19/5/09

A veces buscamos mucho una respuesta que está frente a nosotros

Por Diego Lombraña

El domingo, cuando volvía para mi casa después de haber perdido ese partido de la peor manera, me pasaron un millón de cosas por la cabeza. Desde querer matar al árbitro hasta pensar en dejar de jugar los domingos, porque -aunque parezca una boludez- sentía que no estaba aportando nada constructivo.

Luego, comprendí que simplemente estaba pensando en aquellas cosas que nos faltan como equipo de fútbol, pero no estaba viendo la abundancia que tenemos como grupo y amigos, lo que nos llevó a cumplir metas mas allá de lo que nosotros mismos podíamos pensar en aquellos tiempos, como por ejemplo lograr un ascenso haciendo una segunda mitad de año increíble en el 2007 o pelearle de igual a igual a equipos como Hindú en el 2009 y terminando nuestra experiencia en Primera con la cabeza bien alta.

Esas cosas son las que tenemos que rescatar y perpetuar en nuestras acciones y pensamientos a la hora de hablar de este grupo, que por lo menos a mi tanto me ha dado y al cual le estoy eternamente agradecido, ya que pude conocer gente increíble, con quienes disfruto todos los domingos haciendo algo tan hermoso como jugar al fútbol. Y si bien sé que soy muy bocón (cosa que me ha llevado a comerme más de una puteada) quiero que sepan que estoy y estaré siempre con ustedes para lo que me necesiten.

Pero sí me veo en la obligación de exigir algo, más exactamente, de exigirnos algo como equipo: honremos esta camiseta, volvamos a luchar todos juntos, corriendo hasta el último aliento, peleando hasta que las piernas nos digan basta y aún así nunca abandonar a nuestro compañero.

Eso es lo que siempre supimos hacer y lo que debemos recordar. Estoy seguro que de este modo vamos a seguir por el buen camino, que está más allá del resultado. Este éxito se encuentra en la posibilidad de mirarnos a los ojos y saber que dimos todo por nuestro club, por nuestra camiseta, POR HORNEROS.

PD: EL DOMINGO SALIMOS CON “EL CUCHILLO ENTRE LOS DIENTES”.

Les mando un abrazo,

El gordo.

No hay comentarios: