29/4/08

Esta vez, dolió

Segunda fecha. Los muchachos de Horneros estrenaban su localía en la “A” en el flamante Reducto, que lucía espléndido e invitaba, sumado al aporte de una fina lluvia antes del partido, a jugar rápido por abajo. Luego de la derrota ante el poderoso Lajas, había muchas ganas de sumar los primeros tres puntos frente a Golfer’s. Sí, había muchas ganas. Por eso, aunque el Profe Loncha había citado a 14 jugadores, eran 18 los que esperaban su oportunidad de jugar al menos unos minutos. Encima, el DT hizo una del Cholo Simeone y metió video en la previa: había mística ganadora.

Y no arrancaron mal las cosas para el rojinegro. En el primer tiempo, los de Ingeniero Maschwitz parecieron tomar el control de la pelota y el trámite del partido. El Melli Lombraña pudo haber abierto el marcador con un par de cabezazos, pero no hubo muchas más situaciones de gol. Faltaba precisión en los últimos metros, concretar el dominio cerca del arco rival.

Golfer’s mostraba algunos jugadores interesantes, pero tampoco terminaba de lastimar. Sin embargo, en una de las primeras llegadas al área de Agesta, llegó un centro atrás y un delantero visitante la empujó a la red. Encima, poco después el Melli Negro sintió un pinchazo en un cierre hacia la izquierda y tuvo que abandonar la cancha. Juancho Peluffo lo imitó poco después. Más que 0-1 abajo, era casi como estar 0-3. Horneros perdía dos jugadores clave.

Loncha se vio obligado a cambiar el esquema y jugar con un 4-4-2. El partido ya no sería el mismo. En el segundo tiempo, fue casi todo de Golfer’s. La veterana –y pesada- dupla central Escandinavo – Rueda sufría con cada avance rival y comenzaban a repetirse las situaciones de peligro en el arco de Agesta. Los visitantes encontraron un hueco enorme por la izquierda, pusieron un jugador mano a mano y llegó el segundo. Era un duro golpe. Los rojinegros ya no llegaban hasta el área de enfrente y parecía que la remontada era casi imposible. Sin embargo, Lean Korn desbordó por la derecha, tiró un centro atrás y el joven Tommy Sijvarger metió el descuento.

Pero la ilusión de llegar el empate no duraría mucho. En una jugada que dejó muchas dudas por un posible orsai, Golfer’s se puso 3-1 y la historia quedó prácticamente sentenciada. Luego, un Horneros impotente sufriría otra conquista más y las cosas terminarían 4-1 abajo. Esta vez, la derrota dolía y mucho.

Párrafo aparte para el árbitro. Aunque no pesó en el resultado, lo del referí fue inaudito: con una extrema sensibilidad, no soportó palabra alguna y repartió tarjetas amarillas por hablar a varios hornereanos, lo que luego le costaría una nueva expulsión al Vikingo Kaminker. Impresentable.


Resumen del partido:

Resultado final: Los Horneros 1 – Golfer’s 4

Gol en el segundo tiempo: Tomás Sirjvarger.

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Juan Peluffo, Fernando Lombraña, Jonathan Leder; Tomás Relamed, Zequi Rambla, Rueda Peluffo, Franky Augeri; Bubu Melamed; Diego Lombraña y Emiliano Loncharich. DT: Nicolás Loncharich.

Cambios: Primer tiempo: Adrián Kaminker por Fernando Lombraña; Fernando Lía por Juan Peluffo. Segundo tiempo: Tomás Sirjvarger por Diego Lombraña; Federico Pérez Acquisto por Zequi Rambla; Leandro Korn por Emiliano Loncharich.

La figura: No hubo.

Cuesta destacar a algún jugador hornereano. Hubo un buen rendimiento general en el primer tiempo, pero en el segundo el equipo se desdibujó. Aunque no hubo actuaciones individuales resonantes, cabe destacar la actitud mostrada a lo largo de todo el partido.

24/4/08

El barrabrava número "1"

Por Rodri Agesta

Pensar que hace nada más que 3 años y medio, los domingos me juntaba con Mela, Sebi Fuks y Juancho a ver los partidos de Selección. Me acuerdo que me encantaba; jugaban mis hermanos, me sentía el barrabrava número uno del country.

Alguna que otra vez iba a ver el partido de visitante cuando no era muy lejos o si era alguna final. Y pensar que ahora estoy del otro lado de la línea de cal, representando los colores del country que tanto quiero, en el cual pasé cosas importantísimas durante toda mi vida, tuve y tengo mis grupos de mejores amigos, jugué a infinidades de deportes representando estos colores. Así que ustedes imaginarán lo que yo siento por esta camiseta.

Hace nada más que 3 años entré a este equipo. Tenía que ocupar un puesto difícil, el arco. Me integré rapidísimo gracias a la ayuda y confianza de todos. Tuve la suerte de vivir épocas buenas, con dos ascensos y una permanencia en la B, las cuales se dieron con el esfuerzo de muchos.

Ahora que estamos en esta categoría en la cual, creo yo, Horneros se merece estar, tenemos que estar más juntos que nunca, apoyándonos en todo momento, porque estoy seguro de que PODEMOS HACER HISTORIA, y dejar de pensar en salvarnos del descenso. No tenemos grandes individualidades, pero lo que si tenemos son UNOS HUEVOS ENORMES y estoy seguro que si TODOS nos rompemos un poco el culo y nos comprometemos con este equipo, en un futuro no muy lejano, podremos ver a un Horneros campeón de la A.

Vamos Horneros Carajo!

15/4/08

Bienvenidos

Y el día llegó. Los Horneros volvía a jugar en la “A” después de mucho tiempo. Caras de ansiedad. Excitación. Nervios. Algunos regresos memorables, como el de Fernando Cascarudo Lía y Jonathan Asesino Leder. Debut en el primer nivel para algunos juveniles. Pero, sobre todo, cada integrante del plantel rojinegro tenía ganas, muchas ganas de jugar. Tal vez por eso a las 14.30 ya estaban todos al borde de la línea de cal poniéndose los botines. Tal vez por eso, cuando el árbitro dio el silbatazo inicial, los players del Profe Loncha salieron a morder como perros rabiosos a los once de Las Lajas, su encumbrado rival.

Antes, una vez finalizadas las elecciones (ver aparte), el joven DT había dado indicaciones con su pizarra mágica, insistiendo en un punto clave: agresividad, agresividad, agresividad. Los Horneros estaba de nuevo ante la gran oportunidad de jugar en la máxima categoría y los jugadores habían entendido el mensaje a la perfección: hay que dejar todo en la cancha.

En el primer tiempo, aunque Lajas fue un poco más, los rojinegros dieron pelea en todos los sectores. ¿Qué hubiese pasado si aquel centro venenoso de Franky Augeri hubiese entrando en vez de pegar en el poste? Sin dudas, el partido hubiese sido otro con el 1-0 y la desesperación del local. Pero al fútbol es así y no hay lugar para conjeturas. También el pibe Agesta tapó varias y el 0-0 se mantuvo para sorpresa de los locales.

En el inicio del complemento, las cosas seguían igual: Lajas yendo un poco más, Horneros peleando el partido con dignidad. Pero llegó el Pelado Héctor y las cosas empezaron a complicarse. Primero, el balón pareció poseído por el demonio y escapó inexplicablemente de las manos de Agesta (no fue gol de milagro); luego, los delanteros locales comenzaron a desbordar y lastimar cada vez que se lo proponían.

Loncha metió al violento Kaminker por el Bufo para poner orden en el fondo y estaba a punto de hacer ingresar al oxidado Rueda Peluffo cuando llegó el 1-0. La hecatombe, la debacle total: una sucesión de jugadas desafortunadas, aciertos locales y errores propios que derivó en una andanada de goles. En 10 minutos, Lajas se puso 4-0 arriba. El tercero, un bombazo desde 60 metros que aniquiló la moral hornereana. El partido se había ido al mismísimo carajo en un abrir y cerrar de ojos.

Sobre el final, todo fue impotencia: llegó el quinto tanto y el Escandinavo se fue expulsado por doble amarilla. Los rojinegros habían debutado con una derrota, pero podían irse con la frente en alto: habían dejado todo contra uno de los mejores equipos de los últimos tiempos. Ese mismo que no perdonó cuando tuvo sus chances y que pareció decir, en forma muy clara: “Bienvenidos”.


Resumen del partido:

Resultado: Las Lajas 5 – Los Horneros 0

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Fernando Lombraña, Jonathan Leder, Marcos Peluffo; Fernando Lía, Bubu Melamed, Zequi Rambla, Francisco Augeri; Emiliano Loncharich, Diego Lombraña.

Cambios: Segundo tiempo: Adrián Kaminker por Marcos Peluffo; Diego Peluffo por Zequi Rambla; Tomás Sirvarjer por Fernando Lía.

La figura: Tomás Melamed

En la primera etapa, hubo rendimientos interesantes de algunos jugadores, entre ellos el de Tomi, que marcó bien a los delanteros que venían por su punta y además supo ser salida cuando le llegó la pelota. También fue bueno lo del Doc Loncharich, casi siempre tomando buenas decisiones.

Nota: Por el momento, se eliminan los premios “Carlitos” Rodríguez (salvo que alguno empiece a tener ataques de lirismo) y “Patadita” Borinsky (ausente el Carnicero Santana, el Escandinavo Kaminker se ha quedado sin competencia).

Elecciones 2008: el ruedismo salió fortalecido

Antes del debut con Las Lajas, el pueblo hornereano se embarcó en una gesta democrática y eligió a sus representantes para este año clave que se viene por delante. La duda: ¿podría el histórico ruedismo –perpetuado en el poder hace siete años- renovar sus votos de confianza o quedaría relegado por los exponentes de la nueva dirigencia?

Así, ante el estricto control del Profe Loncha, presidente de mesa, titular del Colegio Electoral hornereano y jurisconsulto, sumado a la fiscalización del Melli Diego Lombraña, cada uno de los integrantes del equipo emitió su sufragio en forma secreta. Un moderno sistema de papelitos y bolsa fue el método elegido para dar mayor transparencia a los comicios y los rojinegros vivieron una jornada cívica memorable.

Aunque en algún momento se dudó sobre su continuidad, el puesto de capitán volvió a quedar en manos de Rueda Peluffo, quien se impuso por amplio margen. El viejo caudillo, varias veces acusado de “lobbismo” por ciertos sectores de la sociedad, cosechó el 71,4% de los votos, todo un espaldarazo hacia su larga gestión.

Pero si se observan los resultados generales, se puede concluir que el triunfo del ruedismo fue casi total, ya que además de los 10 votos que sumó el barbudo líder, los otros elegidos también forman parte de la “familia”: el Bufo “Moyano” Peluffo (1), Juancho Peluffo (1) y Adrián “D’Elía” Kaminker (1).

Por supuesto, la oposición no quiso aceptar el resultado y denunció falta de boletas, aprietes y reparto de choris a los integrantes del plantel. Sin embargo, las autoridades impusieron el “siga siga” y ratificaron el claro triunfo del arcaico dirigente. Claro, pocos saben que el Rueda y sus “gordos” manejan la caja de Horneros y le pagan el sueldo al Profe Loncha con las ganancias que obtienen en el PAMI.

El toque de atención para la vieja dirigencia llegó en la elección del Triunvirato, donde aparecieron –además del Rueda- nombres pujantes, como el del arquitecto Francisco “Bulldog” Augeri y Rodrigo Agesta, referente de la JH (Juventud Hornereana).

10/4/08

“A” hacer historia

Lo recuerdo perfectamente. Pasaron ya más de cinco años desde aquella calurosa tarde de fines de 2002, pero las imágenes están frescas en mi memoria. Once y tantos jugadores hornereanos tirados en el césped, esperando ansiosamente noticias desde otras canchas. Una ilusión, una tenue esperanza. El partido había terminado en una clara goleada por 6-2 ante aquel equipo que por entonces se hacía llamar “Parque Los Troncos”, pero necesitábamos de otros resultados para salvarnos del descenso. Llamados telefónicos que van y vienen. Cierta expectativa, mezclada con una sensación de nudo en la garganta, como si te estuvieran a punto de decir lo peor. Y así fue…

Hace más de cinco años, Los Horneros jugaba por última vez un partido de Selección “A”. El equipo había remontado notablemente en la segunda ronda, pero no había alcanzado para torcer la historia rojinegra y otra vez se fallaba en el intento de mantener la máxima categoría, eterna cuenta pendiente del club de La Pista y Caseros.

Pasó mucho tiempo, demasiadas frustraciones, alguna que otra alegría. Horneros volvió a caer preso del vaivén que lo ha caracterizado a lo largo de su existencia, ese que lo ha llevado de la “C” a la “A” y viceversa. Siempre con once justos, a veces hasta jugando con diez o nueve guerreros. Pero siempre con algo más, una cuota de no sé qué que le permite levantarse una y otra vez. Muchas veces, luchando como aquellos románticos soñadores de fines del siglo XVIII que daban la pelea sabiendo que iban a salir derrotados. Así, con el overol bien puesto y algunas cuotas de fútbol, llegó noviembre de 2007 y ese ascenso que abre las puertas hacia un nuevo desafío.

Otra vez en la “A”, ese sueño, ese cíclico anhelo. Para los más viejos, la posibilidad de tomarse revancha (quizás por última vez). Para los más jóvenes, una experiencia desconocida que requiere de todo el compromiso y la energía. Para todos los que forman parte de este equipo, la chance de hacer historia en el club.