15/9/08

En la delgada línea rojinegra

Horneros en su lucha por la Permanencia, capítulo 6: la batalla de Armenia. Los muchachos del Profe Loncha venían de rescatar un punto, pero luego de una semana de “parate” por fecha libre, volvían a ser el Club de los Once, ese mote distintivo que ha caracterizado al conjunto rojinegro a lo largo de toda su historia.

Los avatares pre-partido ante el puntero eran numerosos: una rueda pinchada en el camino, un Rueda pinchado que apenas camina, un Escandinavo suspendido devenido en cafetero, un Juancho desgarrado pero finalmente contracturado, un Totono más frutillón que Balbi, un Bubu ausente y un Tomi Sirvarjer indocumentado. Así salía a jugar Horneros un encuentro clave: realmente, en la delgada línea rojinegra, toda una metáfora de lo que sucedería más tarde.

Sin demasiadas vueltas, se puede decir que el partido fue malo. Peleado, trabado, sin muchas situaciones cerca de los arcos. En definitiva, tal y como le convenía al equipo de Loncha, que esperaba sacar provecho de alguna pelota parada. Armenia era un poco (pero muy poco) más y el 0 a 0 se mantenía firme en el marcador. Casi nada para destacar en el primer tiempo: algunos hablan de una clara situación del Melli Negro, pero este cronista no la vio, ya que se encontraba camino a la embajada hornereana junto a “Café, café” Kaminker yendo a buscar los papeles del “ilegal” Sirvarjer.

Todo lo alcancé a ver fue a Totono Pérez pegándole duro con su “ojota” derecha, un par de cabezazos rivales que por fortuna tuvieron mala dirección, un Negro Lombraña prácticamente impasable y un “Carlitos Negro” con un ida y vuelta endemoniado, además de un Melli Diego “con mucho aire y pocas piernas”, según su propia definición.

Antes de meterme en el segundo tiempo, un párrafo aparte para el Escandinavo. No sólo es un gran cafetero, también -junto a quien escribe, claro- va camino a convertirse en uno de los plateístas más jodidos de toda la zona norte. Gritos como el de “otro volador, otro volador, otro volador…!!!” y “se fue, se fue, se fue, se fue…” (empezando quince metros antes que la pelota realmente se fuera), sorprendieron a propios y extraños y se agregaron a su ya larga lista de frases célebres. Un grande.

Ahora sí, vayamos a la acción. Si el primer tiempo había sido malo, el segundo fue peor. A pesar de la merma física de algunos rojinegros, Armenia no creaba peligro y el cero se mantenía. El plan de Loncha era seguido a la perfección, pero el gol “raro” que tanto se esperaba en un arco llegaría justo del otro lado.

Bocha cruzada para dos armenios que llegan por el segundo palo. Primer remate y tapada de Rodri. Cabezazo en el rebote y tapada de Rodri casi milagrosa en la línea. Parece que Horneros pasa el sofocón, pero el asistente hace lo que ninguno de sus colegas suele hacer: toma una decisión y corre hacia la mitad de la cancha marcando que fue gol. Una decisión equivocada, claro. Desde su posición (casi la misma que la del técnico y la platea hornereana), era imposible saber si el balón había entrado.

Desazón, incredulidad, protestas. Ese sería el 1-0 definitivo para Armenia, el broche desafortunado para una nueva derrota del equipo de Ingeniero Maschwitz. Una derrota que se dio, precisamente, en la delgada línea rojinegra, esa misma por la cual el Club de los Once parece marchar, haciendo equilibrio, tratando de no caer. A veces, se tambalea por su propia inestabilidad, pero a veces le dan un empujoncito innecesario.

Resumen del partido:

Resultado: Armenia 1 – Los Horneros 0

Formación inicial: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Juan Peluffo, Fernando Lombraña, Marcos Peluffo; Federico Pérez Acquisto, Francisco Augeri, Ezequiel Rambla, Fernando Lía; Diego Lombraña y Tomás Sirvarjer. DT: Nicolás Loncharich.

Cambios: no hubo (Club de los Once)

La figura: Fernando Lombraña. El Negro jugó un gran partido, casi no tuvo fisuras y logró que no se notara la merma física de Juancho. Comandó la defensa e intentó complicar con bochazos al área rival. Además, salvo sobre el final con la calentura obvia del gol, no gastó energías en discusiones con el árbitro o los rivales.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

menos mal que existe este blog que siempre me saca una sonrisa.lo de cafe cafe kaminker fue imperdible.

Anónimo dijo...

Por favor, callenlo al cafetero!! Distrae mucho con sus comentarios. Y mas ahora que vamos a jugar contra Mapuche Celeste. Yo voy a llevar tapones para los oídos.
Abrazo para todos.
Toti.