Tarde fría y lluviosa en Banco Provincia.
Los Horneros llegaba con la necesidad de ganar tres puntos ante un rival directo en la lucha por el ascenso y que estaba arriba en la tabla. Con algunas bajas, los del
Pelado Miguel y el
Profe Nicolás Loncharich eran once justos, casi una constante en los últimos compromisos del equipo de Ingeniero Maschwitz.
Aunque al principio hay algunas dudas sobre la realización del partido, el árbitro da señales de querer jugar. En el vestuario, la charla se centra en el estado de la cancha y el calvo DT deja una clara muestra de su filosofía futbolística: "Cualquier cosa, la tiramos por arriba del alambrado". El componente joven de la dupla técnica pone enfásis en la entrega y, al mejor estilo Néstor Retamar,
conmueve con sus palabras a los once hornereanos.
En los primeros minutos, Horneros parece haber entendido bien el mensaje. Los pelotazos para los delanteros complican a la defensa de Banco, que no puede salir del asedio y prácticamente no cruza la mitad de la cancha. Leandro
Crouch Korn las gana todas de arriba y el
Doc Loncharich demuestra su sabiduría para acomodar el cuerpo y proteger la pelota.
El equipo de Maschwitz gana seguido en los centros y falta poco para acertar algún cabezazo goleador. Encima, Adrián
Escandinavo Kaminker entra al área por la derecha, lo tocan abajo y -aunque no se tira- el árbitro cobra penal.
Horneros tiene su chance. Luego de una breve charla entre el
Mellizo y
Rueda, es éste último el que ubica la pelota al lado de un charco. El remate del capitán no es del todo esquinado y el arquero logra sacarla al córner. El barbado no lo puede creer y se lamenta por
una acción que podría haber sido decisiva. Burro.
Algunos minutos después, el
Doc hace una buena jugada y lo deja solo al Escandinavo. El remate cruzado del colorado más famoso de la Liga parece tener destino de red ("Golazo!", grita el
Carnicero González), pero la pelota se va besando el poste derecho.
A partir de ahí, Banco toma las riendas de las acciones y crea un par de jugadas de riesgo, una que da en el palo y otra que neutraliza rápido de piernas el juvenil Agesta.
En el segundo tiempo,
Horneros demuestra que está muy concentrado y tiene el arco entre ceja y ceja.
Crouch Korn quiere sorprender al arquero en el saque desde el círculo central. El tiro sale corto y algo desviado, pero lo peor es que... el árbitro no había dado la orden. Un
blooper del largo número nueve, que en su segunda oportunidad prefiere tocar corto con el
Doc.
El juego no tiene un dominador claro. Pelotazo va, pelotazo viene. El estado de la cancha no ayuda y casi no hay situaciones de peligro. Sobre el final, ya en tiempo de descuento, el equipo de Maschwitz pudo haberlo ganado con un córner desde la derecha. La pelota queda boyando en el área y pega en la mano de un rival, pero el hombre de negro prefiere mirar para otro lado y el partido se va en cero.
En el vestuario hornereano, predominan las caras largas. El
Pelado Miguel felicita por la actitud, pero Loncha no parece tan conforme. Argumenta que faltó decisión para ir a ganar el partido y también arremete por el confuso episodio del penal en el primer tiempo. No hay pizza antes de la vuelta, tampoco quorum para una picada en la taberna de Miguel. Los jugadores se van cabizbajos por un empate con sabor a poco.
Resumen del partido:Formación: Rodrigo Agesta; Tomás Melamed, Juan Manuel González, Juan Peluffo, Mariano Tewel; Adrián Kaminker, Diego Peluffo, Francisco Augeri; Diego Lombraña; Leandro Korn, Emiliano Loncharich. DT: Héctor Miguel - Nicolás Loncharich.
Incidencias: En el PT, a
Rueda Peluffo le contuvieron un penal.
Las figuras: Emiliano Loncharich y Mariano Tewel.

El delantero buscó siempre y las aguantó todas, demostrando toda su experiencia para jugar en la lluvia. Sólo le falto el gol. Con un poco más de Nestum en su dieta, sería el Batistuta de la categoría.

Por su parte,
Franz Tewel demostró solidez y casi no tuvo fisuras ante rivales complicados y de buen manejo, como el número 10 de Banco. También debe destacarse lo del otro lateral, Tommy Melamed.
Premio Carlitos Rodríguez: Vacante. La cancha no ayudó y no hubo lugar para jugadas de fantasía. Todo fue tirar pelotazos para los de arriba.
Premio Patadita Borinsky:
Escandinavo Kaminker.

El nórdico volante hizo gala de su habitual juego brusco. Lo corrió al 10 desde atrás y no dudó en tirarle con todo cuando enfilaba para el área. Amarilla para el veterano K, que encima protestó.