31/10/17

El Moro, Hachabrava y la mítica servilleta

Hay moros en la costa y vienen de lejos, pasando Mariano Acosta. Pero no importa, porque los Pájaros Asesinos tienen a Ostra, que viene de una fiesta demoledora de la hostia, tomando litros de agua posta, buscando un gol a toda costa...

Nuevo domingo de fútbol en el Reducto y en frente está El Moro, el rival más lejano, el equipo de otra galaxia. Horneros “F” llega con muchas ganas y también con muchos jugadores: un numeroso plantel de ¡17! guerreros que obliga a la dupla MJ a hablar de la posibilidad de citar para los próximos encuentros. Pero ahora es el turno de los moros y los Pájaros Asesinos saben que es tiempo de conquistas, que los tres puntos deben quedar en casa como sea.


El rojinegro (esta vez sí rojinegro) sale a la cancha decidido a mostrar sus credenciales. El Moro rápidamente se da cuenta que está en el Reducto, en el templo sagrado de Ingeniero Maui, a miles de kilómetros de su casa, desprotegido, solo, indefenso. Ni hablar cuando, a los cinco minutos de juego, Bubu “Hachabrava” Krupoviesa ajusticia al hábil “10” visitante (¿lo mandaron los técnicos en un ataque de bilardismo?). Le da en el tobillo y lo deja maltrecho, al punto que el mejor jugador moroso amaga con no seguir disputando el encuentro. Finalmente, vuelve al campo, pero ya no será el mismo. (¿Acaso “Hachabrava” descargó su ira por tantas patadas recibidas por sus propios compañeros, precisamente en el tobillo? ¿Habrá sido un caso de “patadón proyectado”? El “10” nunca se imaginará de dónde vino tal furia... Un interesante caso para el psicoanálisis, pero aquí no tenemos tiempo ni espacio para profundizar en esas disquisiciones.)

Los que sí tienen tiempo y espacio son los Pájaros Asesinos, que hacen posesión de pelota y dominan el encuentro. A veces se apuran y fallan, es cierto. Pero cuando hay paciencia, la bola circula fluida y las situaciones de peligro no tardan en llegar. El tandem Hachabrava-Lanzani, con Peter inspiradísimo, parece funcionar a la perfección, generando desequilibrio por la derecha. Horneros “F” distrae por la izquierda y termina en el otro costado. Así llega el primer gol del partido: un pelotazo cruzado encuentra a Pedrito a espaldas de los centrales rivales, éste tira el centro atrás y Ostra, demoledor, la manda a guardar. Tranquilidad para el equipo de la dupla MJ, que empieza a desandar el camino de la victoria.

El Moro genera poco y nada; Rocha no sufre revolcones y se limita a generar salida clara desde el fondo. El rojinegro domina pero sin la claridad y la precisión necesaria en los últimos metros como para aumentar el marcador. Así se va la primera parte, con un local ansioso y un visitante inerte, incapaz de provocar peligro.

Con El Moro obligado a arriesgar un poco más, el segundo tiempo amenaza con ser más movido, pero hay algo que se mantiene: Lanzani sigue haciendo lo que quiere. Un nuevo desequilibrio de Peter por la derecha termina con un preciso centro pasado que encuentra a otro Peter... Sí, es el ingresado Peter Crouch, que cabecea de arremetida y, tras tomar el rebote del arquero, empuja el balón al fondo de la red para establecer el 2-0.

Los Pájaros Asesinos parecen tener todo resuelto, pero siguen buscando el arco de enfrente. La dupla MJ echa mano al nutrido banco hornereano y las situaciones de peligro arrecian sobre la valla visitante. Pancho Yannone desperdicia un par de situaciones clarísimas y Peter Crouch vuelve a dejar en evidencia su amor por las alturas cuando manda un balón a la estratósfera o a la quinta de al lado o vaya uno a saber. El que vuelve a demostrar su eficacia es nada más y nada menos que Rochagesta, quien nuevamente sentencia desde los doce pasos para establecer el 3-0 definitivo (tercer gol consecutivo de penal del Chilavert de La Pista y Caseros, todo un récord).

El partido deja algunos otros datos interesantes, como la segunda amarilla (injusta) al Mariscal Peluffo en todo el campeonato y el segundo partido consecutivo con la valla invicta, algo que no sucedía desde el Clausura '95. Pero, sobre todo, deja tres puntos de oro para un equipo que se acomoda en lo más alto y que mantiene su ilusión bien encendida. Un equipo que sabe lo que quiere, que tiene un hambre de gloria inconmensurable, que sueña hasta en servilletas de papel...

Hay que seguir, hay que seguir.

Resumen del partido:

Los Horneros “F” 3 – El Moro 0

Formación inicial: Rocha; Bubu, Juancho, Ari, Joaco; Rueda, Colocha; Pedro, Tomi Mela, Alexis; Ostra Dychter.

Goles: Ostra (1-0), Lean (2-0) y Rocha (3-0, de penal).

Cambios, todos en el ST: Lean por Ostra; Fede Pascual por Tomi Mela; Germi por Rueda; Pancho por Alexis; Facu por Colocha.

18/10/17

Puntos suspensivos, tres puntos



Eso, sólo eso hubo después de la dura derrota (2-3) de local ante Náutico Escobar. Puntos suspensivos. Silencio. Introspección. Rearmado mental. Puntos suspensivos. Palabras ausentes. Cero explicaciones. Blog vacío. Los tres puntos no habían quedado en casa y la ilusión -por un momento- parecía quedar, justamente, suspendida. La ilusión herida, cortajeada, sangrante pero viva, siempre viva. La ilusión suspendida, jamás muerta. La ilusión, esa chispa poderosa encendida en los corazones de los Pájaros Asesinos, capaz de generar un incendio de piernas camino a la gloria. Había que pasar de los puntos suspensivos a los tres puntos (nada se pierde, todo se transforma).

Enfrente estaba Alamos-Troncos, la oportunidad de volver al triunfo y a la parte de arriba de la tabla. A Gambeta Alexis se le adelantaba una conexión y llegaba a tiempo para el partido, Tomi Román Melamed viajaba sin escalas desde Mardel y también estaba para jugar, Peter Crouch y el joven Colocha terminaban su gira europeo-sudamericana (la despedida más larga del mundo) y se sumaban nuevamente al plantel. No hay dudas: cuando todos los caminos conducen a una cancha de fútbol, lo más probable es que se arribe a la victoria.

Los Pájaros Asesinos salieron a jugar con la determinación de ganar, tratando de imponer condiciones desde el primer minuto. Con Bubu Ibarra y Morfet de laterales, Alexis y Peter Lanzani como extremos, y Ostra Dychter metido entre los dos centrales, la consigna era ir por afuera y aprovechar las flaquezas defensivas del local. Sin embargo, los circuitos de juego no parecían estar plenamente aceitados y al equipo de la dupla MJ le costaba generar real peligro sobre el arco contrario. Faltaba el último pase, la serenidad para tomar la mejor decisión. Lo tuvo Peter, pero la volea le salió algo mordida y le dio tiempo al buen arquero local para que pudiera contener su remate.

Alamos-Troncos generaba poco y nada, limitándose a tirarle bochazos largos al corpulento y difícil número 11. Dependían de lo que pudiera hacer su hábil número 10 y de algún error de Horneros “F” que pudieran llegar a aprovechar. Los minutos pasaban casi sin situaciones de peligro frente a los arcos, hasta que Gambeta Alexis desbordó por la izquierda, se metió en el área y cuando enganchó hacia el centro fue derribado por un defensor local. Penal. Rocha -que venía de convertir desde los doce pasos- volvió a hacerse cargo del asunto y, con gran categoría, abrió su pie derecho para poner el 1-0 en el marcador. El primer tiempo no dejó mucho más y el equipo de la dupla MJ se fue al descanso con la victoria parcial.

En el complemento, las cosas no cambiaron demasiado. Obligado a arriesgar un poco más, el local empezó a dejar más espacios atrás y el albinegro le agregó situaciones de gol a su dominio en el juego. Encima, a los pocos minutos entraron a la cancha Julián y Lean, hambrientos de gol, dispuestos a hacerse una panzada con la débil defensa local. Antes, ya había avisado Alexis, quien tras un pase magistral de Colocha había quedado mano a mano con el arquero pero no había podido convertir. Luego fue el turno de Bubu Ibarra, elevándose y metiendo un cabezazo endemoniado con destino de red tras una gran pegada de Morfet. Rueda gritó “golazo” y el arquero local lo desmintió con una volada espectacular que mandó la pelota al córner. El segundo estaba al caer...

Y cayó nomás. Peter Crouch bajó magistralmente un largo pelotazo desde el fondo y Julián emprendió una carrera solitaria rumbo al arco rival. Cuando quedó frente a frente con el “1”, no dudó: remate fuerte al primer palo y a cobrar. El 2-0 casi que sentenciaba el partido. Y aquello quedaría en “casi” solamente porque Horneros “F” dilapidaría varias chances más de ahí en adelante, incluyendo una excelente definición de Julián dudosamente anulada por el árbitro y una no tan excelente definición de Peter Crouch, seguramente sufriendo todavía alguna secuela del “jet lag” tras su gira intercontinental (¿?).

En los minutos finales, con el ingreso de Germán y Facu, la sangre joven hornereana le puso piernas frescas al cierre del partido. Y hubo algún sustito, pero nada más (fenomenal Germi metiendo la cabeza cuando Rocha ya estaba vencido). El duelo se cerró con el 2-0 (valla invicta después de 58 partidos oficiales) y los Pájaros Asesinos volvieron a los festejos acostumbrados, a esa placentera sensación del deber cumplido. Los puntos suspensivos ya habían quedado atrás, los tres puntos ya estaban el bolsillo.

Como siempre, la ilusión está en marcha. Hay que seguir, hay que seguir.

Resumen del partido:

Alamos-Troncos 0 – Los Horneros “F” 2

Formación inicial: Rocha; Bubu, Juancho, Ari, Fede Pascual; Rueda, Colocha; Pedro, Tomi Mela, Alexis; Ostra Dychter.

Goles: Rocha (1-0, de penal) y Julián (2-0).

Cambios, todos en el ST: Julián por Tomi Mela; Lean por Ostra Dychter; Germán por Fede Pascual; Facu por Alexis.