil darse cuenta que el negocio estaba por la izquierda, allí donde marcaba punta el pelado Larry, un tipo que de tan viejo hacía que el Bufo pareciera un pibe de 15. Por allí encontró espacios el Melli Diego, que quedó dos veces mano a mano con el arquero, aunque el buen “1” local supo neutralizar ambos intentos.

Pero más allá de aprovechar esa debilidad del rival, Horneros jugaba bien en conjunto, tocando y asociándose correctamente, también por la otra punta, allí donde se movía el habilidoso Bubu Melamed. El Doc no fue menos y tuvo sus chances, aunque siempre pareció incómodo para definir y algunos aseguran que ya patentó una nueva jugada: el remate “pie de apoyo”, sutil por demás.

La merecida ventaja para el rojinegro llegó de la manera menos pensada: desde los doce pasos. El árbitro sancionó una mano en el área y Rueda se encargó de ejecutar la pena máxima. No era momento para lirismos: el remate fue fuerte y arriba, al medio del arco. Era el 1-0, por fin el equipo de Ingeniero Maschwitz se ponía adelante en el marcador.

Después del gol, sobrevinieron unos minutos de relajación, pero La Tradición no llegó a inquietar seriamente al arco de Agesta. En el fondo, el Escandinavo era un león en la marca y Juancho parecía estar volviendo a sus mejores épocas, sin fisuras. Ambos bien acompañados por el Bufo y Tomi por los laterales, claro está.

Sin embargo, en el segundo tiempo el local decidió cambiar el libreto. El terreno del fútbol dejó lugar al de los golpes y Horneros se dejó llevar por lo que propuso el rival, perdiendo la manija del partido. Primero fue una paralítica sin pelota a Bubu y luego los cañones apuntaron a Tomi, en un clara vendetta por la reacción anterior de éste por la agresión a su hermano menor.

En medio de los gritos y las quejas contra el árbitro –reticente a tomar determinaciones drásticas-, llegó una pelota parada. El centro pasado fue conectado de cabeza por el peligroso “9” de La Tradición, que le cambió el palo a Agesta y puso la inmerecida igualdad. El partido debía estar tranquilamente 3-0, pero la realidad indicaba otra cosa.

Pero había más en el repertorio: dos codazos a Tomi y Rueda (que mostraron su sangre al árbitro) y un empujón sin pelota al Escandinavo (el línea lo vio pero sugirió sólo una amarilla), tampoco se reflejaron en una expulsión para el local. Metido ya de cabeza en este clima, Horneros no lograba retomar la senda futbolística.

Así y todo, la victoria estuvo cerca de llegar en el final. Una “punteada” de Jesús Detullio fue salvada de forma milagrosa por el arquero, quien también reaccionó de forma increíble ante una gran media vuelta del Melli Diego y un remate a quemarropa de Bubu, que casi en el descuento siguió intentando con gambetas hacia adelante. Horneros se fue masticando bronca, con la certeza de haber dejado dos puntos por el camino.

Resumen del partido:

Resultado: La Tradición “A” 1 – Los Horneros 1

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Juan Peluffo, Adrián Kaminker, Marcos Peluffo; Francisco Augeri, Diego Peluffo, Ezequiel Rambla, Bubu Melamed; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Nicolás Loncharich.

Cambios: Fernando Lía por Ezequiel Rambla, Mariano Tewel por Marcos Peluffo, Matías Detullio por Francisco Augeri.

La figura: Esta vez, varios rendimientos merecen una mención. Hubo buenos pasajes de Zequi, presionando sobre el rival y jugando bien el balón, así como momentos precisos de Rueda en el manejo. En el fondo, fue muy bueno lo del Escandinavo, sin fisuras en la marca y con su habitual intensidad. Lo del Bufo ya no es novedad y se vio un Juancho más seguro. También hubo cosas interesantes de Bubu y el Melli, aunque le faltó definición. En fin, un rendimiento general parejo.