
Hace más de cinco años, Los Horneros jugaba por última vez un partido de Selección “A”. El equipo había remontado notablemente en la segunda ronda, pero no había alcanzado para torcer la historia rojinegra y otra vez se fallaba en el intento de mantener la máxima categoría, eterna cuenta pendiente del club de La Pista y Caseros.
Pasó mucho tiempo, demasiadas frustraciones, alguna que otra alegría. Horneros volvió a caer preso del vaivén que lo ha caracterizado a lo largo de su existencia, ese que lo ha llevado de la “C” a la “A” y viceversa. Siempre con once justos, a veces hasta jugando con diez o nueve guerreros. Pero siempre con algo más, una cuota de no sé qué que le permite levantarse una y otra vez. Muchas veces, luchando como aquellos románticos soñadores de fines del siglo XVIII que daban la pelea sabiendo que iban a salir derrotados. Así, con el overol bien puesto y algunas cuotas de fútbol, llegó noviembre de 2007 y ese ascenso que abre las puertas hacia un nuevo desafío.
Otra vez en la “A”, ese sueño, ese cíclico anhelo. Para los más viejos, la posibilidad de tomarse revancha (quizás por última vez). Para los más jóvenes, una experiencia desconocida que requiere de todo el compromiso y la energía. Para todos los que forman parte de este equipo, la chance de hacer historia en el club.
2 comentarios:
Rueda, se me puso la piel de gallina.increible. como lo extrañaba.
Hay algun marciano que no esta desesperado por jugar???
Abrazo
nico
Dejenme de joder!!! Quiero adelantar el partido para hoy a la tarde!!! No aguanto maaaasss!!! Gracias Rueda. Abrazo a todos! Pusineri.
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