30/9/07

A un paso del milagro, el diablo metió la cola

Los muchachos hornereanos llegaban al duelo con Mapuche Blanco con un claro objetivo: sacar los tres puntos para conseguir algo de margen y esperar con calma algún resultado favorable en la fecha libre del próximo fin de semana. El día, aunque un poco caluroso, era casi perfecto para jugar al fútbol. El césped invitaba al toque por abajo. A pesar de las ausencias de Crouch Korn y Carlos Mágico Rodríguez, el Club de los Once volvía a contar con trece gladiadores gracias a los esperados regresos de Pablo La Gata Conti y el Carnicero Santana luego de la suspensión.

El tema Crouch sacudió los tabloides durante la semana, instalando una polémica que todavía está poco clara: ¿hubo lesión del largo delantero o un viaje encubierto que el jugador no se atrevió a ventilar? Más allá de las suspicacias, sus compañeros extrañaron su presencia, justo cuando el goleador del futuro estaba recuperando su fuego sagrado. La buena noticia fue la recuperación de Pablito Conti, una de las piezas más importantes durante la primera mitad del torneo.

Charla previa. Los técnicos hacen foco en la necesidad de no relajarse luego de los últimos triunfos y, como siempre, dejan un par de frases para el recuerdo: "El gordo que ataja tiene que ser sólo un punto de referencia", tira el Pelado Miguel. Más adelante, en el entretiempo, el Profe Loncha dirá: "Estos once gordos no nos pueden ganar". Una pregunta queda flotando en el aire: ¿Qué pasa con la dupla y la gente excedida en tejidos grasos? ¿Acaso son ocultos ideólogos del programa Cuestión de peso? ¿O de la clínica del Doctor Cormillot? Quién sabe...

En los primeros minutos del partido, parece quedar claro que Horneros no está en su mejor tarde. Se pierde la pelota con rapidez, se erran pases sencillos, el equipo se tira muy atrás y cede protagonismo al dueño de casa. Los rojinegros no le encuentran la vuelta al partido. Los circuitos de juego están cortados y los delanteros quedan muy aislados. Abajo y en el medio, hay problemas para tomar las marcas y Mapuche se acerca con peligro al arco del juvenil Agesta.

En ataque, el equipo de Ingeniero Maschwitz no crea muchas situaciones: tan sólo una media vuelta del Escandinavo Kaminker que se va por arriba y algún intento voluntarioso del Mellizo Lombraña. Entonces, aparece La Gata Fernández hornereana. En una rápida contra, Pablito Conti sella su ansiado retorno con una gran jugada: uno, dos y hasta tres defensores rivales quedan en el camino y el rubio delantero la coloca suave al primer palo del ancho arquero local. Golazo. Horneros se pone 1-0 y respira con algo más de tranquilidad.

El primer tiempo se va sin pena ni gloria. Horneros salva un par de sofocones, algunos de manera increíble, como aquella jugada en la que el árbitro pudo haber cobrado penal por mano del Carnicero pero dejó seguir y Agesta le tapó el gol a un delantero que había quedado solo frente al arco luego del rebote. Los rojinegros se van al descanso sabiendo que tienen que mejorar para no sufrir sobresaltos en el complemento.

En el segundo tiempo, el equipo de Miguel - Loncharich sigue sin jugar bien. Mapuche se va con todo a buscar el empate y continúa metiendo atrás al Club de los Once. Encima, la expulsión de Tomi Melamed complica aún más las cosas y cuando todavía faltan unos quince minutos para el final, los locales encuentran el empate gracias a una aparición sopresiva del "5", que define entre las piernas del arquero Sub 20.

El 1-1 pega duro en los diez jugadores hornereanos que quedan en cancha. Bubu y Zequi, los clásicos recambios rojinegros, tratan de darle un poco de aire al equipo en la mitad de la cancha, pero los locales se vienen con todo. Horneros aguanta como puede y, en su peor momento, aprovecha un grueso error de la defensa rival para poner el 2-1. El gol lo marca Galera y Bastón Pérez, que con un sutil pase a la red hace delirar a sus compañeros. La montonera sepulta al Narigón en un mar de abrazos. El reloj marca 45 minutos y el milagro está cerca otra vez...

Pero el diablo mete la cola. O el silbato, mejor dicho, aunque éste no va a sonar. Con el descuento de tres minutos ya agotado, Mapuche ensaya un enésimo pelotazo frontal. Agesta, que antes había salvado un clara situación de gol, sale a buscar el balón pero es desestabilizado en el aire. El referí, que durante el partido había insultado a blancos y negros por igual, no sanciona la clara falta. La pelota queda boyando en el área chica y el "7" la manda al fondo con un cabezazo corto. Es el final, no hay tiempo para más.

De ahí en más, la bronca hornereana se despacha contra el juez, que encima decide informar al Mellizo por un exceso verbal. La impotencia es enorme, pero ya no hay nada por hacer. El 2-2 no conforma a nadie, pero Horneros sigue sin perder y continúa con buenas chances de lograr el ascenso a la "A". Ahora, a descansar durante la fecha libre y rezar para que los otros pierdan puntos. Todavía falta mucho...


Resumen del partido:

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Juan Manuel González, Juan Peluffo, Mariano Tewel; Adrián Kaminker, Diego Peluffo, Francisco Augeri; Federico Pérez Acquisto; Diego Lombraña y Pablo Conti. DT: Héctor Miguel - Nicolás Loncharich.

Resultado final: Mapuche Blanco 2 - Los Horneros 2

Goles: Primer tiempo: Pablo Conti. Segundo tiempo: Federico Pérez Acquisto.

Cambios: Segundo tiempo: Zequi Rambla por Diego Lombraña; Bubu Melamed por Juan Manuel González.

Incidencias: En el segundo tiempo, el árbitro expulsó a Tomi Melamed (doble amarilla).

La figura: Pablo Conti.

En un mal partido, Pablito puso la cuota de fútbol de Horneros. Siempre trató con respeto la pelota y se mandó una apilada maestra en el primero gol del equipo. Confirmó que es una pieza importante por claridad y llegada al arco rival.

Premio "Carlitos" Rodríguez: Pablo Conti.

Apretado contra la línea y cuando el equipo ya estaba con nueve, Pablito tiró un caño y salió del cerco que le habían tendido tres contrarios. Queda claro que el rubio fue uno de los pocos que se salvó en una tarde complicada para los rojinegros.

Premio "Patadita" Borinsky: Federico Pérez Acquisto.

Aunque hubo varios que pegaron, el hábil volante sacó una luz de diferencia por estar siempre cerca del roce y tener altercados con varios rivales. Sobre el final del primer tiempo, lo bajó con una linda tijera al "21" de Mapuche y se ganó la amarilla.

23/9/07

Horneros, siempre fiel a "la tradición" de ganar

Otra final. Luego del gran triunfo ante Aranzazu Verde y el descanso obligado por lluvia, Los Horneros recibía en el Reducto a La Tradición "A", rival directo en la lucha por el ascenso. El visitante llegaba tres puntos atrás del equipo de Miguel - Loncharich, aunque el rojinegro tenía dos partidos más y estaba obligado a sacar un buen resultado para mantener bien altas sus chances de volver a la máxima categoría.

En la semana, casi una constante en el Club de los Once: éste no puede, aquel otro tampoco y las gestiones de los dirigentes hasta último momento para conseguir los esperados refuerzos. Al final, todo sale bien. Federico Galera y Bastón Pérez Acquisto cede a las presiones de los referentes hornereanos y vuelve a tiempo desde la lejana Balcarce para ser parte del equipo. Una pasión de 400 km y mucho más, eso es Horneros. Bien por el Narigón.

Pero las sorpresas no terminan ahí. Además del importante aporte juvenil de Bubu Melamed y Zequi Rambla, la soleada tarde de Ingeniero Maschwitz se viste de gala gracias a la presencia inesperada de Carlos Alejandro Rodríguez. Sí, el Choli, el gran fantasista, el as de espadas que tanto extrañan los rojinegros. El "10" se habría enterado de las actuaciones descollantes de Franky Augeri y se habría decidido a recuperar su cetro de rey hornereano.

En la charla previa, se anuncia la presencia del Choli desde el arranque y al Escandinavo Kaminker formando dupla central con Juancho Peluffo. La aparición de la ficha número "11" causa conmoción en los jugadores. El Doc Loncharich mira la bota que viste su pie izquierdo y con los ojos llorosos pide que sea retirada de la pizarra mágica. Su hermano DT parece emocionarse y casi accede al pedido, pero finalmente deja la pieza en su lugar. Luego, soltará unas palabras claves: "Estos nos dejaron con vida la otra vez y no los vamos a perdonar".

Horneros sale a jugar el partido con el cuchillo entre los dientes. La claridad no siempre está del lado de los rojinegros, pero los players del Profe Loncha mantienen la concentración y la firmeza en la marca, dificultando la tarea de los peligrosos delanteros de La Tradición. Los locales tienen las mejores chances, pero falta la puntada final en los últimos metros. El Melli Lombraña hace un primer tiempo casi perfecto: mete, presiona, juega, asiste, hace casi todo bien, pero su esfuerzo no es suficiente para cambiar el marcador.

Encima, Crouch Korn parece seguir con su racha negra. Un cabezazo del espigado número "9" pega en el palo y deja con el grito en la boca a la hinchada hornereana. Paciencia... En el fondo, todo es solidez: el Colorado Lusenhoff, muy firme en la marca, gana de arriba y de abajo. Y cuando no gana, recurre a un poco de su marca registrada: un patadón que le vale una amarilla y un claro penal que el árbitro no cobra.

En el segundo tiempo, las cosas no son demasiado diferentes. Horneros busca el resultado y se hace protagonista, mientras el visitante espera agazapado y apuesta al contraataque. Los minutos pasan y, por momentos, parece que el 0-0 será inamovible. La dupla técnica apuesta por la sangre joven: Bubu y Zequi se mandan a la cancha y con todo su desparpajo le agregan dinámica al equipo.

Minuto 80. El Mela menor se manda por derecha y asiste a Crouch Korn, el goleador embrujado. El largo delantero se hamaca ante la marca de un par de defensores rivales, engancha hacia adentro y se fabrica el espacio para sacar el zurdazo: su remate sale abajo y esquinado, al segundo palo de un arquero que nada puede hacer para evitar la caída de su valla. Gol. ¡Qué digo gol, recontragolazo Fabbri!. Como el místico Narigón Pérez lo había soñado la noche anterior, se rompe la maldición y Gandhi lo celebra a lo gorilón embriagado. Sensacional.

Claro, con el 1-0 para los rojinegros, la visita ensaya una arremetida final para buscar el empate. El arco del juvenil Agesta sufre alguna conmoción, pero el resultado no se mueve. Hasta que aparece el Choli. El "10" aprovecha un tiro libre en el borde del área, acaricia la pelota como si le pidiera perdón por tanta ausencia y la clava en el ángulo superior izquierdo de la valla tradicionalista. Golón. Locura. Mono loco otra vez. Bienvenido, Cholando.

La obra maestra del fantasista sella el 2-0 final. Horneros festeja la victoria, consciente del gran paso que acaba de dar en su camino hacia la "A". Todavía falta mucho, claro, pero los rojinegros suman de a tres frente a un rival directo, están segundos en la tabla y tienen sobrados motivos para la alegría. En un partido durísimo, los rojinegros nunca bajaron los brazos y se mantuvieron fieles a "la tradición" de ganar los choques claves. Es para usted, Doctor.


Resumen del partido:

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Adrián Kaminker, Juan Peluffo, Mariano Tewel; Federico Pérez Acquisto, Diego Peluffo, Francisco Augeri; Diego Lombraña; Carlos Rodríguez, Leandro Korn. DT: Héctor Miguel - Nicolás Loncharich.

Resultado final: Los Horneros 2 - La Tradición "A" 0

Cambios: Segundo tiempo: Bubu Melamed por Diego Lombraña; Zequi Rambla por Federico Pérez Acquisto.

Goles: Segundo tiempo: Leandro Korn y Carlos Rodríguez (tiro libre)

La figura: Adrián Kaminker.

El técnico le pidió un esfuerzo y el Escandinavo hizo que no se notara la ausencia del Carnicero Santana: anuló a los peligrosos delanteros visitantes, ganó mucho de cabeza y fue uno de los puntales de la victoria hornereana. Cuando fue necesario, le sacó filo a los botines. Gran actuación del hombre de las nieves.

Premio "Carlitos" Rodríguez: "Carlitos" Rodríguez.

El fantasista volvió para reclamar derechos de autor y se llevó su propio trofeo. Una sotana fenomenal a la carrera en el segundo tiempo y esa pincelada del talento eterno en el tiro libre que selló el partido, fueron más que suficientes para que demuestre su vigencia.

Premio "Patadita" Borinsky: Adrián Kaminker

Doblete para el Colorado Lusenhoff. El improvisado "6" cruzó con todo y le enseñó a volar a uno de los veloces delanteros visitantes, al mejor estilo camerunés contra Claudio Paul Cannigia en el Mundial '90. Nueva amarilla para el Escandinavo, todo un abonado en este rubro.

19/9/07

Rodrigo Agesta = Kasper Schmeichel

Está claro, el número uno de Horneros no tiene igual. Sin embargo, por juventud y una presencia física importante que no va en desmedro de una fina agilidad, Rodrigo Agesta tiene muchas cosas del danés Kasper Schmeichel, actual arquero del Manchester City, una de las revelaciones de la Liga inglesa.

Otra coincidencia: ambos llevan el "1" en la sangre. Schmeichel es hijo de Peter, el flamante guardavallas de aquella selección de Dinamarca que sorprendió a todos al quedarse con la Eurocopa Suecia 1992 y el jugador con más presencias vistiendo la camiseta de su país. Agesta es hijo de Luis, un gran conocedor del puesto y que le enseñó todos los trucos de la profesión en el jardín de la casa que da a la calle La Pista.

La fama del sub 20 hornereano trasciende el club de Ingeniero Maschwitz: son varios los rivales que lo han reconocido como el mejor arquero de la zona norte, algo que sus compañeros ya saben desde hace tiempo. Además, el heredero del arco que alguna vez defendió el gran Diego Cánepa, cuenta con características poco usuales para alguien de su edad: una gran madurez y una tremenda seguridad para no dar rebotes innecesarios.

Ahora, si nos concentramos en el aspecto físico sin dar tanta importancia al puesto, nos llevaremos alguna sorpresa: el pibe Agesta es un calco de la Pulga Lionel Messi, la estrella del Barcelona y la Selección.

Claro, no busquemos más similitudes. Ahí se acaba la cosa nomás, aunque Rodri ha demostrado cierta ductilidad con el balón y algunos hasta aseguran que los sábados la rompe como jugador de campo en otro torneo.

Pero esto no termina acá. El arquerito de Horneros tiene otro cuasi gemelo en el ámbito local. Se trata del ex volante central de Belgrano de Córdoba, Mario Bolatti. Además del parecido en los rasgos, circulan versiones que uno y otro comparten hábitos etílicos.

Son muchos los que aseguran que si ese bolso fuera requisado en la entrada al club, los muchachos de la guardia tendrían para brindar tranquilos hasta Año Nuevo... del 2014.

16/9/07

Un domingo sin fútbol (la vida no es la misma)

Estoy perdido. Sin brújula. A esta hora debería estar pisando el sagrado césped del Reducto, metiendo un cambio de frente, yendo a trabar una pelota, quizás gritando un gol de Horneros para quedar cada vez más cerca del ascenso a la "A". En la televisión, veo como San Lorenzo acaba de ganarle 2-1 a Tigre en el Nuevo Gasómetro. Siento envidia por los jugadores que se van para los vestuarios después de 90 minutos del "deporte más hermoso del mundo", como dirían por la cadena ESPN. ¿Por qué ellos sí y nosotros no?

La lluvia suspendió la fecha y el equipo de Miguel - Loncharich se quedó con las ganas de salir a jugar el choque clave ante La Tradición A. Tal vez no sea tan malo, ya que esto le da más tiempo a algunos lesionados, pero se extraña la pelota y cómo. En realidad, se extraña todo: la camiseta, la charla con los amigos, la adrenalina previa, las palabras de los técnicos y hasta los errores de los árbitros. Creo que en un rato me pongo la "5" rojinegra de piyama.

La decisión de la Liga también afectó a Los Borrachos del Palier, que habían prometido asado, fierros y mucho aliento al borde de la línea de cal. En la noche porteña, tuve la suerte de cruzarme ayer con el Negro Sadinsky, uno de sus líderes. El tipo estaba devastado y sólo después de varios fernets pude ver el destello de una sonrisa asomando desde su rostro.

También quedó pendiente el regreso de Esteban William Wallace Bendersky. El gran motivador sigue siendo figura desde los mails, pero hoy iba a volver a calzarse los botines. Además, algunos rumores indicaban que había preparado un gran discurso para la ronda previa al inicio del partido. Otro que retornaba era el hábil Pablito La Gata Conti, una pieza importante en la primera mitad del torneo.

En fin, no queda otra que tirarse en un sillón a devorarse cuanto fútbol ande dando vueltas por la caja boba. Pero no me quiero olvidar del Doc Emiliano Loncharich. En la semana, una noticia durísima sacudió al plantel: el imprevisible goleador sufrió una grave lesión que podría marginarlo por el resto del campeonato. Su zurda de precisión quirúrgica tendrá un período de descanso obligado mientras acumula ganas, goles y sueños de futuras tardes gloriosas. ¿Llega para aportar su cuota en la última fecha? Desde su entorno, saben que así será.

9/9/07

Pusineri, ¿de qué planeta viniste?

Una final. Si algo tenían claro los cracks hornereanos era que estaban frente a un partido clave, uno de esos encuentros que pueden decidir la suerte de todo el año. Así lo repitió una y otra vez el Profe Loncharich en la semana y en la previa del duelo ante Aranzazu Verde, que marchaba segundo con tres puntos de ventaja sobre el equipo de Ingeniero Maschwitz.

Horneros llegaba al choque con sus habituales limitaciones, aunque esta vez el Club de los Once había sumado un guerrero más y los rojinegros se daban el lujo de tener un suplente esperando del otro lado de la línea de cal. El relevo era nada menos que Federico Galera y Bastón Pérez Acquisto, que llegó sobre la hora y con una fiesta de casamiento encima.

En la charla previa, los técnicos hornereanos dan sobradas muestras que el club está a tono con los adelantos tecnológicos y pelan una pizarra mágica que parece de juguete, como si la hubiesen sacado del juego de azar "Sí, sí señores" que promociona Alejandro Fabbri en TyC Sports. El Profe dispone las fichitas sobre la magnética cancha verde y explica cómo debe pararse el equipo, pero después el Pelado Miguel es atacado por una furia infantil y hace una ensalada de piezas rojas y azules totalmente incomprensible. Igual, el concepto entra con claridad en los jugadores: huevo, huevo, huevo.

Partido chivo. Como siempre contra Aranzazu, el trámite es cerrado y un segundo de desconcentración puede costar muy caro. Encima, a los tres minutos de comenzado el encuentro, el Carnicero Santana mete una linda murra y se gana la amarilla, quedando condicionado para lo que viene. “Es la primera que pego”, se queja el “6”, pero el juez es inflexible y no escucha razones.

A Horneros le cuesta tener la pelota e hilvanar jugadas de peligro, pero temprano encuentra la forma de desnivelar. El Melli recibe a espaldas de los volantes, gira su pesada osamenta y saca un remate de tremenda potencia que se clava en el ángulo del calvo arquero local. Golazo. 1-0. Festejo, sí, pero medido, porque tanto el goleador como algunos otros ya sienten las consecuencias del calor y muestran señales de ahogo.

A pesar de la ventaja, el equipo de Maschwitz no la pasa nada bien. Los volantes pierden la mitad de la cancha y la disposición de las marcas obligan a Franky Augeri a jugar prácticamente de lateral por izquierda. Aranzazu tiene el dominio de la pelota y el territorio, aunque le cuesta llegar con claridad. En un tiro libre por falta de Juancho Peluffo (foul sobre la línea, pudo haber sido penal), Agesta contiene el remate pero un jugador local llega a puntearla en el rebote y el palo salva a Horneros.

El partido queda planteado así, con el Verde yendo a buscar y los rojinegros buscando lastimar de contra. Los hornereanos no pueden tener la pelota y se resignan a marcar y correr, a ponerse el ya clásico overol como tantas otras tardes en las que el fútbol aparece en cuentagotas. Lamentablemente, el Doc Loncharich sufre una preocupante lesión en su mágico pie zurdo y debe dejar la cancha para que ingrese el Narigón Pérez. Además, antes de llegar al entretiempo, el joven arquero Sub 20 se manda una para el recuerdo: “Voy…, no tuya…, no mejor voy….”, pero termina agarrando el balón y el 1-0 no se mueve.

En el segundo tiempo, las cosas no cambian demasiado. Aranzazu va con todo por el empate y Horneros cada vez encuentra más espacios para la contra. Sin embargo, los locales pegan primero y empatan el partido con una buena definición de su número 10, una réplica del Laucha Lautaro Acosta, el crack de Lanús. El gol pega duro en el ánimo de los guerreros de Loncharich, que empiezan a verse superados en el aspecto físico.

El vendaval arrecia bajo los tres palos de Agesta. En una increíble jugada, un delantero local vuelve a estrellar la pelota en el palo y en el rebote, fusilan al juvenil arquero que despeja milagrosamente con la rodilla. Eso sin mencionar una pifia de Juancho que permite un mano a mano que no es gol gracias al atore del “1” y la definición defectuosa del diez de los verdes. Otra vez, el Barba –que no es Rueda- parece estar del lado de los rojinegros.

Horneros no genera mucho, pero hay espacios en la defensa rival y el equipo empieza a provocar situaciones de peligro. Crouch Korn sigue sin suerte: primero el arquero y después el travesaño impiden el gol del largo delantero, mientras un tiro libre de Juancho que se desvía en un verde casi termina en el fondo de la red. Y el milagro llega…

En una nueva contra, Franky Pusineri Augeri toma el balón entrando por la izquierda, deja en el camino a un defensor con un quiebre de cintura y define de zurda contra el palo más lejano del arquero. Golazo. Barrilete cósmico. Locura. Montonera. Festejo loco del Melli contra un viejo insoportable de la tribuna local. 2-1 para Horneros a siete minutos del final.

Ahora, a aguantar. En el final, Aranzazu renueva su andanda ofensiva y los muchachos hornereanos se defienden con uñas y dientes. Encima, el Carnicero ve la roja de una manera inexplicable: una crítica del Pelado motiva una contestación hacia el calvo DT y el árbitro lo echa pensando que los agravios eran para su persona. Los bochazos llueven sobre el área de Agesta, pero el marcador final no se mueve. Horneros festeja con los puños apretados: acaba de sumar tres puntos vitales y se mete de lleno en la lucha por el ascenso.


Resumen del partido:

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Juan Manuel González, Juan Peluffo, Mariano Tewel; Adrián Kaminker, Diego Peluffo, Francisco Augeri; Diego Lombraña; Leandro Korn, Emiliano Loncharich. DT: Héctor Miguel – Nicolás Loncharich.

Resultado final: Aranzazu Verde 1 – Los Horneros 2

Cambios: Primer tiempo: Federico Pérez Acquisto por Emiliano Loncharich (lesión)

Goles: Primer tiempo: Diego Lombraña. Segundo tiempo: Francisco Augeri.

La figura: Francisco Augeri

A pesar de otros buenos rendimientos, Pusineri ganó la pulseada con su obra maestra en el segundo gol de Horneros, nada menos que el de la victoria. Además, cuando tuvo que sacrificarse, se puso el overol y fue casi un 3 bis. Aplausos.

Premio “Carlitos” Rodríguez: vacante.

Era una final y Horneros la jugó como tal. Fue un partido de hacha y tiza, donde no abundaron los lirismos. Los lujos, para otro día.

Premio “Patadita” Borinsky:

En la semana se defendió recordando que todavía no lo habían expulsado. El hombre es esclavo de sus palabras y el Carnicero Santana terminó preso de las tarjetas: amarilla por una brusca infracción en el comienzo del partido y roja inexplicable por insultar a su propio técnico. Igual, no fue ni de cerca su partido más violento y la expulsión fue injusta.

5/9/07

Juan Manuel González = Jonathan Santana

Quienes gocen de buena memoria recordarán que las primeras apariciones de Juan Manuel González con la rojinegra hornereana fueron en la mitad de la cancha. Antes de consolidarse como el segundo marcador central del equipo, el "primo de Franky" -como se le decía en aquellos primeros tiempos- batalló un par de partidos como número 5 y también como volante por derecha. Tal vez por eso, se lo comparó rápidamente con Jonathan Santana, el actual volante del Wolfsburgo alemán.

Pasaron los encuentros y, para algunos, Juanma se convirtió lisa y llanamente en Santana. Su físico duro, su gran voluntad para la marca y su rubia cabellera hacían recordar al jugador de San Lorenzo y River Plate. Claro, lo que no sabíamos todavía era que el Santana de Horneros era mucho más recio que el profesional.

A fuerza de hachazos a la altura de la tibia o la rodilla y casi siempre gozando de cierta impunidad otorgada por los árbitros, el mote de Santana fue dejando lugar a una denominación bastante más cruda y ajustada a la realidad: Carnicero.

El "6" hornereano pegaba de lo lindo y se fue haciendo respetar en la categoría, retomando en cierta medida el legado que dejó Federico Asesino Sotelo y más recientemente Fernando Negro Lombraña, dos referentes de la defensa rojinegra. En cada cruce chorreaba sangre, pero el Carnicero rara vez veía la tarjeta roja.

Ahora, si tenemos que buscar un espejo dentro de su puesto, todos los caminos conducen a Claudio Ubeda. Aunque Juanma es derecho y el actual zaguero de Huracán zurdo, hay puntos de contacto entre ambos futbolistas.

No hace falta mencionar el obvio parecido físico, pero además los dos saben ganar de arriba, son de los más veteranos dentro de sus planteles y suelen agarrar la lanza cuando su equipo se encuentra en desventaja.

Además, mientras el ex Racing parece estar cerca de comenzar su carrera como técnico, por la calle de La Calandria se rumorea que González podría asumir en Horneros si los resultados no acompañan al Profe Loncharich. El Carnicero tiene una vasta experiencia como entrenador de hockey femenino y contaría con el apoyo incondicional de Fernando Augeri, hombre influyente del club.

2/9/07

Cuatro sellos para un trámite necesario

Por fin, el sol volvió a salir. El Reducto lucía espléndido como siempre y el Club de los Once, como ya le dicen a los muchachos de Horneros en los pasillos de la Asociación, estaba dispuesto a desplegar todo su fútbol para llevarse los tres puntos. El equipo de Miguel - Loncharich necesitaba una victoria para no perder el tren de los punteros y seguir prendido en la lucha por el ascenso.

Sin el violento Adrián Escandinavo Kaminker, suspendido por cinco amarillas, pero con el regreso de Federico Galera y Bastón Pérez Acquisto, Los Horneros se enfrenta a San Miguel de Ghiso. El visitante, uno de los últimos del torneo, llega con algunas bajas y sólo presenta diez jugadores dentro del campo. Las palabras de los técnicos, entonces, hacen foco en la concentración y la actitud necesarias para encarar un partido accesible en los papeles. Ah, además el Pelado Miguel sufre un súbito ataque de lirismo: "Hoy podemos jugar al fútbol", concede el veterano DT, un confeso bilardista.

Desde los primeros minutos, Horneros asume el protagonismo del partido y se va con todo al ataque. Con poca claridad, los once rojinegros tratan de crear peligro en el arco rival. La apertura del marcador no tarda en llegar. Después de un par de tibias aproximaciones, Juancho Peluffo ejecuta un tiro libre desde la derecha y el Doc Loncharich mete un cabezazo furibundo que se clava en el segundo palo. Golazo y 1-0. El Cirujano de la red cumple con su cuota y lo grita ante los suyos que lo aplauden al borde de la línea de cal. Todo un clásico.

A pesar de la ventaja, los de Ingeniero Maschwitz siguen sin jugar del todo bien y no encuentran los caminos para aprovechar el hombre de más. San Miguel hace lo que puede y apela a una increíble táctica para emparejar el encuentro: demoler a golpes al juvenil arquero hornereano. Un estoico Agesta aguanta las embestidas rivales y deja bien en claro que es el dueño absoluto del área. Bien por el sub 20.

El primer tiempo se va sin pena ni gloria. Horneros puede aumentar, fundamentalmente después de un remate de Tommy Melamed que el Melli Lombraña quiere empujar a la red en el área chica, pero se topa con la respuesta del arquero rival. Los técnicos hablan mucho durante el descanso: quieren evitar sorpresas y liquidar un partido que no se puede dejar escapar para seguir con chances.

En la segunda parte, un encuentro de por sí extraño se termina de desnaturalizar. Luego de una nueva agresión contra el pibe Agesta, el Pelado de San Miguel recibe tarjeta amarilla y enfurece: va muy mal en la jugada siguiente y el árbitro lo expulsa. A él lo seguirá después el canoso número 5 visitante, que deja a su equipo con ocho -no sin antes ofrecerle una amistosa cita en la semana al hombre de negro- y allana el camino para Horneros.

Con clara superioridad númerica, los de Ingeniero Maschwitz liquidan el partido. El Melli pone el 2-0 después de un taco y una gran definición cruzada, el Rueda aumenta de cabeza luego de un córner que llega desde la derecha y el Narigón Pérez pone cifras definitivas con una exquista definición por encima del arquero. En el medio, Leandro Crouch Korn desperdicia algunas claras oportunidades y el Doc se pierde un gol increíble que a la postre le impide erigirse nuevamente en la figura del partido.

Insólitamente, el árbitro ofrece terminar el encuentro cuando aún faltan diez minutos para los 45, pero el capitán hornereano se niega. El partido finaliza con un 4-0 que deja bien parados a los rojinegros para lo que viene. Cuatro sellos para archivar un trámite necesario. Poco más que eso puso Horneros ante San Miguel y se fue pensando en el choque del próximo domingo ante Aranzazu Verde, el segundo de la tabla.

Resumen del partido:

Formación: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Juan Peluffo, Juan Manuel González, Mariano Tewel; Federico Pérez Acquisto, Diego Peluffo, Francisco Augeri; Diego Lombraña; Emiliano Loncharich y Leandro Korn. DT: Héctor Miguel - Nicolás Loncharich.

Resultado final: Horneros 4 - San Miguel de Ghiso 0

Goles: Primer tiempo: Emiliano Loncharich (cabeza). Segundo tiempo: Diego Lombraña, Diego Peluffo (cabeza), Federico Pérez Acquisto.

La figura: No hubo.

En un partido desnaturalizado desde el inicio, cuesta encontrar un jugador que se haya destacado claramente sobre el resto. Hubo varios con tareas aceptables: Franky, Rueda, Fede por su obra maestra, el Doc por su cuota de siempre, el Melli. El arquero y la defensa casi no tuvieron trabajo.

Premio "Carlitos" Rodríguez: Francisco Augeri.

El volante por izquierda hornereano hizo un chicle delicioso in your face ante la marca de un rival. La fantasía despertó algunas quejas de los resignados contrarios, que vieron en el gesto talentoso del "8" señales de una actitud sobradora. "Él siempre juega así, en serio", fue la conciliadora acotación de Rueda para intentar salvar del linchamiento a su compañero.


Premio "Patadita" Borinsky: Héctor Miguel

Horneros casi no pegó una patada en todo el partido. Esto despertó la ira del Pelado, que propuso una cacería contra el también calvo volante de San Miguel. Para el más veterano de los técnicos, "Fair Play" era un programa de entretenimientos que conducía Fernando Bravo. Un grande.