27/9/17

Sueños de fútbol

Lo soñé el martes anterior al partido con Miraflores. Es decir, lo soñé despierto. Viajaba en el 184 de regreso a mi casa después de un día de mierda en el laburo y decidí hacer lo de siempre en esas ocasiones: zambullirme en el mundo mágico de Horneros, ese universo fantástico que me rescata de las peores pesadillas. Me puse a soñar, entonces, en aquel duelo que se avecinaba contra Miraflores. El partido estaba 1-1 y se jugaba el cuarto minuto de descuento. Los Pájaros Asesinos inundaban el área rival a la espera de una pelota parada, seguramente la última de aquel encuentro crucial. El centro quedaba algo corto (esta vez, no era tan de la muerte), lo que me obligaba a retroceder en busca del balón. Cuando la pelota llegaba hasta mí, la paraba con el pecho, la elevaba hacia los cielos y ensayaba una cabriola loca, un chilenazo de novela que impulsaba el esférico en un viaje meteórico hasta clavarse en el ángulo de la valla local. Golazo interestelar. Sueño cumplido. Grito eufórico, sacado. Besos a la camiseta, arrodillado en el césped, al borde de las lágrimas. Victoria inolvidable.

El domingo, nada de eso sucedió. Horneros "F" arrancó ganando, pero luego se desmoronó y, aunque peleó con uñas y dientes hasta el final, terminó cayendo por 4-2. No hubo chilenazo interestelar, ni siquiera algún mugroso gol de chiripa tomando un rebote en el área chica (qué iluso..., debo llevar algo así como 835 días sin marcar un gol oficial). No hubo sueño cumplido ni lágrimas ni besos a la camiseta, aunque cada día la quiera más. Fue derrota y amargura y lamento por los puntos y la punta perdida.

Nunca voy a dejar de soñar. Nunca voy a dejar de imaginar goles imposibles, tardes gloriosas, triunfos memorables, gestas épicas, campeonatos para la historia... Nunca voy a dejar de soñar con Horneros. Porque cuando te ponés la camiseta rojinegra (o albinegra también ahora) y la transpirás, un sentimiento único se te mete por los poros y ya no sos el mismo. Y aquel sudor-pasión se te mete en la sangre y tus pulsaciones aumentan y tu corazón ya tiene nuevos motivos para latir. Nunca voy a dejar de soñar. Nunca dejemos de soñar. Hay que seguir, hay que seguir...

Resumen del partido:


Miraflores 4 - Horneros “F” 2

Formación inicial: Rocha; Fede Pascual, Juancho, Ari, Franky; Pedro, Bubu, Rueda, Alexis; Tomi Mela; Julián.

Goles: Julián (1-0) y Lean Korn (2-3).

Cambios, todos en el ST: Colocha por Franky; Lean Korn por Julián; Tati por Fede Pascual; Samurai Dychter por Tomi Mela.

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