5/5/08

Levántate (a la mañana) y anda

Con dos derrotas sobre las espaldas, los muchachos de Horneros llegaban envueltos en una sensación general: había que sumar como sea. Para eso, no sólo había que madrugar y tratar de llegar a las 10 de la mañana a Armenia; fundamentalmente, había que despertarse del letargo y empezar a encontrar el camino en la máxima categoría. Despertarse para poder soñar, aunque suene paradójico.

La cosa empezó bien. A la hora señalada, todos los rojinegros estaban al borde de la cancha del rival. Incluso, hubo varios que no encontraban explicación para un hecho resonante: Gandhi Korn había sido uno de los primeros. Claro, el sponsor volvía con todo en el pecho de las camisetas hornereanas y tenía que dar el ejemplo.

A pesar de los buenos augurios, el primer tiempo no trajo noticias positivas para el otrora Club de los Once. Poco juego, escasa actitud, imposibilidad de dar tres pases seguidos y la lesión de Bubu Melamed, el principal factor creativo del equipo. Armenia tampoco mostraba mucho, pero complicaba con largos pelotazos que llevaron peligro al arco de Agesta.

Hubo un par de ataques del local que no terminaron en la red casi de milagro, pero al final el volante central armenio tomó un rebote en la medialuna y la mandó a guardar contra un palo. Los Horneros estaba 1-0 abajo, pero lo peor era que ni siquiera sabía cómo atajaba el “1” rival, que más que arquero parecía un barrabrava de Racing luciendo orgulloso su camiseta de la Academia.

Claro, los retos de Loncha en el entretiempo no se hicieron esperar. El DT tuvo que levantarle la voz a sus dirigidos y estos parecieron recibir el impacto: los rojinegros salieron con otra convicción. Aunque el fútbol seguía ausente, los de Ingeniero Maschwitz empezaban a generar peligro.

Lo tuvo Franky Augeri, que casi aprovecha un error defensivo para meterla por arriba del arquero y después se lo comió en forma increíble el Escandinavo cuando casi manda a la red una pelota suelta al borde del área chica. Hasta que llegó un tiro libre desde la izquierda: Rueda pateó al palo que custodiaba el barra de Racing, que dio un rebote corto y ahí apareció el ingresado Pablito Conti para establecer la igualdad. El partido estaba 1-1 y ahora te quiero ver.

Horneros no era claro, pero seguía empujando. Zequi hizo rápido un lateral, Rueda acomodó el balón con el pecho y, antes que llegara la marca, sacó un zapatazo que se metió pegado al travesaño. Golazo. Carrera loca del capitán (no acostumbrado a las artes goleadoras), que quedó sepultado bajo una montonera enfervorizada. La victoria parecía posible.

Armenia se vino con todo a buscar el empate y Horneros empezó a flaquear. Tommy Melamed se fue expulsado luego de la enésima patada que pegó y los huecos cada vez eran mayores. Y llegó la igualdad nomás, luego de un centro al segundo palo que agarró mal parada a la defensa rojinegra.

No hubo tiempo para mucho más. Aunque pudo haberlo ganado, Horneros se fue conforme con el 2-2. Se había conseguido mucho más que un punto: la certeza de que con la actitud adecuada, las victorias pronto llegarán.


Resumen del partido:

Resultado: Armenia 2 – Los Horneros 2

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Adrián Kaminker, Jonathan Leder, Marcos Peluffo; Francisco Augeri, Diego Peluffo, Bubu Melamed; Diego Lombraña; Leandro Korn y Emiliano Loncharich. DT: Nicolás Loncharich.

Goles: Pablo Conti y Diego Peluffo.

Cambios: Zequi Rambla por Bubu Melamed (lesión); Mariano Tewel por Marcos Peluffo; Pablo Conti por Diego Lombraña; Diego Conti por Emiliano Loncharich.

La figura: Nuevamente, no hubo un rendimiento descollante, pero cabe destacar algunas buenas intervenciones de Zequi Rambla y Rueda, quien participó en la jugada del primer gol y marcó el segundo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial la cronica como siempre Rueda, a ver si empezamos a firmar aca asi revivimos el flog gente.

Este domingo cueste lo que cueste.

Saludos

Rodri

Anónimo dijo...

Muchachos, mucha fuerza para este fin de semana, a ver si llega el primer triunfo.
Hay que dejar todo, no hay que olvidarse todo el esfuerzo que hicieron para estar donde estan.

Un abrazo grande.

Santana